El nacimiento de En El Principio Era El Verbo

en el principio era el verbo

Es ya que él lo logró y por visto que él es, que hay promesa en la vida eterna. “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Desde la eternidad fui establecida, desde el comienzo, desde los orígenes de la tierra. de quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el Cristo, el que está sobre todas y cada una de las cosas, Dios bendito por los siglos.

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Jesucristo Sube Al Cielo

“En el principio era el Logotipos y el Logotipos se encontraba frente a Dios y era dios el Logotipos” (La obra de Juan. El Evangelio del testimonio, 2011, de Benito Acosta). Juan 1, 1 es el primer versículo del Evangelio de Juan. La versión Reina-Valera 1960 del versículo lee «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios». También preparan el escenario para después comprender el desarrollo de la teología trinitaria a principios de la era articulo-bíblica. Ningún título tiene la palabra \\\’al comienzo era el Verbo\\\’. En la guerra de los siglos la luz de todo el mundo siempre y en todo momento y en todo instante vence.

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. “En el principio era la palabra, y la palabra estaba a la vera de Dios, y un Dios era la palabra” . EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. La palabra griega λόγος o logotipos es una palabra con varios significados. Con frecuencia se traduce al español como «Verbo» (o «Palabra»), pero también puede representar pensamiento, habla, cuenta, esto es, razón, proporción, principio, estándar, o lógica, entre otras muchas cosas. Tiene un empleo variado en los campos de la filosofía, la psicología analítica, la oratoria y la religión.

En El Principio Era El Verbo

Prólogo Al comienzo existía la Palabra y la Palabra se encontraba al lado de Dios, y la Palabra era Dios. Al comienzo en este momento existía la Palabra, y la Palabra se dirigía a Dios y la Palabra era Dios. Al principio en este momento exist a la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. En el principio ahora existía el Verbo,y el Verbo estaba con Dios,y el Verbo era Dios.

Esto exhibe precisamente que Jesús estaba con Dios Padre, desde el principio. Significa que, Jesús no fue creado por Dios, en tanto que él existía eternamente con Dios. Además de esto, si Jesús era con Dios, quiere decir que, él era una Persona diferente a Dios Padre. Para los griegos, el Logotipos era la Razón de Dios, la Mente de Dios, una fuerza, la causa de todo cuanto existe, la cabeza que regía el Cosmos. Jesús habla de su palabra tal y como si fuera una persona así, es decir, él mismo. Sus expresiones fueron personificadas pues estaban tan íntimamente asociadas con Jesús.

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Desde el comienzo, Dios planeó renovarnos y restaurarnos mediante Su Palabra, Jesús. La limpieza más fundamental, la guerra por nuestras ánimas, requirió un sacrificio inigualable. Dios no es un Dios de coincidencia o caos, y Jesús no fue una coincidencia. Las expresiones de Juan nos detallan que Jesús se encontraba con Dios al comienzo. Él es Dios, uno con Dios, y la vida que vino a vivir en esta tierra fue una parte de un plan glorioso desde el principio. Este vino al planeta como testigo, para sugerir testimonio de la luz, para ofrecer testimonio del evangelio por medio del Hijo a todos, para que los hombres creyesen a través de él.

El pensamiento heleno puede haber sustituido alguna de la terminología usada por Juan, pero las ideas básicas han de ser buscadas en otro lugar. El pensamiento judío contribuyó con una mayor proporción para la iniciativa del Verbo. En la literatura de sabiduría podemos encontrar un énfasis en la actividad autora de Dios mediante su palabra de sabiduría . Íntimamente relacionado con esto está la práctica rabínica de atribuir a La Torá alguna acción en la creación. El descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto llevó a una apreciación mucho más próxima de la contribución del pensamiento judío para la comprensión del Evangelio de Juan. Consecuentemente, es comprensible que se personifique la palabra de Dios tal y como si fuera él mismo, o sea, se habla de ella tal y como si fuera un individuo, si bien no es tal como principio de la “personificación”.

2) él vivía eternamente, y de pronto, comenzó a vivir en este mundo. Los verdaderos fieles en Jesucristo no son engendrados de sangre, ni por intención humana. O sea, ningún ser humano puede ser hijo de Dios por más buenas proyectos que realice.

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Cristo es esa fuente pues aquí en la tierra la persona puede volver a vivir, puede cambiar, “rejuvenecer” y hallarle término a la vida. La Biblia entera enseña que el mundo y sus detalles fueron conformados por Dios, quien en la persona de su Hijo Jesucristo, hizo todo cuanto existe; cada molécula, cada átomo, cada célula. Los hombres sencillamente descubren las leyes que Dios creó y después emplean ellas—de este modo sea para bien o para mal.

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¿Qué lector de la Biblia no fue sorprendido –y después fascinado– por las primeras expresiones del evangelio según Juan? Es como un himno que celebra al “Verbo”, “la Palabra”. Nos muestra una visión del pasado, tan lejos como el hombre logre imaginárselo, antes del origen de los tiempos, cuando nada había sido creado aún, cuando solo existía Dios. Estos versículos nos enseñan que en aquel instante existía el Verbo. Así se proclama su existencia eterna, su rincón y su naturaleza.

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