Entender mas sobre La Tentacion De Jesus

la tentacion de jesus

Los medios de la guerra de Cristo, la Palabra de Dios. Como un hombre tentado, descansó en la promesa divina. Las palabras que Jesús tomo para aguantar los embates del demonio, eran precisamente exactamente las mismas que Moisés había dado al pueblo cuando llegaran a la tierra prometida y Dios les diese alguna gloria y dominio. Ellos una vez dentro se olvidaron de todo lo que Dios les había dado, han comenzado a meditar en sus triunfos. ¿Cuantos han caído en el engaño de Satanás de la obtención de la Gloria fácil terminado entregándole su historia totalmente, por el único deseo de alcanzar popularidad, fortuna y existo efímero en este mundo.

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A Jesús Es Tentado En El Desierto.

Acerquémonos, en tanto que, confiadamente al trono de la felicidad, para lograr clemencia y hallar felicidad para el oportuno socorro. El propósito de estudiar la tentación de Jesús, es a fin de que sepamos, que tal como el pudo soportar la tentación, así nosotros además tenemos la posibilidad de. Jesús aparece no únicamente como el sacerdote que “padece siendo tentado”, sino también en forma muy definida como el rey que proporciona combate a su oponente primordial y lo vence. No obstante, Hebreos 4.15 no puede significar que Jesús experimentó el mismo desarrollo psicológico de ser tentado que experimenta el hombre generalmente.

¿Quizás no puede terminar a todos y cada uno de los perseguidores y aplastarlos como gusanos? Sí puede, pero el sendero humilde deja conseguir disculpas a los irreverentes y tratarles con clemencia, aunque con la rigurosa justicia solo merecerían castigo y asimismo furia. No tentar a Dios es confiar en su clemencia y su decreto de salvación del hombre a través de un sacrificio particular, oculto a los ojos del mundo. Las tentaciones se dan tras cuarenta días y 40 noches de oración y ayuno.

Las Tres Tentaciones En El Evangelio De Juan

Jesús se encontraba “lleno del Espíritu Santurrón”, y el Espíritu le asistió a superar la tentación. Se generan, aparte de esto, en el desierto, símbolo y ámbito de la edad mesiánica. Continua el relato con este modo; “Le llevó entonces el demonio a la Ciudad Santa” ¿es el demonio quien tiene la iniciativa? , es un misterio, pero la expresión exhibe que este sujeto tiene la idea, pero sin exigir una acción física. Desde allí, el demonio participa para que Jesús esté en la “Localidad Santa,” Jerusalén, y sea “puesto” sobre el “pináculo” del Templo, probablemente era la techumbre lugar desde el que se conseguiría mejor la espectacularidad de la iniciativa que el maléfico hace. El abandono al Espíritu y a la Providencia fue el medio para rechazar la tentación.

De ahí que nadie debe caminar intentando hallar tentaciones para probarse en la virtud y probar que puede vencerlas, eso sería una “soberbia espiritual”. El santurrón no es una especie de “superman” de la virtud, un asceta consumado, sino un hombre que se ha dejado trasformar por el Espíritu. No se alcanza a ser santurrón pues se ha hecho externamente “duras penitencias”, hasta poner bajo riesgo la salud, sino más bien por nuestra unión con Cristo, por la acción del Espíritu. Esto, sin embargo, no debe entenderse como que no sea necesario hacer penitencia. La penitencia, el ayuno, la limosna y la oración son principales, pero sin desnaturalizar su sentido real espiritual.

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La palabra usada lo mismo puede representar “tentación” en el sentido de solicitar al pecado, que indicar, simplemente, ser sometido a prueba. Saquemos de aquí una primera idea ventajosa para nuestra experiencia cuaresmal. Entendámosla como una experiencia de desierto a la que nos conduce el Espíritu para renovarnos en el cariño primero; para renovarnos en el cariño de Dios que en Jesucristo, por medio del bautismo, nos hizo hijos amados suyos. No debemos olvidar que el evangelista Mateo tiene enfrente de si una comunidad donde se encuentran discípulos procedentes del judaísmo. Esto nos asiste a entender la composición de rincón de la escena de las tentaciones que tiene resonancias del Éxodo, presentando a Jesús paralelamente con Moisés.

Ciertos comentan que Dios deja que seamos tentados para fortalecernos en la virtud, y que es mucho más meritorio no pecar por haber “vencido la tentación” a no haber cometido pecado sencillamente por no ser tentado. Afirman que Dios permite el mal, por el hecho de que en su gran sabiduría y conocimiento del futuro, prevé que se seguirá un bien mayor. Se nos comunica que las tentaciones vendrían a ser una enorme ocasión para “crecer en santidad”.

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No obstante, el ámbito de la tentación de Cristo es en este desierto desolado y en medio de un ayuno de 40 días donde no le estaba tolerado comer nada. Y de esta forma, en pos de su pueblo, es tal y como si Jesús fuera llevado de nuevo al ubicación de la tentación y es sometido a esta estricta prueba. Es como una prueba de fuego por medio de la cual debe pasar con el objetivo de estar calificado para realizar público su ministerio. Conque su primera misión no es una misión pública, sino una misión privada llevada a cabo en la arena desolada del desierto de Judea. En este momento, la Biblia nos comunica que Él medró como hijo de José y María, y que presuntamente se crió en un ambiente de carpintero. Y eso nos puede puede llegar a confundir un tanto.

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Siempre y en todo momento han existido eremitas, en todas las etnias religiosas. Cristo asume la espiritualidad religiosa de los más religiosos de los hombres. La conversión de piedras en pan (Mt 4.3, 4) El primer acercamiento muestra al demonio pidiéndole a Jesús que transforme las piedras en pan. Tampoco era mala la transformación (Jesús, mucho más adelante, convertiría el agua en vino en las boda de Caná; y también multiplicaría comida un par de ocasiones, a falta de una).

y dan pie al engaño de Satanás a la tentación de dudar del poder de Dios. A esa clase de duda Satanás estaba apoyando a Jesús. , siembra la duda sobre el cuidado de Dios sobre nuestras vidas (ya no tengo trabajo, mira Señor que el negocio no va bien, que la cosa se pone difícil pues no consigue para comer. Es el Enemigo de Dios, y de todos los que son sus hijos. de ahí que Jesús fue obediente, no fue al desierto en un acto temerario, sino más bien guiado por la dirección del ES. sobre la vida de Jesús, que emprendió uno de sus asaltos mucho más frontales para destruirlo.

• Debemos rememorar la tentación original, la de Adán y Eva, que seducidos por la serpiente que les ha dicho «seréis como dioses» traspasaron el umbral de sus límites frente a la oportunidad que les presentó el enemigo de comprender, determinar y saber el bien y el mal.

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