Respuestas para Juan Detallado

juan

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, tal como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y continúo en su amor. pero el que almacena su palabra, en él realmente el cariño de Dios se ha perfeccionado. Pero si queremos experimentar la acción del Espíritu Santurrón, tenemos que obedecer a Dios y cumplir sus mandamientos. Desde el amanecer de la historia, en el momento en que el pecado entró al planeta, la característica mucho más recurrente de nuestra relación con Dios fué la desobediencia y no la obediencia. Jesús, en cambio, fue el justo Hijo que nos mostró el camino de la obediencia al Padre y a través de su distribución, los humanos fuimos hechos justos.

Mirad qué colosal amor nos ha concedido el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y somos. Por ello el mundo no nos conoce, por visto que no le conoció a El. Como el Padre me ha amado, además yo os he amado; permaneced en mi amor. Jesús, tú lo has dado todo por mí para que yo sepa contestar con afín amor. Tu amor pide que yo viva según lo que tú has amado enseñarme.

Juan 14:21 Ntv

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquel es el que me quiere; y el que me quiere, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. 21El que tiene mis mandamientos, y los almacena, ése es el que me quiere; y el que me quiere, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. 21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquél es el que me desea; y el que me quiere, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré á Él.

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La Palabra De Dios

El que tiene Mis mandamientos y los almacena, ese es el que me ama; y el que me quiere será amado por Mi Padre; y Yo lo amaré y me manifestaré a él». El que admite mis mandamientos y los cumple, es el que me ama de verdad; y el que me ama va a ser amado por mi Padre, y además yo lo amaré y me manifestaré a él. 21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me quiere; y el que me quiere, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

Jesús afirma que el que le quiere y obedece sus mandamientos gozará del amor de Dios. Esto no quiere decir que solo si amamos a Dios y le obedecemos el nos amará a nosotros, pues la Biblia afirma que nosotros amamos a Dios pues él nos amó primero. El genuino amor se revela a través de acciones, mediante cosas que se hace por el confort del ser amado. El que no me quiere, no almacena mis palabras; y la palabra que oís no es mía, sino más bien del Padre que me envió. Querer a Dios y realizar lo que Dios quiere, son dos actos unidos en su esencia.

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Permitir que seamos amados sin condiciones, es dejar que Dios tome vivienda en nosotros, dejándolo irradiar, a través nuestro, su Presencia. En nosotros ella se mostrará como un espíritu de no crueldad, de justicia, de clemencia y de amor a los pobres. No obstante, Jesús no parece responder de manera directa la pregunta de Judas. En cambio, prosigue invitando a su auditorio a seguir en la vida divina. “Nosotros, –el Padre y Yo—haremos nuestra casa en ti, si “guardan mi palabra”. Esta no es una enorme manifestación pública del poder de Dios en el planeta (como la que está pidiendo Judas) sino más bien una profundización y enriquecimiento de la vida del creyente.

No podemos meter el kosmos en la fe a través de discusión pero, con frecuencia, es viable amar al kosmos hasta meterlo en la fe. La obediencia al mandamiento de amar, entonces, es el sine quae non – “sin el cual, nada” – de ser discípulo. El Señor ama y hace morada en quien cumple los mandamientos y las palabras de Jesús.

Querer a Dios, significa guardar su palabra, y ¿qué es almacenar su palabra? , es obedecer, cumplir, atesorar, aceptar, y custodiar sus enseñanzas en nuestros corazones. Aquí Jesús deja clarísimo que Él se manifestará adjuntado con el Padre (“van a hacer morada”) solo en los que prosiguen sus mandamientos, de forma personal y también individual; y no en “todo el mundo”. Judas (uno de sus seguidores) extrañado, hace alusión a que Jesús se marcha a manifestar únicamente en los discípulos que guarden sus mandamientos, ; y no de esta manera en el resto del mundo. El que no Me quiere, no almacena Mis expresiones; y la palabra que ustedes oyen no es Mía, sino del Padre que Me envió.

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Mirad cuán enorme amor nos ha concedido el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. El SEÑOR tu Dios está en medio de ti, guerrero victorioso; se disfrutará en ti con alegría, en su amor guardará silencio, se regocijará por ti con cantos de júbilo. yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en unidad, a fin de que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste como me has amado a mí. »El que me obedece y hace lo que yo mando, revela que me quiere enserio.

“El cariño se demuestra en proyectos, no en expresiones”, era la oración de cierre de los retiros de treinta días que dirigía San Ignacio. Amamos a Dios siguiendo su Palabra, realizando lo que la Palabra nos señala. Al llevar a cabo la voluntad de Dios, nuestra relación con Dios y nuestro conocimiento de Él crece simultáneamente. A lo largo de nuestras oraciones, tenemos la posibilidad de evocar nuestros trabajos pasados para Dios, y estimar los trabajos que iremos a poder realizar para Él en el futuro. El Espíritu Santurrón en este momento está activo en mi vida en el momento en que recuerdo las expresiones de Dios para mí, en el momento en que me anima a actuar como Dios lo logró. Reconozco que el Espíritu de Dios se desplaza en este momento en mí, mientras que oro para que yo me pueda unir mucho más a Él.

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