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lucas 21 25 26
Pues como un nudo va a venir sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, en tanto que, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de huír de todas estas cosas que vendrán, y de estar de pie enfrente del Hijo del Hombre. Jesús le afirma a los fieles en la tierra en ese tiempo que estén completados, ya que el tiempo de colosal tribulación que experimentan no será para toda la existencia, sino que Jesús retornará en gloria pronto. Este tipo de caos y catástrofe total es descrita con horribles datos en Apocalipsis 6, 8-9, y 15-18. Todo esto acabará con el dramático y increíble regreso de Jesús, viniendo con su iglesia a esta tierra. (25-28) En el instante en que el último período de catástrofe llegue al mundo, mira hacia arriba, tu redención está en sendero.
Sus oyentes preguntan sobre los eventos relacionados con la destrucción del templo. Diríase que en la caída de Jerusalén, los últimos sobrevivientes de los judíos escaparon al templo, por dado que era la construcción mucho más fuerte y segura de la región. Los soldados romanos lo rodearon, y un soldado ebrio inició un incendio que próximamente tragó todo el edificio. El oro que adornaba el techo se derritió entre las piedras de las paredes del templo, y para recobrar el oro, el comandante de roma ordenó que el templo fuera desmantelado piedra por piedra. La destrucción fue tan completa que hasta hoy es bien difícil comprender dónde estaba el templo precisamente.
Lucas 21, 25
Hay tres evangelios que nos muestran un alegato de Jesús sobre, lo que podríamos llamar, «el objetivo de todo el planeta»; son Marcos, Mateo y Lucas. Pero cada uno de ellos es muy distinto de los otros por visto que amolda bastante las palabras de Jesús según la situación de su red social y la forma de expresarse de su cultura. Mateo, por poner un ejemplo, escribe a una comunidad que conocía muy bien el judaísmo y las Sagradas Escrituras, pero Lucas tiene frente sí un auditorio muy distinto, de cultura más bien griega, a la que la simbología judía no le asegura tanto. 25”También va a haber señales en el sol, la luna y las estrellas,+ y en la tierra, angustia entre las naciones, que no sabrán qué realizar frente al rugido y la agitación del mar. , tal y como el cometa que parecía una espada en el cielo sobre Jerusalén antes de su destrucción. “Debemos estimar el asedio de Jerusalén y la destrucción del templo como una representación de lo que está por venir”.
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Gente sentada en los bancos de la iglesia se sorprenderá al entender que Jesús pone preocupación en exactamente el mismo conjunto con glotonería y embriaguez. Preocupación semeja suave en comparación, pero aniquila nuestros espíritus y nuestra fe. Preocupación perjudica a más cristianos que la glotonería y la embriaguez juntos. • Podríamos elegir cualquier día de la semana y tener seguridad de que mucho más gente oiría las expresiones de Jesús por vez primera ese día que las oyeron durante la vida de Jesús.
- , ya que va a haber colosal catástrofe en la tierra y también furia sobre este pueblo.
por dado que yo les voy a dar palabras y asabiduría, a las que no van a poder aguantar ni contrariar ninguno de los que se les opongan. En lo concerniente a la medida de una mayor destrucción que viene sobre toda la tierra, los que escuchan y obedecen a Jesús puede huír de la horrible destrucción que va a venir. En lo que se refiere a la destrucción de Jerusalén, los que escuchaban y obedecían a Jesús, escaparon de la horrible destrucción que cayó sobre la localidad. Hay que tener atenciónporque hay algunas cosas que harán que uno sea desprevenido – glotonería y embriaguez y de los anhelos de esta vida. Todas estas cosas tienen la posibilidad de estar completados para el día del regreso de Jesús.
lucas 21 25 26
Los dos acontecimientos serán cataclismitos, pero la destrucción de Jerusalén va a ser desastrosa, al paso que la venida del Hijo del Hombre va a ser salvadora. “Por el hecho de que ninguno conoce ni el día, ni la hora; ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre” (Mc 13,32; Mat 24,36). Es Dios quien establece la hora del fin. El tiempo de Dios no se mide con nuestro reloj o calendario. Para Dios un día puede ser igual a mil años y mil años iguales a un día (Sl 90,4; Pt 3,8). El tiempo de Dios discurre con independencia del nuestro.
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El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no van a pasar. adesfalleciendo los hombres a raíz del miedo y de la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra, pues los poderes de los cielos van a ser bsacudidos. y va a haber gigantes terremotos y, en múltiples lugares, hambres y apestilencias; y habrá cosas horribles y enormes señales del cielo.
Tenemos la posibilidad de estar seguros que si las palabras de Jesús duran otros 2 mil años, los corazones de ese día van a estar llenos de las expresiones de Jesús. • 2 mil años tras la desaparición de Jesús, gente aún hace enormes proyectos obedeciendo las expresiones de Jesús. De esta manera también nosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entended que está cerca el reino de Dios. Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Utilizado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos y cada uno de los derechos en todo el mundo. Se desmayarán de terror los hombres, miedosos por lo que va a sucederle al mundo, por dado que los cuerpos celestes serán sacudidos.
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Va a venir para castigar a los que no reconocen a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesús. Estos van a ser castigados con destrucción eterna, y van a ser lanzados lejos de la presencia del Señor y de su gloria y poder, cuando el Señor venga en aquel día entre su pueblo santurrón y admirado por todos los leales; ya que ustedes han creído en el testimonio que les hemos proporcionado. y habrá enormes terremotos y hambrunas y pestilencias en diferentes sitios, y hechos espantosos y enormes señales del cielo.
• Gobiernos represivos persiguen cristianos y destruyen iglesias, pero son incapaces de evitar que gente proclame las expresiones de Jesús. • Cada día, los más inopinados hallan que su vida es transformada por las expresiones de Jesús. El cielo y la tierra pasarán; mas mis expresiones no van a pasar. Jesús detalla una escena muy similar a la que está en el libro de Daniel.
