Lo que los expertos no están hablando sobre Juan y de qué manera le perjudica

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Como el pámpano no puede llevar fruto por sí solo, si no permanece en la vid, de esta manera tampoco nosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, nosotros los pámpanos; el que continúa en mí, y yo en él, este lleva bastante fruto; por el hecho de que separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no continúa, va a ser echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis expresiones siguen en vosotros, pedid todo lo que deseáis, y les será hecho. En o sea glorificado mi Padre, en que llevéis bastante fruto, y seáis así mis acólitos. no puede dar fruto por sí solo si no prosigue en la vid, de esta manera tampoco nosotros si no permanecéis en mí.

Mi profesora nos irá a enseñar algo mucho más sobre la vid y las ramas. Si yo hubiese dejado las ramas fallecidas en la vid no habría producido, tal como lo hizo. La madre de Mateo lo observaba y veía que él se encontraba muy pensativo, conque ella le preguntó a su hijo lo que pensaba y Mateo le explicó todo sobre la vid y las ramas. Mateo se encontraba tan divertido con la historia, que cuando llegó a casa corrió y tomó un perfecto vistazo a la vid y la examinó cuidadosamente.

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Este pasaje no da prueba de que los genuinos leales tienen la posibilidad de caer. Jesús no está enseñando que tenemos la posibilidad de perder nuestra salvación por no cumplir. No obstante, él está probando que nuestra deber es la de mantenerse en él.

“Si permanecéis en mí, y mis expresiones prosiguen en nosotros, pedid todo lo que deseáis, y os será hecho. Formamos acólitos y conjuntos de oración en el mundo entero, contactanos para acompañamiento y guía. Jesús como su Señor y Salvador y le obedecen) pongan sus sacrificios en realizar la intención del Padre, para medrar, madurar en la Fe y dar fruto, llevando el mensaje que se le ha confiado a todo el mundo. Nadie es preferible o mayor que aquel a quien sirve, tal es así que no pretendamos ser considerablemente más que Cristo, tergiversando sus enseñanzas.

Los fieles en Cristo tienen la posibilidad de producir el fruto del Espíritu solo si, permanecen unidos a Jesús y figura su historia en el Espíritu de Dios. Él examina la vida y espera a conocer el amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, amabilidad, fe, y el autocontrol. El fruto es la justicia de Dios en el corazón. Campbell Morgan recomienda toda la planta es la vid.

• llenos del fruto de justicia que a través de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios.
• Cristo está incluido en la vid no solo las ramas sino más bien el tallo y la raíz.

»El acólito que sigue unido a mí, y con quien yo me mantengo unido, es como una rama que da bastante fruto; pero si uno de ustedes se divide de mí, no podrá realizar nada. Si el planeta aos detesta, sabed que me ha aborrecido antes que a nosotros. No me elegisteis vosotros a mí, sino yo os aelegí a vosotros, y os he bpuesto a fin de que vayáis y llevéis cfruto, y tu fruto prosiga; a fin de que todo lo que pidiereis al Padre en mi dnombre, él les lo dé. Todo apámpano que en mí no transporta bfruto, lo quitará; y todo el que que transporta fruto, lo climpiará, a fin de que lleve mucho más fruto. pero no tiene raíz profunda en sí, sino que sólo es temporal, y en el momento en que por causa de la palabra viene la aflicción o la persecución, enseguida tropieza y cae .

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• Jesús nos solicita que obedezcamos sus mandamientos (v. diez), de ahí que, obediencia debe ser uno de los frutos. Como el pámpano no puede conducir fruto de sí, si no estuviere en la vid; de esta manera ni nosotros, si no estuviereis en mí. Es importante anotar que, sea la vid fructuosa o no, el labrador lleva un cuchillo afilado. Si la rama no produce, el labrador la corta, pero si la vid genera, el labrador, aún de esta manera, la poda para progresar su fruto futuro.

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Por encima de todo, Él quiere que amemos uno al otro como Él nos ha amado. Jesús había contado a Sus acólitos esta historia para enseñarles la importancia de estar unido a Él. La maestra de Mateo le mencionó que Jesús es la vid verdadera, y que Dios, su Padre es el labrador. Que el jardinero, corta cada rama en Él que no da fruto, al tiempo que todo el que da fruto, lo poda a fin de que sea aún mucho más fructífera. Una mañana, mientras Mateo estaba fuera en el jardín, se percató de las uvas en la vid que su madre había plantado.

No obstante, el precaución cariñoso del Padre significa estar bajo el cuchillo afilado del labrador. Esto significa que nosotros, como leales acólitos, tenemos la posibilidad de esperar que el mal sea una parte de nuestras vidas. • Los que no siguen en Cristo son ramas inútiles (v. 6). Mantenerse en Jesús significa considerablemente mucho más que llevar el nombre de Cristianos, o de ser útil a Dios de la boca para afuera. Significa dar fruto abundante, probando nuestra fe mediante nuestra vida y nuestro trabajo; viviendo de forma que nuestra vida no tendría ningún sentido si Dios no tenga existencia. Absolutamente nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su historia por sus amigos.

Jesús ha resumido la ley y los profetas en un solo mandamiento, la facilidad proclama la sabiduría. O sea escencial y ha de ser meditado. Es allí, cuando la palabra hace una parte de nosotros, y nosotros de la palabra, que podemos pedir y nos será concedido. Eso pasa pues entonces solicitaremos de conformidad con la intención de Dios, no para saciar nuestros deseos ególatras, sino para cumplir la intención de Dios. Aquellos que no perseveran en la realidad y su práctica, son desechados, desechados, excluidos y mientras de esta manera se queden se secaran, para entonces ser cortadas y quemadas. Lo que nos habla del permanecer en Cristo, sosteniendo nuestra conciencia limpia y siendo honestos con Dios, para no ser cortado.

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