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yo soy el buen pastor
Jesús se valió de esta imagen que todos conocen y que San Juan cuenta tan hermosamente. Sería bueno que para comprender esta segunda parte del relato asimismo puedas leer la primera. Allí vas a ver lo que Jesús dice sobre la puerta del redil, el ladrón que entra para hurtar, la voz del pastor que las transporta a sitios seguros. La puerta que hay que pasar es Jesús mismo, allí está la salvación.
- Tengo aparte de esto otras ovejas que no son de este redil y es requisito que las traiga también a ellas; van a escuchar mi voz y va a haber un solo rebaño y un solo pastor.
- Como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y coloco mi vida por las ovejas.
13 Asi el usado escapa, pues es usado, y no le importan las ovejas. diez El ladrón no viene sino más bien para robar y matar y eliminar; yo he venido para que tengan vida, y a fin de que la tengan en abundancia. 8 Todos y cada uno de los que antes de mi vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Los niños van a crear ovejas con los objetos que están en la mesa. Ellos tienen la posibilidad de separar los malvaviscos y tienen la oportunidad de romper los pretzels si lo quieren realizar. Los pequeños pueden escoger cuales ovejas son los considerablemente más chistosos o los más realistas.
Cada Día Saca A Su Rebaño A Comer, Deseando Que Esté Sano Y Bien Alimentado
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Él se equipara a sí mismo con el buen pastor y todos nosotros somos las ovejas. Sin embargo, los fariseos probablemente aún no comprendían. Vamos a leer la historia para entender lo que afirmaba Jesús. Y la evidencia de que somos sus ovejas, es que esa relación es mutua. Lo conocemos en persona, contamos comunión con Él. Él dice que “sus ovejas escuchan su voz”, y lo prosiguen.
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Cada día saca a su rebaño a comer, deseando que esté sano y bien alimentado. Conoce bien a su rebaño y llama a cada oveja por su nombre particular. Por esa razón el demonio se acerca a nosotros con el dedo acusador. Es aquí en donde entra la alegría en nuestras vidas. Inmerecidamente, somos declarados justos, a pesar de nuestra iniquidad, a través de nuestra fe en Jesús.
yo soy el buen pastor
«Soy el buen pastor; Y conozco mis ovejas, y soy conocido por los míos«. Por los vales, precipitaciones de agua repentinas y fuertes pueden arrastrarlas, los ladrones pueden robarlas y los lobos tienen la posibilidad de atacar al rebaño. David cuenta de qué forma mató a un león y a un oso mientras que defendía el rebaño de su padre como pastor . Por lo tanto, al usar la oración «el buen pastor», Jesús está haciendo referencia a Su amabilidad inherente, Su justicia y Su belleza. Como el pastor de las ovejas, Él es el que protege, guía y nutre a su rebaño. El empleado no es el pastor, y a él no le forman parte las ovejas.
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Él las amaba y las resguardaba, y si era exacto, ponía su historia por ellas. Jesús no vino solo a ofrecer la vida a las ovejas, sino más bien a prestar su vida por las ovejas. Las ovejas no podrían llegar a tener vida sin que el buen Pastor entregara la suya a favor de ellas. No importa todas y cada una de las ocasiones que le fallemos, él es fiel y su amor para con nosotros continúa inmutable. Él está siempre y en todo momento y en todo instante dispuesto a disciplinarnos, así como también a restaurarnos a fin de que tengamos la posibilidad regresar a encauzar nuestro sendero. Este pasaje asegura que él conoce a las ovejas e incluso las llama por su nombre.
De hecho, los pastores eran muchas veces sometidos a un grave peligro, a veces incluso dando sus vidas para proteger a sus ovejas. tal como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y coloco mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también me es recomendable traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. Como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y coloco mi vida por las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen. Solo si le adoras y le prosigue como oveja, vas a saber que hay promesa para ti, por visto que entonces él es tu pastor.
Las ovejas conocen su voz y reaccionan a su llamamiento. YO SOY el buen pastor; el buen pastor su alma da por sus ovejas. Pero asimismo apunta que tiene otras ovejas que no son de ese rebaño, o sea habla de la raza humana completa, no solo del Pueblo de Israel. A todas Jesús debe conducir, esto es llevar a un solo rebaño, que es la vida eterna. Pero para eso, Él debe entregarse de manera voluntaria a la Pasión salvadora, para entonces resucitar recobrando su crónica en rescate por su rebaño. A veces esta terminología no es tan facil entenderla, pero el salve se daba en el instante en que alguien caía preso y venía alguien y pagaba un salve por la vida del preso.
Y empieza a amenazar a tu familia, y toma a uno de tus hijos para procurar hacerle daño. Si tuvieses un arma para defenderte en tu casa correrías al ladrón a tiros, y defenderías a los tuyos. Arriesgarías tu propia vida para socorrer a tu familia. Al grado que viva conforme a las verdades que enseñó Jesucristo, llegaré a entender que son verdaderas. En pintura estaba ya en la catacumbas de San Calixto o de Domitila. Entre las representaciones del «buen pastor» mucho más conocidas es la de Bartolomé Esteban Murillo.
Conoce su pasado, con sus tristes y amargos descalabros, y su presente con sus anhelos no completados. Conoce lo que los demás ven de él, pero también sus pensamientos y motivaciones mucho más profundas. Pero lo mucho más asombroso de todo, es que más allá de que los conoce bien, no los desprecia. Las ovejas dependen absolutamente de que el pastor las vigile, resguarde y guíe. Por sí mismas son animales indefensos y torpes, con una inclinación natural a descarriarse. El portero era entre los pastores u otra persona que dormía a la entrada del redil, y que en realidad se transformaba en “la puerta”.
