Frases De San Benito

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Basta que alguien pronuncie con fe tales palabras, para sentirse instantaneamente de manera fuerte que se requiere para rechazar el mal. Basta un amigo, un bastón y unas sandalias para adentrarse por los caminos de la vida, anunciando a todos ese cambio que requerimos para conocer el secreto último de la vida y el sendero hacia la auténtica liberación. Si bien necesitaba apoyarse en sus monjes, se encontraba de pie en la capilla con las manos alzadas al cielo en el momento en que murió. San Benito construyó doce monasterios; uno, Montecasino, fue reconstruido tres ocasiones. Bajo su regla, los monasterios se convirtieron en santuarios del estudio y la hospitalidad en la Edad Media.

Este puede llevarlo a cabo por sí mismo, o puede encargar esta tarea a un hermano solícito, para que todo se realice a su debido tiempo. 5 Si es día de ayuno, díganse Vísperas, y tras un corto intervalo acudan enseguida a la lectura de las “Colaciones”, como afirmamos. 6 Lean 4 o cinco páginas o lo que permita la hora, 7 a fin de que a lo largo de ese tiempo de lectura puedan reunirse todos, por el hecho de que quizás alguno estuvo ocupado en cumplir algún encargo, 8 y todos juntos recen Terminadas. Al irse de Terminadas, ninguno tiene ya permiso para decir nada a nadie.

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De igual forma que los amigos sienten la necesidad de verse, de estar comunicado entre sí, nosotros también necesitamos estos instantes de intimidad con el Señor. La oración litúrgica social nos pone como comunidad orante en contacto con Dios. Nos reunimos siete veces cada día en la iglesia para la plegaria ritual. El evangelio es comunicado por aquellos que saben vivir con facilidad.

Sin los monasterios para sostener encendida la luz del estudio, la Edad Media habría sido obscura en verdad. Al final de su vida mueren ciertos de sus grandes amigos, como Cesáreo de Arlés y el abad Casiodoro. Mucho le perjudica asimismo el vuelo de paloma al seno del Esposo de su entrañable hermana Escolástica. Esto le va despegando cada vez más de la tierra y le va acercando al paraíso. Además de la Regla, que adjudica su estructura a la liturgia del día, citemos ciertos aspectos de la biografía de San Benito.

Domingo Del Tiempo Ordinario

38 Tenga por seguramente, en el día del juicio, ha de hablar al Señor de tantas almas como hermanos haya tenido confiados a su cuidado, además, por cierto, de su propia alma. 39 Y así, temiendo siempre y en todo momento la cuenta que va a rendir como pastor de las ovejas a él confiadas, al cuidar a las cuentas extrañas, se vuelve cuidadoso de la suya propia, 40 y al corregir a los otros con sus exhortaciones, él mismo se corrige de sus vicios. 4 En consecuencia, el abad no debe enseñar, detallar o mandar nada que se además del precepto del Señor, 5 sino su mandato y su doctrina tienen que dar a conocer el fermento de la justicia divina en las almas de los acólitos. 42 Y si deseamos eludir las penas del infierno y llegar a la vida eterna, 43 mientras haya tiempo, y estemos en este cuerpo, y tengamos la posibilidad cumplir todas estas cosas a la luz de esta vida, 44 corramos y practiquemos en este momento lo que nos va a aprovechar eternamente. Lógicamente, la oración podría ser ser la solución a todos los inconvenientes, pero no debe descuidarse jamás el pragmatismo. San Benito Abad, constructor de la orden benedictina, estableció en su Regla, la oración como lugar preeminente.

• Ahora habría una oración en la cruz del Liso para, más tarde, partir hacia la ermita.
• 3 Todo lo demás cúmplase como se ha dicho, esto es, que nunca se comenten en las Vigilias menos de doce cánticos, sin contar en este número el salmo 3 y el 94.

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19 Y no solo con estos, sino con todos y cada uno de los que trabajan en oficios del monasterio, téngase esta cuenta 20 de concederles ayuda cuando lo necesiten, pero entonces, en el momento en que estén desocupados, obedezcan lo que les manden. 3 Cuando se anuncie un huésped, el superior o los hermanos salgan a su encuentro con la mucho más solícita caridad. 5 No den este beso de paz antes de la oración, sino más bien después de ella, gracias a las ilusiones mefistofélicas.

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2 De ahí que debe usar todos los recursos, como un sabio médico. 1 Si algún hermano se atreve, sin orden del abad, a tomar contacto de cualquier modo con un hermano excomulgado, a charlar con él o a enviarle un mensaje, 2 incurra en exactamente la misma pena de la excomunión. 3 Elíjanse decanos a esos con quienes el abad logre comunicar confiadamente su cargo.

¡Oh glorioso San Benito, cuya alma en tu dichosa muerte, fue elevada al cielo en medio de ángeles y santurrones, siendo consolados tus acólitos por la revelación de tu gloria! Concédenos del Señor, la felicidad de la perseverancia final, de una aceptable muerte y de tu asistencia e intercesión en nuestro último día. Construyó dos capillas y la abadía de Monte Cassino, alrededor del año 530. De aquí partió la predominación que iba a divertirse un papel tan importante en la cristianización y civilización de la Europa post-romana. Fue quizás a lo largo de este intérvalo de tiempo que empezó a concretizar su «Regla». Prescribe una vida de oración litúrgica, estudio, y trabajo, llevado socialmente, en una comunidad y con un padre común.

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13 Quien por su desidia o culpa no llega a la mesa antes del verso, de modo que todos juntos comenten el verso y oren y se sienten a la mesa a un tiempo, 14 sea corregido por ello hasta un par de veces. 15 Si después no se enmienda, no se le deje participar de la mesa común, 16 sino que, privado de la compañía de todos, coma solo, sin tomar su porción de vino, hasta que dé satisfacción y se rectifique. 17 Reciba exactamente el mismo castigo el que no esté presente cuando se dice el verso después de la comida. 6 Desde el catorce de septiembre hasta el principio de Cuaresma, coman siempre y en todo momento los hermanos en el momento nona.

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