En qué dirección ir Acerca de La Fe De La Mujer Cananea

la fe de la mujer cananea

Algunas veces nos habituamos a vivir nuestra fe desde la intimidad, el exclusivismo o desde una sucesión de reglas que nos puede conducir a excluir a los que no piensan como nosotros. El relato de el día de hoy nos hace pensar si vivimos la universalidad del Evangelio. Es una llamada a vivir la apertura hacia los no cristianos. Su dolor era provocado por la condición de su hija. El encuentro de Jesús y la Cananea nos llama a desarrollar una visión misionera abierta y también inclusiva.

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Mujer, ¡qué Grande Es Tu Fe!

Jesús le dijo ” No está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros”. Jesús no le respondió a la mujer y sus acólitos se llegaron a Él quejándose de que ella le fastidiaba y le solicitaron que le afirmara que se fuera. Jesús le dijo a la mujer, “Fui enviado a buscar a las ovejas perdidas del pueblo de Israel”.

Ella tenía una hija endemoniada, que sufría bastante, y a pesar del viable rechazo, ella se atrevió a acercarse a Aquel que pensaba podría ayudarla. A pesar de todo, ella prosiguió acercándose a Él. Periódicamente efectúa apariciones en radio y televisión, algunos de sus libros están en la lista de best-sellers del New York Times y durante más de treinta años estuvo prestando asistencia a múltiples en su caminar espiritual. Para una biografia completa y un vídeo, visita la pagina web del Dr. Italy. Jesus había venido primero por el pueblo de Israel.

Hoy vengo frente a ti, para proseguir insistiendo en aquello que asemeja que no va a ser, pero que tu nos lo vas a dar si nosotros disponemos una fe auténtica, como tuvo la mujer cananea. La que nos deja un gran ejemplo de fe en ti Señor. A. Aunque los perros son caseros están en la vivienda del Amo. Si bien yo sea pagano (pecador, impío) no tengo considerablemente más adónde ir. En la mujer cananea estamos representados nosotros, no somos judíos, no somos de la vivienda.

La fe es posible en el no fiel, más allá de que en un caso de esta manera no tiene que ver con la fe genuina, verdadera, que obra para salvación. Es cierto que no solicitaba una bendición espiritual, ni para ella ni para su hija. Más allá de ello, nos enseña algo sobre el misterio de la oración. Hay que orar sin la menor insinuación de duda. Hay que rendirse a la suprema soberanía de Dios. Cuanto mucho más era reprendida con mucho más intensidad pedía.

la fe de la mujer cananea

En Mateo, la historia se cuenta como la curación de la hija de una cananea.​ Según los 2 relatos, Jesús curó a la hija de la mujer mientras que viajaba por la zona de Tiro y Sidón, merced a la fe mostrada por la mujer. En su reflexión para el 20° domingo a lo largo del año, el 16 de agosto, monseñor Gabriel Mestre, el obispo de Mar del Plata, ilustró el Evangelio de la mujer cananea con sus comunes tres puntitos. Dios lo bendiga Pastor, bien interesante el sermón de la mujer cananea.

¿Marcó este acto de Jesús un punto de cambio en su historia? Hay que desmantelar las construcciones que crean división y prerrogativas entre los hijos de Dios. Jesús supera las barreras culturales, cuando se trata de ayudar al enclenque. Su corazón le hace romper las reglas judías. Jesús tiene presente la creencia judía de ser el pueblo elegido y preferido de Dios.

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Aquí la mujer le confía el destino de su hija al hombre que está frente a ella. El deseo de socorrer a su hija le impulsa a proseguir a este hombre, a buscarle sin reposo hasta el momento en que obtiene lo que considera que el puede darle. La respuesta de la mujer nos enseña su determinación y su fe.

Luego, aparece un diálogo entre Jesús y la mujer en presencia de los discípulos quienes querían despedir a la cananea tal y como si se tratase de una intrusa que desea incordiar al Instructor. La contestación de Jesús se percibe como una aparente negativa para efectuar el milagro a aquella mujer pagana, no obstante, la fe no conoce fronteras de raza, cultura o condición social. Jesús atiende la súplica de la mujer y le devuelve la salud de su hija, así mismo, Jesús exhibe su interés por los no judíos.

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amos ¿no me permitirás quizá agarrar una de esas migajas? Esto es que la mujer le esta diciendo yo te solicito tu misericordia como una de aquellas migajitas. Esta mujer no negó ser aquel perrillo, lo reconoció. Es así la manera que él desea que vengas a él reconociendo tus miserias. Dios no nos quiere insolentes, Dios precisa de nuestra humildad en nuestra necesidades a fin de que el pueda obra. En este momento nos dice Santiago que el que ora dudando es como una “ola del mar echada de aquí para allí por los vientos”.

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