Un simple Truco sobre Mateo 4 1-11 al descubierto

mateo 4 1-11

En Comillas, este año, el grupo animador de la lectio decidió continuar la lectura continua del Evangelio de Mateo, propio del periodo A. El beneficio de esta elección es la profundización orante del evangelio terminado. El inconveniente, que el ritmo de lectura no se amolda a los tiempos litúrgicos. Al tiempo que cuelgo estas expresiones en mis “sabores de Dios”, el corazón me late en la cabeza y la congestión me tiene medio mareada. Media gripe se apoderó de mí ahora hace unos días y ni se marcha ni se queda finalmente en mí. 11 Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se aproximaron para servirlo.

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Tentaciones De Jesús (mateo 4,1

Horribles calamidades cayeron sobre Job, pero él continuó fuerte en su fe. Dios le bendijo, restaurando su salud, riqueza, y familia. Los ejemplos de Abrahán y Job nos dan una ojeada a la intención de Dios.

Con el nombre de servidumbre se comprende el culto debido al Señor. Nuestros expositores llaman latría al culto divino, cualquier persona que sea el sitio de las Sagradas Escrituras, en donde encuentran la palabra servidumbre. Mira que los testimonios son citados por el Señor de una manera favorable, pero el demonio los cita de una forma problema. No por visto que está escrito «va a mandar sus ángeles», etcétera., persuade a Jesús a arrojarse. En cuyas expresiones pone fin a la tentación del demonio para que no siga adelante tentándolo.

Recurre a la Escritura como alimento de su alma y precisamente va a ser ese alimento el que le va a ayudar a superar la tentación. En aquel tiempo, Jesús fue conducido al desierto por el Espíritu para ser tentado por el demonio. Y tras ayunar cuarenta días y 40 noches, al final tuvo apetito. “En estas expresiones se manifiesta la doble naturaleza de su persona, por dado que es hombre a quien el diablo tienta y Él mismo es Dios al unísono, a quien los ángeles sirven”. Y estuvo en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; y se encontraba entre las fieras, y los ángeles le servían.

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mateo 4 1-11

La oscuridad simboliza maldad, ignorancia y también incredulidad. La mayor parte del pueblo no conocía el camino de la salvación. Proclamó la verdad salvadora a través de toda esa tierra y atrajo inmensas muchedumbres de gente, que lo prosiguieron de un espacio a otro para oírlo predicar y verlo efectuar milagros. ¿Qué es considerablemente más trágico, qué se enfrenta mucho más a la fe en un Dios bueno y a la fe en un redentor de los hombres que el apetito de la raza humana? El primer método para detectar al redentor ante el mundo y por el planeta, ¿no debe ser que le dé pan y concluya con el hambre de todos? Cuando el pueblo de Israel deambulaba por el desierto, Dios lo alimentó con el pan del cielo, el maná.

Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían. “El demonio entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían”. Piensa Leemos sobre el trasfondo “simple” de los primeros seguidores de Jesús. Si Jesús puede convertirlos a ellos en pescadores de hombres, piensa en lo que él puede llevar a cabo en tu vida. En el pasaje de esta semana, vimos como Dios probó al Mesías con el objetivo de probar su obediencia bajo condiciones totalmente extremas. Vimos como Jesús venció al demonio probando que es el Mesías y dándonos un modelo de como aguantar las tentaciones.

Una de mis manías es no llamar a las tentaciones “de Jesús” sinó “a Jesús”. Al leer esos versículos, el judío del que conversamos además pensaría en Moisés y en Elías, los dos gigantes profetas que permanecieron cuarenta días y cuarenta noches, el uno en el Sinaí (Éx 34,28), y el otro en el desierto de Berseba . 11 Entonces lo dejó el demonio, y se le acercaron los ángeles y lo servían. 1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Jesús superó todas y cada una de las tentaciones que el demonio le puso pues estuvo atento a la voz del Padre. En todo instante pensó en el Reino de Dios como proyecto de paz y justicia para todos.

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Cuando temerariamente te pones en una situación peligrosa y después esperas que Dios te salve, estás siendo pretencioso de Dios. Estas esperando que Él te saque de una situación donde Él nunca deseó que estuvieras. Ser presuntuoso en lo concerniente a Dios es la segunda tentación que Satanás le presentó a Jesús. Al leer el día de hoy, pon atención a la contestación de Cristo y piensa sobre su decisión.

El culto puede ser la latría, que se paga solo a Dios. En sentido estricto el culto solo puede tributarse a Dios. En un sentido general se charla de culto de hiperdulía, que se paga a la Virgen María y de pura dulía, a los ángeles y santurrones. Pero en estas situaciones no tiene que ver con culto en sentido riguroso sino de devoción, la que debe tener como fin último la gloria de Dios. La sana doctrina enseña que en el instante en que el hombre tenga algo que efectuar, no debe tentar al Señor su Dios . Para que sepas qué útil y bueno es el ayuno y qué clase de escudo es contra el demonio y por qué razón tras el bautismo resulta conveniente ayunar y no vivir sujetos a apetitos inmoderados, deseó ayunar Jesús, no ya que El lo necesitase, sino para enseñarnos.

Y pasando de allí vio otros dos hermanos, Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en el barco con Zebedeo, su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. –solo un saludo, solo un reconocimiento momentáneo de la autoridad del diablo. Nosotros, la iglesia, debemos evocar el fondo de la palabra de Dios. Exactamente, asistimos a los necesitados – con comida, agua, hosting, ropa, cuidado de salud, higiene – pero la motivación para hacerlo desvanecerá si no somos alimentados y reforzados por la palabra de Dios. Nuestra primera obligación es ser alimentados y ofrecer de comer a el resto con la palabra de Dios.

• En el momento en que confiamos en el Espíritu Santo y proseguimos el modelo de resistencia de Jesús, tenemos la posibilidad de defendernos de los ataques del diablo.
• En consecuencia, el Señor en el momento en que tuvo apetito, no fue víctima de la necesidad, sino que dejó el hombre a su naturaleza.

mateo 4 1-11