Rumores y mentiras sobre Hebreos

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Estas son mis razones para meditar de esta manera, y oro a fin de que ellas les den una profunda iniciativa del precaución soberano de Dios por nuestra perseverancia y promesa y ánimo. Ustedes no son dejados a sí mismos, a fin de que se aguanten durante las tormentas de la vida. Así que nuestra ancla -nuestro futuro prometido- es seguro, es estable; y es la obra consumada y adquirida de Jesús, nuestro Sumo Sacerdote. 2) Rezar fervientemente a fin de que Dios abra nuestra cabeza y corazón a Su excelencia y a esta seguridad, y también incline nuestra promesa a Él. Lo que vimos la semana anterior en los versículos es que Dios ha recorrido una milla extra al velar pues tengamos fortaleza de ánimo para aferrarnos a nuestra promesa.

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Hebreos 6:19 Reina Valera 1960

Volved a la fortaleza, oh cautivos de la promesa; el día de hoy mismo aviso que el doble te restituiré. Alma mía, espera en silencio únicamente en Dios, en tanto que de El viene mi promesa. Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, permanentes, abundando siempre en la obra del Señor, a sabiendas de que tu trabajo en el Señor no es en balde.

• Y entendió que de alguna forma todo el planeta recibiría bendición a través de esa nación.
• Significa poner nuestro tesoro en esa esperanza.

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Un Tiempo Con Dios

El es la persona mucho más digna de confianza en el cosmos entero. Es todopoderoso, tal es conque nada ni absolutamente absolutamente nadie lo puede vencer. Es omnisapiente, tal es así que nada lo coge de sorpresa, y no hay secreto que no puede resolver.

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¿Puedes imaginar la angustia en el corazón de aquel adulto mayor? Estaba pidiendo lo que amaba más en el mundo entero. Pedía su esperanza para el futuro.

Esta es la voluntad de Dios para nosotros, que tengamos fortaleza de ánimo para conseguir nuestra esperanza. 5) Ayudarnos unos a otros a realizar todas estas cosas en nuestros conjuntos pequeños. Exhortándonos unos a otros a conseguir la promesa. Significa poner nuestro tesoro en esa esperanza. Anhelarla como se anhela la llegada del amanecer tras una popularizada, obscura y tenebrosa noche. Hay, al menos, cinco principios prácticos que usted tiene la posibilidad de aplicar para desplazar su corazón a fin de hallar su esperanza.

El ancla es segura, alguna, y libre de riesgos. Esta promesa es como un ancla permanente y segura para nuestra alma y penetra hasta la presencia misma de Dios. Nuestra ancla es segura y estable, por visto que es Jesucristo mismo.

Nunca nos desamparará, y jamás nos defraudará. En el momento en que ponemos nuestra seguridad en él, podemos estar completamente seguros de que él nos va a socorrer para siempre. Contamos esa promesa tan fuerte y segura como un ancla que sostiene el alma. Nuestra esperanza llega más allá de la cortina del Rincón Muy beato del cielo. Esta es nuestra ancla espiritual, segura y estable, que se fijó alén de la cortina del Templo, en el santuario mismo.

El ancla sostiene el barco en aguas profundas. • El ancla mantiene el barco en el lugar donde el capitán quiere. Cuando hay corriente o viento, el barco puede ser arrastrado fácilmente por el agua si no posee una ancla fuerte y bien asentado. Los navíos precisan anclas como medio de seguridad. Por lo tanto, mis amados hermanos, estad firmes, permanentes, abundando siempre y en todo instante en la obra del Señor, a sabiendas de que tu trabajo en el Señor no es vano. Y cortando las anclas, las dejaron en el mar, aflojando al mismo tiempo las amarras de los timones; y también izando la candela de proa al viento, se dirigieron hacia la playa.

Pertenecientes de esa nación están en todas y cada una unas partes del planeta. Sostuvieron su identidad nacional en adondequiera que fueron. Mediante los siglos, su número ha multiplicado hasta millones de millones. Abraham no comprendió la gran promesa que Dios le dio. Entendió que Isaac iba a ser el progenitor de una enorme nación, y esto le consoló. Comprendió que en el futuro esa nación sería fuerte, por el hecho de que derrotaría a sus contrincantes.

• Hoy los descendientes de Abraham llenan el medio oriente. Tanto árabes como judíos trazan su genealogía desde Abraham. La promesa se refiere particularmente a los descendientes de Isaac, esto es, los judíos.

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