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oraciones a san jose
Pide por nosotros, en memoria de este mal y de este gozo, a fin de que seamos del número de aquellos que, por los méritos de Jesucristo y la intercesión de la Virgen María, resucitarán para la gloria. ¡Oh Beato fidelísimo, a quien fueron comunicados los secretos de nuestra redención, glorioso San José! Si la profecía de Simeón te causó un mal mortal, haciéndote entender que Jesús y María debían sufrir, te llenó al tiempo de satisfacción, al anunciarte que sus males serían seguidos de la salvación de multitud innumerable de almas, que resucitarían a la vida. «Estando desposada su madre María con José, antes de vivir juntos se halló que había concebido en su seno por obra del Espíritu Santurrón».
- Hola Alejandra, se acostumbra llevar a cabo a lo largo de los siete domingos precedentes a San José, pero como cualquier otra devoción siempre se puede orar en el momento en que uno quiera.
- Oh enorme beato, que tus poderes van más allá de lo irrealizable e impensable, cuyo poder fue confiado desde el Dios Todopoderoso.
Tú que gozas de digna gloria en los cielos, y andas junto a tus amados Jesús y María, velando con amor por nosotros tus hijos. Hay instantes duros en los que muchos hallan consuelo al refugiarse en la religión. Para ayudar a solucionar situaciones imposibles y urgentes, hay quienes buscan a San José mediante la oración.
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Glorioso san José, ejecutor obediente de la Ley de Dios. La Sangre hermosa que en la circuncisión derramó el divino Redentor, te traspasó el corazón; pero el nombre de Jesús («Salvador»), que se le impuso, te llenó de consuelo. Dichoso Patriarca san José, elegido para cumplir los oficios de padre cerca del Verbo Humanado. Oh José, que te entregaste al servicio de Jesús y de María, y les fuiste leal hasta la desaparición, haz que yo sea desprendido en su servicio, enséñame a tratar con cariño a Jesús y a recibirle en la Comunión con un corazón puro.
Si el consuelo que experimentaste, al conducir de Egipto a tu amado Jesús, fue turbado por el temor de Arquelao, por su parte tranquilizado por el ángel, permaneciste gozoso en Nazaret con Jesús y María. «Va a dar a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». María, su madre, se encontraba casada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Beato.
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“Solo solicito por amor de Dios, que lo pruebe quien no me creyere y verá por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso Patriarca y tenerle devoción”. “A otros semeja les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad; a este glorioso Santo tengo experiencia que socorre en todas y cada una”. Y puesto que mi felicidad en la tierra y la eterna en el Cielo dependen de esta opción, permíteme seleccionar sin errar. Obténme la luz para saber el Plan de Dios, para proseguirlo confiadamente, y seleccionar la vocación que me va a haber de llevar a la vida eterna.
7 oraciones a San José que tal vez no conocías – Comunicar la fe – Arguments https://t.co/TMamjayD50 vía @arguments
— S E R G I O (@SergioArbAsc) August 20, 2019
oraciones a san jose
De antemano al 19 de marzo, se dedicarán al Beato Patriarca los siete domingos de San José, en los que recordaremos los principales dolores y gozos de San José. Este acto se efectuará con el rezo de una corto oración desde el domingo 31 de enero hasta el 14 de marzo a las 11 horas, previo al comienzo de la Santa Misa. En todos y cada Misa de Hermandad, conmemorada todos cada miércoles, se rezará el Beato Rosario, y, siempre y cuando la liturgia lo permita, se festejará la Eucaristía Votiva de San José. Finalizará la Misa con la oración “A ti, oh bienaventurado José”, a fin de conseguir la indulgencia jubilar. Del mismo modo, el último miércoles de cada mes, tras la Misa de Fraternidad, se realizará una meditación del Padrenuestro a lo largo de 30 minutos, con la finalidad de ganar la indulgencia jubilar prevista.
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Por este dolor y por este gozo, conseguidnos ser del número de los que por los méritos de Jesús y por la intercesión de la Virgen María deben resucitar gloriosamente. Jesús, José y María, les doy el corazón y el alma mía. José, con Jesús y María, llevad al cielo el alma mía. El Papa Francisco ha convocado un año destinado a San José para conmemorar los 150 años de la proclamación de San José como Patrono de la Iglesia universal, por el Papa Pío IX en 1870. Comenzó el pasado 8 de diciembre de 2020 y se extenderá hasta el 8 de diciembre de 2021.
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Te suplicamos, por este mal y este gozo, que te dignes consolar nuestras ánimas ahora y en nuestros postreros instantes, alcanzándonos la gracia de llevar una vida santa y tener una muerte semejante a la tuya, en los brazos de Jesús y de María. Tanto como fueron horribles los dolores y las angustias de tu corazón, en el momento en que creíste deber separarte de tu Inmaculada Esposa, tanto fue vivo el gozo que experimentaste cuando el ángel te descubrió el secreto de la Encarnación. Oh San José, que dejaste esta vida en brazos de tu Hijo adoptivo Jesús, y de tu dulce Mujer María, socórreme, ¡oh Padre! ¡En vuestras manos, Jesús, María y José, encomiendo mi espíritu en la vida y en la muerte!
Señor Dios, haznos beber de la fuente de Agua Viva que brota del Corazón de tu Hijo para que, por intercesión de San José permanezcamos envueltos en tu amor, tanto en los trabajos de esta vida, como en la eternidad de tu gloria. Dios, Padre y Madre, cuyo nombre es “AMOR”, sabes que es el “amor” quien te revela frente el mundo. Enséñanos a querernos en familia de tal manera, que volvamos a ocasionar el pasmo y la admiración de los primeros cristianos. Por la vida tan pacífica que tuviste en Nazaret mezclada de tantos gozos y dolores. San José, Custodio y familiar íntimo del Verbo de Dios encarnado. Grande fue tu padecimiento para alimentar y ser útil al Hijo del Altísimo, sobre todo en la escapada a Egipto; de la misma forma fue grande tu gozo al tener siempre en tu compañía al mismo Hijo de Dios y ver de qué manera caían en tierra los ídolos de Egipto.