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jose hijo de jacob
Recién siendo testigo de la impotencia de “todos los magos de Egipto” y de “sus sabios” para explicarle al faraón el término de su sueño, se acordó el ingrato copero de José. “¡Ahí viene el soñador!”, fue el comentario sarcástico de uno de sus hermanos cuando, a la distancia, lo reconoció por su túnica de colores. “Matémoslo y echémoslo en una cisterna”, fue la malévola idea. “Israel amaba a José más que a sus hijos pues lo había tenido en su vejez y le logró una túnica de diversos colores”, afirma la Biblia cuyos personajes, como se ve, son muy humanos, en sus pasiones y debilidades.
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José Es Nombrado Primer Gobernador Sobre Egipto
y tomad a tu padre y a vuestras familias y venid a mí y yo les voy a dar lo destacado de la tierra de Egipto, y comeréis de la abundancia de la tierra.” En el momento en que se oyó la novedad en casa de Faraón, de que los hermanos de José habían venido, agradó a Faraón y a sus siervos. Ahora mismo pues, te ruego que quede este tu siervo como ciervo de mi señor, en lugar del jóven, y que el jóven suba con sus hermanos. y que el Dios Todopoderoso les conceda misericordia frente aquel hombre para que ponga en independencia al otro hermano tu y a Benjamín. En lo referente a mí, si he de ser privado de mis hijos, que de esta manera sea.
Ellos aceptaron esta iniciativa, si bien expresaban poca esperanza de que su padre dejara a Benjamín volver con ellos. Los tres días que pasaron en la prisión egipcia fueron para ellos de amarga tristeza, mientras que reflexionaban en sus errores pasados. Porque a menos que se presentase Benjamín, su condenación como espías parecía segura, y tenían poca esperanza de hallar que su padre admitiera mandar a Benjamín. Fingiendo dudar de la certeza de lo que aseveraban y considerarlos aún como espías, el gobernador declaró que los probaría, demandando que continuaran en Egipto hasta el día de hoy en que uno de ellos fuera a traer a su hermano menor.
Dios me logró llegar antes que ustedes para salvarles la vida a ustedes y a sus familias, y proteger la vida de considerablemente más. Pero no se inquieten ni se enojen con ustedes mismos por haberme vendido. Fue Dios quien me envió a este sitio antes que ustedes, a fin de preservarles la vida. Lloraba con tanta fuerza que los egipcios podían oírlo, y la noticia próximamente llegó hasta el palacio del faraón. Si nuestro padre ve que el jóven no está con nosotros, va a morir.
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Y además de lo que les he dado a tus hermanos, te doy a ti una porción agregada de la tierra que tomé de los amorreos con mi espada y con mi arco. Entonces José emitió un decreto, aún vigente en la tierra de Egipto, según el que el faraón recibiría un quinto de todas y cada una de las cosechas cultivadas en su tierra. Solo la zona correspondiente a los curas no fue entregada al faraón.
Pero la clave no es otra que ser fieles a Dios en todo tipo de ocasiones, en una fe y una seguridad en Dios inamovibles, más allá de que hay que edificarla en oración mentalizándose a ello, realizando un trabajo siempre y en todo momento para prosperar como hijos de Dios. El comienzo de la manifestación pública del don de José en Egipto, es la interpretación de los sueños de parte de Dios. Este don, al haberlo usado y no ocultarlo delante del pueblo le serviría considerablemente más adelante a José de salvoconducto para su bendición y la de su nación. A priori el peor enemigo al que le podrían vender por el odio que se tenían y tienen todavía el día de hoy, como observamos en Oriente Medio.
Por una parte había encubrimiento, favor y premios; por el otro, desgracia, prisión, y probablemente la desaparición. Toda su historia futura dependía de la decisión de ese instante. La tiernicidad y la lealtad de José cautivaron el corazón del jefe de la almacena real, que llegó a considerarlo considerablemente más como un hijo que como un esclavo. El joven entró en contacto con personajes de alta situación y de sabiduría, y adquirió entendimientos de las ciencias, los lenguajes y los negocios; educación que se requiere para quien sería después presidente de Egipto. No obstante, José preservó su facilidad y lealtad a Dios.
Que hijo de mil puta, sorete, desinformado y traidor hay que ser para bancar a Juan Manuel de Rosas. El primer tirano de América Latina del que Juan José de Urquiza (prócer poco ovacionado) nos termina salvando, si bien el primero que se levantó fue Genaro Berón de Astrada. https://t.co/OTUu2dOQdV
— Sr. Jacob ♪💙💛 (@Rodry_Quijano) April 19, 2021
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Al cabo de los tres días, José los liberó y declaró que llevarían trigo a Canaán, pero, para probar la certeza de sus expresiones, deberían regresar y traer consigo al hijo menor, Benjamín. El apetito también golpeó las tierras de Canaán, y singularmente Beerseba, donde vivía Jacob con su gente. Enterados de que en Egipto había trigo, envió a sus diez hijos mayores a Egipto dejando a Benjamín, el menor de todos, a su lado. Los diez hermanos llegaron hasta la corte del Faraón para soliciar asistencia, y se presentaron frente José, al que no reconocieron por el hecho de que estaba muy cambiado y además de esto vestía como egipcio. Pero, además de esto, José tenía sueños en los que veía que él iba a ser más importante que sus hermanos mayores y también iba a estar sobre ellos.
Hete aquí la distribución de José al empleo de su don, no solo implica ser intrépido ante una situación que bien le podría haber costado la vida, conociendo como reaccionaban los gobernantes tan poderosos, sino más bien incluye un plan divino. Este plan de Dios revelado a José se traduce en parte en la visión clara del emprendimiento para arreglar una situación que a priori no tiene arreglo. Al mismo tiempo José, por el hecho de recibir la sabiduría para enseñar el plan, sabe que Dios además le ha proveído del poder para llevarlo acabo, y hace una sugerencia, quizá con la intención de ser nombrado pedido de aquel emprendimiento. Esta actitud encomiable es la que debemos tener en nuestras vidas, las de buscar la bendición de Dios y la de estar prestos a acometer las tareas considerablemente más bien difíciles sabiendo que el Señor nos proveerá. Al mismo tiempo oportuno, al tiempo predeterminado por Dios ese hombre, el copero se acordaría de José.
“Venid, y vendámosle á los Ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él; que nuestro hermano es nuestra carne. Ámbas partes de la iniciativa de Judá revelan la tensión que sienten los hermanos. Por una parte, vender a José a los Ismaelitas es tomar partido en la compraventa de esclavos. Por otra parte, vender a José a la esclavitud es menos terrible que dejarle fallecer en una cisterna. El hecho “que nuestro hermano es nuestra carne” aumenta esta tensión.
