Lo que los especialistas no están diciendo sobre Ana En La Biblia y de qué forma le perjudica

ana en la biblia

Con todo, ella y su marido entregan al niño, no de mala gana, sino con gratitud. Primero ofrecen sacrificios en la casa de Dios y después llevan a Samuel frente Elí, mencionándole el voto que Ana había hecho allí ciertos años atrás. 3 La Biblia nos revela 2 gigantes inconvenientes en la vida de Ana. Sobre el primero tiene poco control, y sobre el segundo, absolutamente ninguno. El primero es que pertenece a un matrimonio polígamo y debe aguantar el odio de la otra mujer.

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Ana: Le Abrió Su Corazón A Jehová

Sacrificio Personal cuando Ana oró a Dios le prometió dedicar su hijo al servicio de Dios y en el momento en que llegó la hora lo cumplió pese al mal de separarse de su hijo Samuel. Piedad era una de sus mayores cualidades a la vera de su Fe, vivía una vida piadosa y encargada de Dios, de año en año iba al templo al lado de su esposo. Fe era una de sus virtudes mas perceptibles, poseedora de una fe constante y también invariable.

Y apreciamos que Penina tenía hijos y también hijas (v.4b). Vamos a dudar que Penina tenía siete hijos en catorce años, podíamos ver que Ana estuvo buen tiempo con exactamente la misma escena. Si la irritaban se enfurecía de impotencia y tan sólo se ponía triste al punto de plañir y no comer. No sé como lo hacía, las mujeres deben saberlo mejor. Quizá alguna aquí en el lugar de Ana ya le hubiera dado su justo a Penina o hubiera descuidado a su marido con un moño de obsequio a Penina.

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Fue criado y educado en el hogar por su madre, y podemos tener certeza de que con todo el cariño materno le cuidaba y preparaba para su futuro. En el versículo 23 apreciamos como Elcana también recordó a Ana su voto, y en esto le animaba y la apoyaba. Por nada estéis afanosos, sino más bien sean conocidas vuestras pretensiones enfrente de Dios en toda oración y suplico, con acción de gracias.

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Aún cuando podía separarse de Ana, Elcana la tuvo a su lado más allá de las críticas y la vergüenza de tener una mujer estéril. En el tiempo de Ana, la esterilidad daba derecho al marido a pedir el divorcio. Ana se sentía inútil, incapaz de dar al confort de la familia y de la nación. Se sentía mal consigo misma por la repetidas ofensas gracias a su infertilidad, los insultos de la otra mujer de Elcana, Penina, la torturaban a tal grado que no deseaba comer y pasaba la mayoría del tiempo llorando. En la antigüedad una mujer que no tenía hijos, se pensaba había sido maldecida por Dios y era motivo de vergüenza. En aquella ocasión, Elcana ofrecía una ofrenda de paz, que era una forma de expresar la comunión con Dios y con la gente.

Hermanos, oremos por nuestros hijos, y no los tengamos solo para nosotros ni para el mundo, sino para el Señor. Sí, la mayoría de ellos tendrán sus trabajos en el planeta, y esto es bueno, siempre y cuando todo lo hagan para el Señor y para Su honor y gloria. Cristo en su oración en Juan 17 solicitó por la consagración de Sus discípulos.

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• Entonces pasó a ser madre y con esto se completa su papel.
• Si te habitúas a orar todos y cada uno de los días, eso se transforma en algo muy natural y hermoso en tu vida.

Oro para que todos tengan sentido en el instante en que para finalizar seamos nuevos y volvamos a casa con nuestro Señor. Por más que me agradaría decirles que todo lo que aguardamos suceda, esto no es cierto. Va a haber esperanzas y necesidades que no observaremos fructificar en este lado del cielo. Tener fe en que Dios nos está guiando por su mejor camino puede infundir paz en nuestras ánimas para admitir lo que Él quiere ofrecernos.

Ella con AMARGURA de alma oro a Jehova y lloro en abudancia. En el momento en que comprendemos el poder que hay en ofrecer lo destacado, se abren las ventanas de los cielos con bendiciones. Ana fue muy desprendida al prestar a su primer hijo al servicio de Dios. Ofrezcamos a Dios una ofrenda, lo que Él ponga en tu corazón, algo que logres cumplir. Cuando tengamos una necesidad o aflicción vayamos a lamentarnos enfrente de nuestro Padre, oremos y derramemos nuestro corazón como logró Ana.

Nos podemos sentir como Ana, quizás podemos sentir que Dios nos abandonó, sentirnos rechazadas. Pero pese al padecimiento, del mal, del rechazo y la soledad, ella se levantó tomó fuerzas en el Señor y no se dejó vencer por el problema, o por la contrariedad. Se fe la llevo a clamar con perseverancia a Dios.

Y —nótese ese aspecto de una exquisita femineidad— en honor del Señor, en su día, se viste de gala si bien su corazón esté triste. Toda mujer sabrá ver lo que esto supone de particular olvido de sí. Llegó el fausto hecho de la natividad de María, y Joaquín, para festejarlo, dio un banquete a todos los primordiales de la ciudad. A lo largo de él presentó su hija a los curas, quienes la llenaron de bendiciones y de contentos augurios. Joaquín no echó en olvido las expresiones del ángel que se relacionan con la permanencia de María en el Templo desde su mucho más tierna edad, y también logró que, al llegar esta a los tres años, fuera presentada ceremoniosamente en casa de Dios. Y para que la pequeña no sintiese tanto la separación de sus padres procuró Joaquín que fuera acompañada por algunas doncellas, quienes la seguían con velas encendidas.

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