La remata Guía para Romanos

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Si nos llega el pago que merecemos conseguiríamos la desaparición, pero Dios de Su gracia nos dió la vida eterna. La forma de salir de esta muerte espiritual es venir a Cristo por medio de la fe y atraído por el Espíritu Santurrón. La fe en Cristo nos transporta a la vida espiritual y en último término a la vida eterna. Ya que los estipendios del pecado, muerte; pero el carisma de Dios, vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. Nos hace rememorar que todos en algún instante de la vida hemos pecado, pero gracias que nuestro Señor murió en la cruz tenemos la posibilidad de tener vida eterna.

Pues la paga del pecado es muerte; pero el don de Elohim es vida eterna en el Mashíaj Yahoshúa, nuestro Instructor. Pues la paga del pecado es muerte; mas el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Porque la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. Por el hecho de que más allá de que la paga del pecado es muerte, el regalo que nos da Dios es vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor.

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En versículos 17-18, Pablo agradeció a Dios que estos cristianos hubieran pasado su coalición del lado del pecado a la vera de la justicia – que hubiesen pasado de la desaparición a la vida. En este momento, Pablo les recuerda que, de nuevo, tienen que cambiar su conducta según esta novedosa alianza. Igual que en el pasado habían servido fielmente al pecado , ahora mismo han de ser útil a la justicia con exactamente la misma lealtad. Ya que no estamos bajo la ley sino más bien bajo la gracia, nuestra justicia no puede ser una que viene de obedecer la ley (v. 15). Si buscáramos la justicia que acompaña el cumplir de la ley, estaríamos frustrados, porque es imposible seguir la ley sin fallar.

Por El Hecho De Que La Paga Del Pecado Es Muerte, Mas La Dádiva De Dios Es Vida Eterna En Cristo Jesús Señor Nuestro

En versículos 20-21, Pablo mencionó de sus vidas viejas en servicio al pecado. “Mas ahora” (v. 22) marca un cambio – en este momento, Pablo charlará de sus vidas recientes en servicio a Dios. “que como para iniquidad presentasteis vuestros integrantes á ser útil á la inmundicia y á la iniquidad, de este modo ahora mismo para santidad presentéis nuestros miembros á ser útil á la justicia” (v. 19).

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Porque la paga del pecado es muerte y el arrepentimiento sincero es la mejor opción opción alternativa. Nunca olvidando hacer una oración a Dios por el perdón de nuestros errores. En la vieja vida, nosotros producimos trabajos que generaron muerte. En la novedosa vida en Cristo, generamos frutos que glorifican a Dios y traen la alegría a nuestras vidas. Si el fruto de la simiente del pecado es la desaparición, entonces el fruto de la simiente de Dios es la santidad y la vida eterna (véase v. 19 para una discusión de santidad). Vida eterna incluye los dos cantidad y calidad de vida – vida sin fin vivida en presencia de Dios.

21 ¿Qué recompensa, en tanto que, teníais entonces por aquellas cosas de las que en este momento os avergonzáis? 19 Les hablo en términos humanos, gracias a la debilidad de vuestra carne. Pues como presentasteis nuestros miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad cada vez mayor, de este modo presentad ahora nuestros pertenecientes como esclavos a la justicia para la santidad. 12 No reine, pues, el pecado en tu cuerpo mortal, tal es así que obedezcáis a sus pésimos deseos.

Jesucristo fue la única persona con la capacidad de hacer la Expiación por toda la raza humana. Por este motivo, vamos a poder resucitar y recibir el don de la vida eterna. De lo contrario, solo habrá perdición puesto que la paga del pecado es muerte. La Ley trabajó en el pecado, y el resultado del pecado es la desaparición; la felicidad resulta en la justicia y la vida eterna.

Por dado que el salario del pecado es la muerte; pero el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. Pues el salario del pecado es la desaparición; pero el don gratis de Di-s, la vida eterna en Mesias Yeshúa Señor nuestro. Pues el salario del pecado es la desaparición; pero el don de Dios, la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Ya que el salario del pecado es la desaparición; pero el don gratis de Dios, la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. El pecado da como pago la muerte, pero Dios da como obsequio la vida eterna en unión con nuestro Señor Jesucristo.

23 Por visto que la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. pues el sueldo del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. pues, como sabéis, la paga del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es la vida eterna que nos proporciona en Cristo Jesús Señor nuestro. Pues la paga° del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Jesús el Mesías, Señor nuestro.

• En el momento en que somos regenerados, somos dados con vida juntamente con Jesucristo.
• Es bíblico y vital que aquí entendamos la desaparición en el sentido de separación en vez de cesación.

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Por visto que el estipendio y paga del pecado es la muerte; pero la vida eterna es una felicidad de Dios por Jesucristo nuestro Señor. Pues la paga del pecado muerte; mas la gracia de Dios vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. Si nos volvemos pecadores nos alejamos de Dios, y él nos ha dicho “Yo soy el camino, la realidad y la vida”. De esta forma nos separamos de la auténtica vida, experimentamos la desaparición. Pues la paga del pecado es muerte, y no es ciertamente una muerte física.

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