Comentarios y patrañas sobre Tercer Viaje De Pablo

tercer viaje de pablo

Sin embargo, algunos cristianos tal como Bernabé, lo admitieron y hablaron en su favor. — Hombres, sabéis que nuestra prosperidad procede de este trabajo; y veis y oís que no solamente en Efeso, sino más bien asimismo en prácticamente toda Asia, este Pablo ha persuadido y apartado a muchas personas, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos. No solamente hay el riesgo de que este negocio nuestro caiga en descrédito, sino más bien además que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y que próximamente sea desposeída de su majestad aquella a quien adoran toda el Asia y el mundo. Y tras estar allí algún tiempo, salió a recorrer en orden la zona de Galacia y Frigia, fortaleciendo a todos los discípulos. Y Pablo continuó unos cuantos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos y cada uno de los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando con relación al Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.

Pablo va a hacer una alusión sarcástica a estos ritos violentos en el momento en que invite a los judaizantes, que perturban a los gálatas, a castrarse (Gál 5, 12), lo mismo que hacían ciertos galos en honor a Atis. Al llegar la primavera, Pablo dejó Antioquia y emprendió nuevamente el camino siguiendo el mismo itinerario de su segundo viaje. Era la ocasión de conocer de nuevo a las jóvenes comunidades que había fundado. La Carta a los Gálatas no nos señala las situaciones de esta segunda visita (que se deduce de la indicación de Gál 4, 13).

Los Propósitos Para El Tercer Viaje

El primero de ellos, según el relato del libro de losHechos de los Apóstoles,1fue movido por una revelación delEspíritu Santoa emprenderlo junto conBernabéy conJuan Marcos, quien era sobrino de este último. El viaje comenzó aproximadamente entre los años47a48d. C.Embarcaron en Seleucia, que era el puerto de la ciudad deAntioquía de Siria(Seleucia distaba pocos km de Antioquía). El cuarto viaje de Pablo ciertos no lo consideran como un viaje misionero precisamente. Aún así, en ese cuarto viaje Pablo asimismo predicó a varios la palabra del Señor. En el capítulo 21 dice que otros hermanos en la fe, en la ciudad de Tiro, le habían dicho que no fuese a Jerusalén pues allí le esperaban cadenas, pero Pablo ahora lo sabía y estaba dispuesto a padecer por Cristo con tal de realizar su intención.

En la edad de oro de su crónica Atenas tenía considerablemente más hombres del considerablemente más sobresaliente genio que los que nunca hayan vivido en alguno otra ciudad. No obstante, aun en el tiempo de Pablo la viviente Atenas era cosa del pasado. Cuatrocientos años habían transcurrido desde su edad de oro, y en el curso de estos siglos había experimentado un triste decaimiento.

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Se encontraba atravesada de oriente a occi­dente por un enorme sendero romano, por el que viajó el misionero. Y los sitios de donde disponemos novedad de sus trabajos son Filipos, Tesalónica y Berea. A lo largo de este traslado de Pablo, de Asia a Europa, estaba verificándose una gran resolución providencial que nosotros como hijos del Occidente no podemos recor­prestar sin la mucho más profunda gratitud. Si así hubiera sucedido, los misioneros de la India y del El país nipón hoy en día atravesarían el océano para venir a predicar a Inglaterra la narración de la cruz; pero la providencia dio a Europa la superioridad, y el destino de nuestro continente se decidió al atravesar Pa­blo el mar Egeo.

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Venían con nosotros algunos acólitos de Cesarea, que nos llevaron a casa de determinado Mnasón, de Chipre, antiguo acólito, donde nos habíamos de hospedar (Hch 21,15-16). + Pasados estos días y hechos los preparativos de viaje, subimos a Jerusalén. Además, el mapa da la posibilidad de poder ingresar con un click a los sitios geográficos y las ciudades mucho más esenciales de los viajes y las cartas paulinas. Pero Efeso era todavía mucho más famosa como ciudad sagrada. Era el taburete del culto a la diosa Diana, cuyo templo era entre los mucho más insignes altares del mundo viejo.

• Aún está por completarse el mapa que recoja todos los viajes completados por san Pablo en su crónica.

Después de estos nos comunica la Escritura que unos judíos, siete hijos de un tal Esceva, andaban expulsando demonios para sacar ganancia, eran algo tal como exorcistas, cosa que existía ahora en esa temporada. Un demonio los revela y les dice ¿quiénes sois nosotros? «Conozco a Jesús, y sé quién es Pablo, pero ustedes ¿quiénes son?

Partieron del puerto de Cesarea Marítima, arribando en una día al puerto de Sidón; desde esta localidad, donde siguieron múltiples días, se dirigieron, costeando entre Chipre y Cilicia, a Mira; esta travesía duró unos quince días. Desde Mira, retomaron el viaje hacia Creta, llegando en el puerto de Lasea . Lucas detalla brevemente el viaje de Pablo de vuelta a Jerusalén y los inconvenientes que le esperan allí. Él recibe varias observaciones de no regresar pero reitera que llegar a la localidad. El constructor prosigue su informe minucioso de los recorridos de Pablo al detallar los datos del viaje del Apóstol desde Éfeso por Macedonia, devuelta a Troas y ahora mismo hacia Mileto, una localidad litoral al sur de Éfeso. Lucas da un comprendio del viaje de Pablo por Macedonia donde animaba a las iglesias y evitaba otro complot judío de hacerle daño.

Se asentaron un tiempo en esta localidad, y de allí partieron para la localidad de Iconio, capital de Licaonia que pertenecía a la provincia romana de Galacia; por allí pasaba una ruta escencial que unía la fundamental ciudad de Éfeso con Siria. Desde allí se dirigieron hacia la localidad de Listra, también en la zona de Licaonia. Pablo y Bernabé partieron de Listra a Derbe, y desde esta localidad retornaron sobre sus pasos a Listra, entonces a Iconio y después a Antioquía de Pisidia; de allí fueron a Perge, y de Perge al puerto de Atalia, donde se embarcaron para Antioquía. Observamos el patrón popular de predicar a los judíos quienes reaccionan de manera negativa, y Pablo dirigirse a los gentiles. Durante su tercer viaje, predicó por tres años en Éfeso, bifurcación de todo el planeta de roma. Luego marchó hacia Macedonia y Grecia a fin de edificar a las congregaciones que había allí.

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Tenemos un monumento de su éxito en las iglesias establecidas por todas las cercanías de Efeso, a las que San Juan conversó bastantes años después en el Apocalipsis; por dado que fueron probablemente el fruto indirecto de los trabajos de Pablo. Pero disponemos un monumento mucho más admi­rable de esto en la epístola a los Efesios. Y, no obstante, su autor esperaba evidentemente que los efesios lo enten­diesen.

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