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la narración de jose y sus hermanos
En el libro de Génesis logramos hallar una enorme historia cariñosa, redención, y perdón que más allá de llevar múltiples años fue cumplida basado en las promesas que Dios le logró a un joven llamado José. Al paso que aún era muy joven, José reporto a su padre y hermanos que había tenido un sueño en donde sus hermanos tal como el sol y la luna se inclinaban enfrente de él, lo que logró que sus hermanos se enfurecieran considerablemente más en oposición a él. Días después sus hermanos planearon vender a José como esclavo a una caravana quien lo llevo hasta la tierra de Egipto y ahí lo volvieron a vender a un hombre llamado Potifar, quien fuera el capitán de la almacena del faraón.
Esta es una demostración pasmante de la depravación del corazón humano—pero no es la última demostración. Por servirnos de un caso de muestra, en 1995, Susan Smith ahogó deliberadamente a sus propios hijos y mintió al país diciendo que los pequeños habían sido secuestrados. Acostumbramos a meditar que alguien que haya cometido tal acto se vería abrumado por el remordimiento, pero su aptitud deponer una cara falsa sobre un delito tan horrible exhibe lo ilusorios que son nuestros corazones. B. Los hermanos de José lo venden en la esclavitud. Más allá de que José estaba mal encontar estos sueños, sin duda se hicieron situación. Uno puede recibir un mensaje fantástico de Dios que quizá él no tenga la intención de que se publique a el resto.
Jacob Llega A Egipto
Los hermanos se sentaron a comer la comida que José les había traído. Resulta que los 10 hermanos mayores que José tenían muchos celos de José, ya que José le decía a su papá las cosas malas que hacían los hermanos mayores. “A través del estudio detenido y de la consideración de las bendiciones del Señor pronunciadas a través de Jacob sobre sus 12 hijos, se hace evidente que no todos iban a recibir equitativamente de las promesas del Señor. En comparación con Abraham, que vivió 175 años, y también Isaac, que vivió 180, los 130 años de Jacob en este punto podrían considerarse como menos o “pocos”.
Este pasaje sirve de preludio a la esclavitud en Egipto que dará paso a la figura de Moisés, que aparecerá al principio del libro del Éxodo. José, a quien sus hermanos desecharon, e incluso conspiraron para matar, se transformó en la salvación de sus hermanos y de su pueblo. Y subieron de Egipto y vinieron a la tierra de Canaán, a su padre Jacob. Y así mismo lo hicieron los hijos de Israel; y José les dio carretas conforme a la orden de Faraón, y les dio provisiones para el camino. y tomad a tu padre y a vuestras familias y venid a mí y yo les daré lo mejor de la tierra de Egipto, y comeréis de la abundancia de la tierra.” Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos charlaron con él.
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- Al finalizar los siete años de abundancia en Egipto, llegó el apetito, y el pueblo clamaba al Faraón, que les decía que fueran a José y también hiciesen lo que él dijera.
Los hermanos de José habían vivido con este horrible misterio durante 20 años. Cualquier mención de José o de Egipto saca a resplandecer el sentimiento de culpa. Debían ser liberados de la capacidad de este terrible secreto. José oyó los sueños y Dios lo asistió para explicarles el concepto de los sueños de los 2 hombres.
la crónica de jose y sus hermanos
Al rayar el alba, fueron despedidos los hombres con sus asnos. Y los sentaron enfrente de él, el primogénito conforme a su primogenitura, y el considerablemente más joven conforme a su juventud, y los hombres se miraban unos a otros con asombro. Y José se apuró a salir, ya que se sintió profundamente conmovido a causa de su hermano y procuró donde plañir; y entró en su aposento y lloró allí.
Jesucristo, siendo entregado a los gentiles, fue crucificado y hizo el sacrificio expiatorio, transformándose así en el Salvador de toda la raza humana. Habían pasado mucho más de veinte años desde el momento en que sus hermanos lo habían vendido y todavía se sentían tremendamente responsables con lo que habían hecho. 12Después sus hermanos fueron a apacentar el rebaño de su padre en Siquem. 11Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba sobre lo que se dijo. 3Y amaba Israel a José considerablemente más que a sus hijos, porque era para él el hijo de su vejez; y le hizo una túnica de varios colores.
La última posición de José sobre sus hermanos, va a tener bastante que ver con la comida. Vinieron personas de todos los países a comprar los granos de José, por visto que todos precisaban alimentos. Ciertas de aquellas personas eran los hermanos de José. Cuando llegaron sus hermanos, José los reconoció, pero ellos no sabían quién era él. (Habían pasado considerablemente más de diez años desde la última vez que lo habían visto).
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De la misma había visto en el sueño de las vacas, las siete espigas delgadas se comieron a las mucho más enormes, pero siguieron igual de delgadas y quemadas. El primero en relatar su sueño fue el jefe de los coperos. Él vio en su sueño una vid con tres ramas que empezó a florecer y ocasionó uvas.
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Así como Dios bendijo a José, también nos bendecirá a nosotros. Tras un tiempo y tras una secuencia de hechos prodigiosos, José salió del calabozo y llegó a ser el ministro principal del Faraón. También, cuando meditemos sobre la Pasión de Nuestro Señor durante la Semana Santa, observaremos de qué forma Jesús también es vendido por treinta monedas de plata y después torturado y ejecutado. Lo que aparenta ser una derrota, un fracaso clamoroso, se transforma en el acto de amor considerablemente más sublime en la narración de la raza humana, en la victoria definitiva sobre el pecado y la desaparición, dando paso a nuestra salvación. La “locura de la cruz”, que en el momento en que la observamos desde la óptica de la fe se transforma en “fuerza de Dios” .
