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un corazon contrito y humillado
Los ministros puede mente la realidad a los corazones quebrantados. Un corazón quebrantado gozosamente se sienta a oír sobre la justicia sin proyectos. Pedid, amigos, a Dios que les libre de la maldición de un corazón muerto, no quebrantado, no contrito y humillado. Primero, por el hecho de que no va a pasar un buen tiempo relajado en su falsa seguridad; les halláis sobre sitios resbaladizos y las olas del océano rugen bajo nuestros pies. Segundo, porque Dios les denostará en la eternidad en vuestra calamidad. Si nosotros os volvéis en este momento, hay promesa de perdón cierto.
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El Corazon Contrito Se Deja Ensenar …
Descubres así el vínculo entre tu bautismo y la penitencia que, según san Agustín, es un bautismo períodico, es decir, la señal por la que expresas día a día, tu fe bautismal. Para enseñar de forma impecable el vinculo entre la conversión y la desgarradora toma de conciencia de tu pecado, Agustín definirá la penitencia como un “bautismo en lágrimas”, en oposición al bautismo en el agua y el Espíritu. No te puedes procurar por ti esta bienaventuranza de las lágrimas, sería un sentimiento forzado y ficcional. A fin de que sea verdadero, ruega al Señor que “arranque de tu corazón de piedra las lágrimas de la contrición”.
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Sacrificio es para Dios un espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no lo desprecias tú, oh Dios. Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; Al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás. Un corazón contrito es aquel que tiene mal y pesar por haber insultado a Dios, es aquel que está lleno de remordimiento por haber pecado. Un corazón humillado es aquel que se inclina ante Dios, que dobla sus rodillas y mira hacia abajo, no sintiéndose digno de alzar su rostro hacia el Señor, rendido a los pies del Altísimo,presto a obedecer y a dejar el pecado.
¿Por qué no está orando para resguardar sus ojos y para tener pensamientos libres de deseos sexuales? Por visto que sabe que el pecado sexual es un síntoma, no la patología. La gente dan lugar al pecado sexual pues no tienen la plenitud del gozo y la alegría de Cristo. Están seducidos, y se rinden pues Dios no posee el lugar que debiese tener en sus pensamientos y sentimientos. Para comprender mucho más sobre por qué Dios quiere que tengamos un corazón contrito podemos analizar la clase de corazones que no le agradan a Dios.
un corazon contrito y humillado
Así que tener un corazón contrito significa admitir que somos pecadores y estamos quebrantados. El corazón quebrantado vio deshecho su amor para con el pecado. – En el momento en que un hombre cree en Cristo, se da cuenta entonces de que el pecado le resulta despreciable. Primero, pues él le divide de Dios, abre entre Dios y él una enorme alma y arrastra al hombre a la condenación del infierno. Segundo, ya que llevó a Cristo a la cruz, al Señor de gloria; fue la enorme carga que gravitó sobre su alma, lo que le logró sudar, sangrar y fallecer. Mi infelicidad y desdicha es porque soy un pecador.
Múltiples, sin lugar a dudas, se enfurecen a menudo en lo más íntimo de sus corazones al oír la predicación de la justicia de otro, que debéis aceptar desechando la vuestra, si no deseáis perecer. Varios, indudablemente, han descuidado esta iglesia por causa de semejante predicación; y sensiblemente más, a no dudar, proseguirán el mismo sendero. En cambio, amados, el corazón quebrantado no puede ofenderse de semejante predicación.
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12 Restitúyeme el gozo de tu salvación, y sostenme con un espíritu de poder. 13Entonces enseñaré a los trasgresores tus caminos, y los pecadores se transformarán a ti. 14 Líbrame de delitos de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación; entonces mi lengua cantará con gozo tu justicia.
Los ministros y los cristianos están preparados y Cristo mismo además lo está; pero después, en la eternidad, su denuesto va a caer sobre nosotros. Como cristianos, entendemos que toda la raza humana está caída y es pecadora. Piensa en el contraste entre lo que podrías ser y lo que eres; entre la clase de pensamientos que tienes y los que deberías tener; entre lo que haces y lo que deberías hacer, entre lo que no haces y lo que deberías hacer. Como cristianos, al equiparar las reglas bíblicas de Jesús con nuestra verídica naturaleza, nos sentimos arrasados. De ahí que, nuestro corazón está quebrantado, arrollado y contrito. Si alguien que profesa ser católico no ve esto, está ciego; lo mucho más posible es que no tuvo una experiencia de conversión, o la perdió.
“¿Quién nos mostrará lo bueno?” Y corre preguntando de criatura en criatura tratando encontrar su exitación, “lo bueno”. Los miedos de la desaparición y del infierno intimidan —de esta forma lo se dan cuenta los desesperados- sus almas desde el momento en que fueron sacados bruscamente de su condición dormida y de su estado de reposo y falsa calma. – Cuando Dios se dispone a socorrer un alma, la transporta en primer lugar a preocuparse de sus errores. “Maldito es todo el que que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas”.
Todos estos son síntomas de una enfermedad cardiaca mortal a nivel espiritual. Vuélveme el gozo de tu salud; Y el espíritu libre me sostenga. No me eches de delante de ti; Y no quites de mí tu santurrón espíritu. Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, Holocaustos y ofrendas enteramente quemadas; Entonces se van a prestar novillos sobre tu altar. Puesto que la clase de tristeza que Dios desea que suframos nos distancia del pecado y trae como resultado salvación.
