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jesus calma la tempestad
Es el acto de fe el que provoca que la fuerza de Jesús actúe, y que la tempestad pierda la fuerza que tiene para producirnos miedo, pierda las garras con que nos amenaza. Esta escena que nos cuenta San Marcos, sucede en el lago, en la mitad de una amenazante tempestad. Jesús duerme en la barca, mientras que el terror se apropia de los discípulos.
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María también se encontraba con un fuerte mal por la muerte de Jesús y los acólitos con miedo, por lo debieron cerrar las puertas del cenáculo”, apuntó. Afirmó que es para ello que se preparan por 40 días por el sendero del desierto más la Semana Santa con una preparación considerablemente más fuerte y después el Triduo Pascual que es el Jueves, Viernes y Sábado Santurrón, para hacer llegar al mundo la resurrección de Jesús. “Se ha visto como una de las mejores decisiones de Jesús que una mujer sea primera apóstol en recibir la noticia de la resurrección. Fue María Magdalena la primera que le vió a nuestro Señor resucitado y luego el resto seguidores”, confirmó. El día de hoy, Domingo de Pascuas, día en que Jesús venció a la desaparición, para la feligresía católica es la fiesta más fundamental y es un día en el que en forma personal hay que analizar si verdaderamente cada uno dejó de lado todo lo malo y ha renacido como una única persona. La mujer, una enfermera de Prominente Paraguay, Fuerte Olimpo, oró a Chiquitunga y le solicitó que interceda por ella con Dios para salvarle la vida a su hijo, quien por último salió del hospital.
Nos sujetamos a todo lo que nos logre dar algo de seguridad, consistencia o felicidad. En las tempestades de la vida el silencio de Dios revela nuestra pobreza, permite nuestra independencia y nos lleva a confiar en Él, con verdadera humildad. El Señor nos ha citado en la barca al lado de otros acólitos y nos proporciona una travesía hacia la otra orilla. Quizás sentimos la tentación que nos invita a quedarnos aquí donde estamos seguro, que no nos arriesguemos de ir más allá de lo conocido y trillado, que nos quedemos en las prácticas y oímos nuestras resistencias interiores al desembarcarnos. Y para llegar a comprender nuestras reacciones en frente de las tempestades y armar nuestro itinerario espiritual, echemos una ojeada a de qué forma hemos venido acogiendo las convidaciones que el mismo Jesús nos vino enseñando en el Sermón de la montaña.
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Para Él, la fuente de todo está en el corazón y en el pensamiento. En el instante en que nos examinamos, deberíamos frente todo investigar, mucho más que hechos externos apartados, nuestras reacciones internas, que son la raíz de lo que hacemos y mencionamos. De esta forma asimismo, ya no se acompaña el mal de la Virgen María, a quien la estábamos honrando con la pasión y muerte de Jesús, su ida al sepulcro, el descenso al rincón de los muertos. “María se guardaba todo lo mencionado en su corazón y ella comprende que la resurrección era alguna.
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Ideas para hacer manualidades con los pequeños sobre la historia bíblica Jesús calma la tempestad. La “seguridad” es una palabra humilde, fácil, natural, pero es al tiempo entre las considerablemente más fundamentales para vivir. Sin seguridad no hay amor, no hay fe, no hay vida. Sin confianza “andamos solos, aislados en una suerte de “túnel” construido con nuestros inconvenientes, nuestras intranquilidades y nuestras inquietudes” (O. Clement).
Sentimos en nuestra carne la fragilidad, el padecimiento y la patología. La muerte, más que nada en este tiempo del Covid-19, semeja amenazamos por todos lados. El apetito y el horror de la guerra en sus formas destrozan a ciudades enteras. La confianza en la victoria final de la vida no nos regresa indiferentes.
Del mismo modo pasa en la vida día tras día de la gente, donde las adversidades pueden sobrepasar sus críticas y hacerlos meditar que todo está perdido. Pero si nos encontramos juntos con Jesús, podemos sobrellevar cualquier tempestad y estudiar lecciones de vida. Si bien en ciertos casos la enseñanza sea durísima y dolorosa. Sin embargo la tormenta era tan colosal que los sacrificios no eran suficientes.
Podemos hacer una resolución equivocada o unirnos a compañeros que no tengan unas lindas maneras de accionar y meditar. Cuando estés en frente de problemas como estos en el mar de tu vida, a quién quieres tener contigo en la barca? Si andas con Jesús día a día, él va a estar allí contigo. Jesús, al decirnos ¿por qué tienen temor, hombres de poca fe? , nos recomienda ir a sustituir la angustia de la desaparición por la seguridad de la vida. Si Cristo ha resucitado, la desaparición no posee la última palabra.
Además podemos preguntar que tanto Elías como Eliseo dividieron las aguas del rio Jordán. Estas obras prodigiosas sobre la naturaleza era un testimonio de aprobación de Dios a estos hombres y ahora vemos a un hombre llamado Jesús que disfruta del mismo respaldo. Todos nos encontramos sometidos a la tempestad de cuando en cuando. 23 Y estando el en la barca, sus discípulos le siguieron.
- Esto impidió que las enormes olas los tirasen fuera de borda.
Dios, tú eres un Dios con todo el poder para obrar cosas maravillosas y prodigiosas que para los humanos son inviábles de efectuar. Dios, ayúdame a admitir que has hecho cada día milagros en nuestras vidas. Tras un tiempo explorando, surgió una gran y robusta tormenta, que conminaba con hacerlos zozobrar. La tempestad fue tan colosal que el barco era cubierto por las olas y comenzó a llenarse de agua. Hoy la seguridad tampoco nace de manera espontánea en nosotros, solo por visto que lo hemos escuchado desde pequeños a catequistas y predicadores o porque alguien nos lo afirma. Para abrirnos a la fe en Jesús, tenemos que efectuar nuestro propio paseo, tener nosotros la experiencia de Él en nuestra vida diaria, en lo que somos y contamos.
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