Pequeños , Trabajo y La Historia De Sanson

la crónica de sanson

Conque ella sigue preguntándole a Sansón a qué se debe que él sea un hombre tan fuerte. En Asia menor existía un ritual llamado comiria, que consistía en el recorte de manera de forma anual del cabello del rey sagrado. El rey sagrado llevaba los pelos sin rasurar en la medida en que representaban el poder o la fuerza del sol al que el rey encarnaba. ​ Su consorte tribal acostumbraba a recortarle el pelo para entonces traicionarlo. La liturgia parecía simbolizar la disputa entre el rey del sol y su heredero a favor de una sacerdotisa que representaba a la diosa Luna.

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La Crónica De Sansón Y Dalila = Samson And Delilah

Siendo joven, Sansón deja su pueblo para visitar las ciudades filisteas, donde se enamora de una mujer de Timnat, con quien escoge casarse, pese a la oposición de sus progenitores, que prefieren una joven israelita. Esta resolución se muestra como parte de un plan de Yahveh para agredir a los filisteos. De sendero a la petición de mano, es atacado por un león, al que aniquila desgarrándolo en dos. Regresa después a reclamarla y es informado por su padre de que ha sido dada a entre los compañeros de la boda, pero que en su rincón puede tomar a su hermana considerablemente más joven, que es considerablemente más bella. Sansón repudia la oferta y, apresando trescientos zorros, los empareja cola con cola, y anudando antorchas entre las colas, los suelta para incendiar las mieses de los filisteos, que son de este modo demolidas adjuntado con sus viñedos y olivares.

La obscura naturaleza de esos cuentos contrasta precisamente con otra de precisamente la misma temporada, la de una mujer no israelita llamada Rut. Los jóvenes se devanan los sesos durante tres días, no dan pie con bola, y al cuarto intimidan a la flamante señora Sansón… ¡con quemarla viva! , junto con la vivienda de su padre, si no revela el secreto.

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Vez tras vez observamos de qué forma se dejaba llevar por los deseos de la carne y la pasión de los ojos lo cual no procede de Dios. No solo iban a tener un hijo sino más bien este cumpliría una misión particular. El pueblo de Israel se encontraba bajo los filisteos en ese momento y el pequeño Sansón tendría la confía de comenzar la liberación del pueblo. Sus progenitores eran miedosos de Dios y también hicieron todo tal como el ángel del Señor les ha dicho. Los progenitores de Sansón Manoa y su mujer no habían podido tener hijos ya que la mujer era estéril.

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Pero continuó sosteniendo -en ocasiones en la sombra y otras a la luz del sol- la fuerza. Y sus adversarios, contra los que gusta arremeter como lo hacía Sansón, no consiguieron relegarlo a la obscuridad. La noticia de Lula y su barba me llevó a esta historia, magníficamente contada en el Libro de los Jueces (13-17). No para compararlas, sino por el valor simbólico de ambas. Sus contrincantes le sacaron los ojos, lo hicieron ciervo y lo metieron en la prisión, donde pasaba el tiempo “moliendo grano”. Lo que no sabían era que Dios le había concedido a Sansón la felicidad de realizar medrar de nuevo su pelo y con él la fuerza de otrora.

Solicite a uno de los pequeños que ofrezca la primera oración. Estudie la lección y decida qué procedimiento empleará para instruir a los niños el relato de las Escrituras (véase “De qué manera preparar las enseñanzas”, pág. VII, y “La enseñanza a través de las Escrituras”, pág. VIII). Escoja las cuestiones para investigar y las actividades complementarias que mejor fomenten la participación de los pequeños y los asistan a poder el propósito de la lección.

El nacimiento y la desaparición de Sansón están concienzudamente documentados, y hay una estrecha relación con la situación histórica actualmente. Nombres como Sansón aparecen en contenidos escritos ugaríticos de los siglos XIV y XV a.C., y es muy posible que un nombre cananeo común como este también haya sido extensamente usado en Israel. Por último admite que el secreto de su fuerza es que nunca una navaja ha tocado su cabeza, y que si su cabeza fuera rasurada, sería igual a algún otro hombre. Por lo tanto ella lo aduerme, llama a un barbero, y le cortan sus largos rulos. Sansón es tomado, humillado, cegado, y puesto a trabajar en la rueda de un molino.

Se vengó capturando trescientas “zorras”, probablemente chacales, que en contraste a los zorros no son solitarios y son más simples de atrapar; ató teas a sus colas y las soltó (15.2–5). La pérdida causada debe existir sido destacable en temporada de cosecha. Los filisteos, por su lado, tomaron una venganza del mismo modo cruel contra la timnita y su familia (15.6).

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Su anormal fortaleza le dejó liberarse y agredir a los sorprendidos filisteos con la quijada de un asno, arma formidable al cargo de un hombre resuelto (15.14–17). Debilitado por la sed después de su increíble éxito, Dios satisfizo mílagrosamente su necesidad (15.18s). El versículo 20, con su declaración formal de la investidura de juez de Sansón probablemente marca el objetivo de una temporada de su vida. Ahora, se conquista de una mujer llamada Dalila del valle de Sorec. Los filisteos proponen 1.cien monedas de plata cada uno de ellos para que encuentre el misterio de la fuerza de Sansón. Sansón, sin querer revelar el secreto, su burla diciéndole que perderá su fuerza de ser atado con siete cuerdas frescas de arco.

Más tarde, después de que sus pelos han crecido de nuevo, lo sacan fuera con ocasión de la celebración del dios Dagón, y de esta manera exhibirlo para diversión de la gente. Los espectadores, entre los que se encuentran los príncipes de los filisteos, en número mayor de tres mil, se reúnen en un colosal edificio que principalmente es sostenido por 2 pilares. Estos son conseguidos por el héroe, cuya fuerza ha retornado; los derruye, realizando que el edificio se derrumbe, y muere él adjuntado con todos y cada uno de los filisteos. Baja entonces a Ascalón, aniquila a treinta hombres, a los que birla sus vestidos, y se los da a los jóvenes. En el momento en que Sansón quiere verla, su suegro se niega, pero le proporciona la hermana menor de la mujer, mucho más hermosa. En represalia, el israelita caza a trescientas zorras, atándolas por el rabo de 2 en 2, y poniendo una tea entre ambos rabos, suelta a los animales por el campo, realizando arder todas y cada una de las cosechas contrincantes.

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