Los secretos internos para Juan van a la luz

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Es mucho más confortable charlar de la religión en vez del pecado de uno. 20Nuestros progenitores adoraron en este monte, y nosotros decís que en Jerusalén es el sitio donde hay que venerar. Para adorar en espíritu es requisito que estés entretenido en las realidades espirituales, no en sacrificios externos, lavamientos o trampas.

• Nuestras ánimas son espíritu asimismo.

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Espíritu Santurrón:

¿De qué forma tú, siendo judío me solicitas a mí de tomar? Rápidamente la mujer quedó impresionada por la amabilidad de Jesús. indudablemente esta era la primera oportunidad que ella había escuchado un saludo amable de parte de un hombre judío. Y el hombre creyó á la palabra que Jesús le dijo, y se fué.

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Lo mucho más increíble, es que una enseñanza de este calibre, Jesús se la da SOLO A UNA PERSONA. Y esa persona no era hombre, sino mujer. No era un sujeto piadosa, sino más bien una persona infiel. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo y salió.

Lo increíble es que Dios busca semejantes adoradores en todas partes. Ahora mismo Jesús nos se refiere a un instante histórico cuando el Hijo de Dios se humanó y se sacrifico por nuestros fallos. Ese sacrificio vuelve posible una auténtica adoración por algo totalmente inesperado. “Los disconformidades entre los judío y los samaritano van a desaparecer” (Morris, p. 313) porque en este momento viene un servicio nuevo de adoración no ligado a un lugar especialmente.

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Cada falla en adoración, o en doctrina, o en práctica, puede llevarnos a ideas equivocadas de Dios. La adoración debe estar apuntada a Dios, como Padre, que es una palabra que charla de la seguridad y dependencia que contamos en Dios. Tu Padre Celestial estuvo presto a pagar “cualquier precio” para lograr salvarte. Tu Padre Celestial está siempre y en todo momento y en todo momento listo para suplir tus necesidades.

El Padre busca personas que lo adoren de esa forma. Nos dicen que debemos venerar a Dios en espíritu y verdad, pero no nos dicen qué significa ni de qué manera hacerlo. Dios es Espíritu y la adoración por todos y cada uno de los cristianos es algo completamente precisa. Si vos no le adora a Dios de esta manera, no realizás el propósito divino de la salvación. Tu adoración es mucho más un rito que una ofrenda interesante enfrente de un Dios Muy santo. Hay que adorarle a Dios en espíritu y verdad.

Conque lo más importante para una adoración “enserio” es la persona de Jesucristo mismo, y el llevar una vida en Cristo. Dios es espíritu, y por ende Su presencia no está condicionada a ningún lugar físico. Para la iglesia del Nuevo Testamento no hay “santuarios” ni “sitios sagrados”. O mejor dicho, todo lugar es “sagrado” por el hecho de que Dios puede ser encontrado por Su pueblo en cualquier lugar, con tal que sea “en espíritu y de hecho”. Aun si una iglesia edifica un local de asamblea y “consagra” este local a Dios, esto no hace de este local un lugar “considerablemente más sagrado”.

De hecho, la iglesia cristiana tuvo su tiempo de mayor vigor espiritual y mayor crecimiento precisamente en la temporada en la que no tenía no locales de reunión. Y hoy día sucede lo mismo en países como China o India. Esto debería llamar nuestra atención. 22) “Ustedes adoran lo que ignoran; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.” Este verso está relacionado con la “adoración en espíritu y verdad” que se relata en los versos 23 y 24; hablaré de esto al llegar a estos versos.

Hacemos esto con la ayuda de nuestro centro sensible y a la luz de la realidad. Adoramos a Dios apoyado en la verdad de quién es Él, la realidad de quienes somos, la realidad de lo que Dios hace y la verdad de lo que sucede en nuestro mundo. Lo hacemos con un corazón inclinado hacia Dios y en sumisión a Él. Adoramos a Dios cuando nuestras actitudes, acciones y expresiones declaran que Él es digno de nuestra alabanza. Dios es espíritu y los que le adoran, en espíritu y verdad tienen que adorarle.

Por el hecho de que Dios es Espíritu, y los que le adoran tienen que adorarle con pureza de espíritu y sinceridad de corazón. Dios es espíritu, y verdad; y por lo mismo los que le adoran en espíritu y verdad deben adorarle. Dios es espíritu; y los que lo adoran deben adorarlo en espíritu y verdad\\\’. Dios es espíritu; y los que le adoran, es menester que le adoren en espíritu y en verdad.

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