Los Hechos no publicados sobre Haced Esto En Memoria De Mi Que muchos personas No saben

haced esto en memoria de mi

Hay un significado profundo y vibrante en esta instrucción “haced esto en memoria de mi”, y este recuerdo prosigue siendo la piedra angular de nuestra fe. La iglesia primitiva recordó que Jesús la instituyó en la noche de la Pascua (Lucas 22.13–20). Así como en la Pascua se celebraba la liberación de la esclavitud en Egipto, en la cena del Señor se recuerda la liberación de nuestros errores por la desaparición de Cristo. Múltiples afirman que debemos emplear precisamente exactamente la misma copa que Cristo usó.

Se entrega normalmente que es bastante con que una cosa sea enseñada por una de estas maneras para ser obligatoria para nosotros hoy. “Tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió” (Mateo 26.28). hay mucha discusión sobre la manera como Jesús partió el pan.

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Todas y cada una de las ocasiones que comiereis este pan y bebiereis esta copa, la desaparición del Señor anunciáis hasta que Él venga. Vinieron otras barcas de Tiberias cerca del rincón donde habían comido el pan cuando el Señor había dado gracias. Y sucedió que al sentarse a la mesa con ellos, tomó pan, y lo bendijo; y partiéndo lo, les dio. Hay varios sitios en las Escrituras donde se nos anima a recordar, pero el mandamiento de Jesús que se charló la noche en que fue traicionado predomina del resto.

He entrado en mi huerto, hermana mía, mujer mía ; he recogido mi mirra con mi bálsamo. He comido mi panal y mi miel; he bebido mi vino y mi leche. Los cristianos están en concordancia, no obstante, que la participación en la cena del Señor es un factor importante en la fe cristiana y en aquella presencia de Cristo, sin embargo, entendemos que nos hace mucho más fuerte espiritualmente.

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Cuando las emplean, tienen la oportunidad de tomar de ellas, pero un tienen la posibilidad de tomar de ella. Pero, debemos esforzarnos a demostrar que la utilización de una copa en todos y cada congregación para la distribución del fruto de la vid, se enseña no solo de una manera, sino de las tres . Se percatará de que se emplea la palabra “indignamente,” un adverbio, en vez de “impropio,” un adjetivo. La idea que debemos ser dignos de comunicar de la comunión no es lo que Pablo está enseñando aquí, en lo más mínimo. Ruego que comamos y tomemos a fin de que por el momento no tengamos apetito y sed espiritual.

“Haced esto en memoria de Mí, haced esto en memoria de Mí. Tomad, comed, esto es mi cuerpo que por nosotros es partido; haced esto en memoria de Mí”. y tomó los siete panes y los peces; y tras sugerir gracias, los partió y comenzó a ofrecer los a los discípulos, y los acólitos a las multitudes. “La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo?

En nuestro contexto inmediato, en este difícil momento de cuarentena y pandemia, parece prácticamente imposible recordar a Jesús mediante la comunión como él instruyó a sus acólitos. En consecuencia, el pan y el vino no se convierten verdaderamente en el cuerpo y la sangre de Cristo, sino son símbolos de Su cuerpo y sangre. Otros piensan que el cuerpo y la sangre de Jesús son añadidos al pan y al vino. Al leer estas expresiones pronunciadas por Jesús, ciertos suponen que a lo largo del servicio de comunión el pan y el vino se transforman, prodigiosamente, en el cuerpo y la sangre de Cristo. “Haced esto en memoria de Mí, haced esto en memoria de Mí; todas y cada una de las ocasiones que la bebiereis, en memoria de Mí “.

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La siguiente noche, vieron como el angel destructor pasó sobre las casas marcadas por la sangre, salvando a sus primogénitos. El pueblo de Israel demostró su fe en Dios a través de algo concreto; es decir, matando un cardero y esparciendo los postes y linteles de las puertas de sus casas con su sangre. Yo voy a ver la sangre y en lo concerniente a nosotros pasaré de largo y en el momento en que castigue la tierra de Egipto, no va a haber en nosotros ninguna plaga para destruiros. La misma noche Yo pasaré por la tierra de Egipto y heriré de muerte a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de los hombres como del ganado. Así ejecutaré actos justos contra todos y cada uno de los dioses de Egipto.

Es el Cristo herido el que es el capitán de nuestra alma, el que todavía transporta consigo las cicatrices de Su sacrificio, las lesiones del amor, la humildad y el perdón. Este indudablemente era un instante íntimo donde el Señor podría despedirse de sus amados seguidores antes de ir al gólgota a ser crucificado por ti y por mí. Bienaventurados los que han sido llamados a la cena de las bodas del Cordero. Hete aquí, Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo. El lavamiento de los pies es una garantía continua de que la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado.

De esta manera el apostol Juan nos muestra el servicio que Jesús iba a instituir para que Sus discípulos se hallaran preparados para formar parte de la Santa Cena. Pues el que come y bebe, no discerniendo el cuerpo, juicio come y bebe para sí. El que come Mi carne y bebe Mi sangre tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final. El segundo emblema es el jugo de uva sin fermentar, símbolo de la sangre de Jesús, vertida por nosotros.

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