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jose hijo de jacob
Tuvo además de esto una hija, que fue mujer de Esaú, hijo de Isaac. Lo que cuentan los escritores del Viejo Testamento, generalmente no sucedió de esta forma, pero debían contarlo de manera que todos y cada uno de los que oyesen lo entendieran. Por servirnos de un ejemplo hace 3000 años nadie sabía cuál era el origen de la tierra y menos el del cosmos. Por este motivo lo describían como ellos creían que podría haber sucedido.
Un personaje tan bello logró de José un muy digno género de Cristo, modelo de toda perfección, y es comparativamente fácil señalar varios de los puntos de semejanza entre el amado hijo de Jacob y el muy amado Hijo de Dios. Como Jesús, José era detestado y echado afuera por sus hermanos, y aún así logró su salvación a través del padecimiento que le habían provocado. Exactamente la misma el Salvador de todo el mundo, José solo tuvo expresiones de perdón y bendición para todos los que, reconociendo su miseria, recurrieron a su poder supremo. Fue a José de otrora, como a Jesús, que todos tuvieron que soliciar asistencia, sugerir homenaje del más profundo respeto y rendir obediencia en todas las cosas.
Jacob Bendice Al Faraón
Tenían que ser adoptados como sus hijos, y llegarían a ser jefes de tribus separadas. De esa forma entre los privilegios de la primogenitura, perdida por Rubén, tenía que recaer sobre José; a comprender, una porción doble en Israel. Pero José deseaba que ellos se unieran a su pueblo. Manifestó su fe en la promesa del pacto, en favor de sus hijos, renunciando a todos y cada uno de los honores de la corte egipcia en lugar de un espacio entre las despreciadas tribus de pastores a quienes se habían confiado los oráculos de Dios.
»Por favor, mi señor, deje que yo me quede aquí como esclavo en vez del jóven, y deje que el jóven regrese con sus hermanos. Los hermanos se acercaron al administrador de la casa de José y charlaron con él en la entrada del palacio. Conque los hermanos cargaron sus burros con el grano y emprendieron el regreso a casa. Si enserio son hombres honrados, escojan a uno de sus hermanos para que se quede en la prisión.
(génesis 50:25
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Cuando el faraón les contó sus sueños, ninguno de ellos pudo mencionarle lo que significaban. Poco tiempo después, los hermanos de José fueron hasta Siquem para apacentar los rebaños de su padre. Al poco tiempo José tuvo otro sueño y nuevamente se lo contó a sus hermanos. Una noche José tuvo un sueño, y cuando se lo contó a sus hermanos, lo odiaron considerablemente más que jamás.
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Al ver José la mala conducta de sus hermanos, se afligía bastante; se atrevió a reprenderlos suavemente, pero esto despertó tanto mucho más el odio y el resentimiento de ellos. A José le era insufrible observarlos pecar contra Dios, y expuso la situación a su padre, esperando que su autoridad los indujera a enmendarse. El pecado de Jacob y la serie de sucesos que había acarreado no dejaron de ejercer su predominación para el mal, y ella ocasionó amargo fruto en el carácter y la vida de sus hijos.
Como era el segundo hijo de Lea y el que proseguía a Rubén, pudo haber supuesto que la primogenitura le correspondería, al perderla Rubén. En la época del siglo XX, era común entre los académicos sostener que las narraciones bíblicas sobre los Patriarcas tenían un fondo histórico. Este consenso de momento no existe, más allá de que prosigue repitiéndose en proyectos confesionales. Según el relato bíblico, José murió en el momento en que tenía ciento diez años de edad. Su cuerpo recibió embalsamamiento y fue puesto en un sarcófago, o sea que tuvo un trato para altos dignatarios. El panadero le solicitó que asimismo interpretara su sueño, en el cual las aves devoraban el contenido de tres canastas repletas de panes.
35Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. 36Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de apetito que va a haber en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de apetito. Los hermanos de José se burlaban de él, pero de lo que no estaban dándose cuenta es que de todos modos pecaban contra Dios pues el don es De el. La primera reacción de Jacob fue de enojo por el sueño de José, pero al reaccionar se percató de que si Dios charlaba a José, tendría que tener en consideración el mensaje, le gustara o no. Los hermanos de José en su ceguera por la envidia no estiman que su hermano, a quien aborrecen, pueda ser aquel por quien Dios les habla. El Señor pues no escatimará elementos para llevar a aquellos que le aman a buen fin, aunque muchas veces las adversidades, la obscuridad y la carencia de entendimiento sean precisamente herramientas principales a fin de que nos logre asesorar.
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Entonces asemeja extraño que los hijos de Jacob estén con el rebaño de su padre cerca de Sichêm, en la medida en que existiría animosidad contra ellos allí. “Y fueron sus hermanos á apacentar las ovejas de su padre en Sichêm” (v. 12). Como veremos en versículo 14, Jacob y José están cerca de Hebrón, precisamente a unas 34 millas (55 km) al sur de Sichêm. Entonces, José deberá viajar hacia el norte al menos un día – quizá 2.
Bajo el reinado de este faraón se edificó aparte de esto un edificio muy original llamado el laberinto, del que quedan sólo ruinas, que Herodoto afirma haber visto y que “sobrepasa toda ponderación”. Para David Rohl ese ha podido ser el edificio que empleaba José para su masiva distribución de granos. Se comienza a hacer en el año 15 del reinado del faraón lo que coincide con los primeros años de “vacas gordas” o gigantes crecidas. El faraón da por esposa a José, afirma la Biblia, a la hija de un sacerdote de Heliópolis llamado Potifera.
