Lo que Todo el planeta Debería tener en cuenta Sobre Juan

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En nuestro espíritu es que somos dignos de venir enfrente de Dios y adorarlo sin temor. Nuestro espíritu es la única una parte de nosotros que es digno. Es por eso que le adoramos en espíritu y de hecho. Dios es espíritu; y es menester que esos que le adoran, le adoren en espíritu y de verdad”.

Y nosotros debemos estudiar lo mismo de Jesús. En tu trato con personas de otras nacionalidades, ¿te preocupas por su salvación? ¿Te atreves a comunicar el evangelio con aquellas personas? ¿De qué manera te sentirías que haitianos o chinos fueran miembros de esta iglesia?

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Jesús está en Samaria y está con una mujer y habla con ella. ¿Y qué tiene de atrayente eso? Era la práctica de la sociedad que los hombres no hablaran con las mujeres.

El no requiere de nada ni de absolutamente nadie. Pero nosotros lo necesitamos completamente. Todo lo que nosotros tenemos lo nos llega de Dios.

Dios es esp ritu; y los que lo adoran tienen que adorarlo en esp ritu y verdad\\\’. A lo que meditas en el valor que Jesús pagó PARA DARTE ACCESO AL PADRE, empezarás a atesorar los instantes de oración,que tienes con El. La adoración se volverá en un privilegio, al que acogerás con gratitud. La Biblia se volverá muy querida para ti, a lo que te dedicas a vivir una vida santa. ¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza cuando piensas en El? Nuestra contestación a esta pregunta, no solo perjudica nuestra adoración, sino nuestra vida.

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Dios es espíritu; y los que adoran, tienen que adorar en espíritu y verdad. Espíritu, Dios, asimismo los que le adoran, en espíritu y verdad tienen que adorarle». Dios es espíritu, y los que lo adoran tienen que llevarlo a cabo en espíritu y de hecho\\\’. Dios es espíritu, y sus adoradores deben adorarlo en espíritu y de hecho\\\’. Elohim es espíritu; y es requisito que los que lo adoran, lo adoren en espíritu y de hecho”.

Dios es Espíritu; y los que le adoran, es necesario que le adoren en espíritu y enserio. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y de hecho es requisito que adoren. Dios es espíritu; y es requisito que los que le adoran, lo adoren en espíritu y de verdad. Dios es espíritu, y quienes lo adoran tienen que llevarlo a cabo en espíritu y en verdad. Pues Dios es Espíritu, de ahí que todos y cada uno de los que lo adoran tienen que hacerlo en espíritu y de hecho. 24Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y enserio es necesario que adoren.

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En la asamblea con la mujer samaritana en el pozo Juan nos enseña que, Jesús tiene algo que decirle a los rechazados por establecimiento espiritual. Vino, en tanto que, a una localidad de Samaria llamada Sicar, al lado de la heredad que Jacob dio a su hijo José. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, fatigado del camino, se sentó de esta manera al lado del pozo. Como los samaritanos tenían una conexión histórica con el pueblo de Israel, su fe era una combinación de las leyes y rituales de la Ley de Moisés, combinada con múltiples supersticiones. Los samaritanos construyeron su templo para Yahvé en el Monte Gerizim, pero los judíos lo quemaron cerca del 128 a.C.

Más bien, deseaba que sus acólitos supiesen que la vida era mucho más que esas cosas; que el hombre no únicamente se nutre de pan. Venid, ved a un hombre que me dijo todo lo que he hecho. Jesús impresionó tanto a esta mujer que se sintió compelida a decirles a la multitud de su localidad que debían ir al pozo y entender a Jesús. Jesús la impresionó y la atrajo, alén de que él la confrontó con su pecado . (20-26) La mujer samaritana y Jesús discuten sobre la adoración. Es común que la gente intenten satisfacer esa sed interior construída por Dios con múltiples cosas, o con cualquier cosa salvo con lo que Jesús da.

Como los hombres son carne, no debemos cuestionarnos si se deleitan en aquellas cosas que corresponden a su predisposición. Consecuentemente, surge que idean varias cosas en la adoración a Dios que están llenas de exhibición, pero que no tienen solidez. Pero antes que nada deben estimar que tienen relación con Dios, quien no puede estar mucho más según con la carne que el fuego con agua. Además, como no tenemos la posibilidad de subir a la altura de Dios, tengamos en cuenta que debemos buscar de su palabra la regla por la que somos gobernados.

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