Lo que No Sabes acerca Lucas 15 11 32

lucas 15 11 32

La parábola comienza “Un padre tenía dos hijos y el menor le solicitó la parte de los recursos de su padre que le correspondían como herencia”. La primera pregunta que viene a la mente es ¿Qué estimula al hijo considerablemente más joven a pedir su herencia? Para responder a esta pregunta haré múltiples inferencias a la luz del contexto.

Al vivir de esa forma, el dinero no alcanzó para vivir bastante tiempo. Jesús enseña las parábolas de la oveja perdida, de la moneda perdida y del hijo pródigo. Le dio igual la alegría y el gozo de su padre, le dio lo mismo la vuelta de su hermano, quien estaba perdido y muerto; es mucho más, tiene relación despectivamente a él «este hijo tuyo», NO considerándolo en este momento ni su hermano; se veía precisamente superior a él. Que el Padre admitiera de nuevo al hijo menor, esto le hacía a él de nuevo heredero de 1/3 de sus riquezas, con lo que el hermano mayor perdía parte de su herencia, y ahí se vio realmente su corazón, y lo que había en él.

Tomando El Último Lugar (lucas 14:7

malo son esos que lo hacen varias veces aparentando y los progenitores sufriendo puesto que no hubo un auténtico arrepentimiento. Su situación era tal, que estuvo dispuesto a proteger cerdos, un animal inmundo para los judíos, y un trabajo desapacible y no aceptable para ellos. Quizás lo mandaron a proteger cerdos para vejarlo. Incluso, el joven estuvo presto a comer del alimento que se daba a los cerdos, pero nadie le daba, pese a sus situaciones.

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El Rico Y Lázaro (lucas 16:19

Un padre se sentiría abochornado de haber criado tal hijo. Los vecinos despreciarían al hijo por no respetar a su padre y al padre por efectuar lo que el hijo solicitó. Ellos le darían merced a Dios por no tener un hijo como ese. pero en el momento en que vino este hijo tuyo, que ha consumido tus recursos con putas, mataste para él el becerro engordado.”

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lucas 15 11 32

Como afirmas es realmente posible que esta fuera apuntada a los fariseos, en tanto que ellos dejaban el cariño de lado, por continuar teóricamente la ley. El capítulo 15 en sí tiene una composición muy marcada. El narrador anuncia que Jesús ha dicho “esta” parábola , pero ahora muestra tres, que de todas formas reflejan una misma iniciativa.

• 32Pero era exacto llevar a cabo celebración y regocijarnos, por dado que este, tu hermano, se encontraba fallecido y ha vuelto a la vida; estaba perdido y fue hallado».
• El sentido real de este personaje es enseñar como los fieles de Dios también caen en el pecado, en un caso de esta manera los celos.

Es el planeta de los que viven y trabajan en la pobreza, en el chiquero. Paradójicamente es en este estado de “no ilusiones” donde nace la Promesa. Alén de que es fuerte el deseo de las bellotas de los cerdos, es más esencial la añoranza de la Casa del Padre que se lúcida en el corazón de los que viven en la pobreza.

Una cosa es un cabrito para celebrar con los amigos, y otra muy diferente es coger su herencia, como si el padre ya estuviera fallecido, y pirarse. Pienso que hay un planeta de una a otra solicitud, me parece injusto acusar al mayor del mismo egoísmo que el menor, cuando lo único que solicitaba era un pequeño obsequio para poderse divertir. Además, hay que tener en consideración que de lo que se habla es de la primera reacción del mayor, de la reacción visceral que le sale; fruto, sin lugar a dudas, del repentino miedo y amargura de que su padre desee más al hermano menor que a él. Supongo que de ahí que me siento reconocido con él, por dado que yo misma tengo una hermana menor, y, aunque ella es buenísima chavala y yo la deseo bastante, siempre y en todo instante me ha fastidiado un poco que mi padre parezca preferirla a ella mucho más que a mí. Fácil cuestión de compatibilidad de carácteres, creo yo, y no le doy más importancia de la que tiene, pero en el fondo de mi corazón lo cierto es que me duele.

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El cariño del padre y sus esfuerzos para la reconciliación le dan unidad a la parábola. Es sobre quien da un giro la historia aparente, ya que es quien hila las tres ocasiones de esta parábola, el pecado (desobediencia, rebeldía), el arrepentimiento y el perdón (clemencia, amor, cariño). Representa y trasciende de un caso en particular a una situación general, el de la raza humana pecadora y descarriada que se ha olvidado de Dios y las religiones. Su entrada comienza informándonos que es el menor de 2 hermanos y que le solicita al padre su una parte de la herencia.

PERO una fiesta donde el hijo menor entró en ella a celebrarla, y el hijo mayor se quedó fuera. ¿Pero qué puede decir el padre para ratificar a un hijo que no será reafirmado? Donde el hijo menor era receptivo como una esponja, el hijo mayor era duro como la roca.

Allí nuestro Hermano Mayor clamó (“Dios santurrón, Dios santo ¿Por qué razón me has desprotegido?”) y fue ignorado, para que cuando tu clames como el hermano menor (“He pecado contra el cielo y contra ti”) NO logres ser ignorado ni un segundo. Jesús, con estas expresiones, hace un suplico directo a los fariseos de esa temporada para que cambien, y sobre todo, para hacerles comprender su lejanía respecto del Padre, un padre que tiene los brazos libres para toda clase de pecadores. El HIJO MAYOR, quien representa a los moralistas, a los religiosos, a los legalistas, a los «ideales» y a los orgullosos NO deseaba en absoluto al Padre, sino más bien lo que podía sacar y hallar egoístamente de él, y se encontraba igual o más perdido que su hermano menor. El Propósito importante de esta parábola NO es tanto los pecadores rebeldes de «afuera», sino más bien los religiosos y moralistas de dentro, los que estaban cegados y apartados del Padre. Y la historia ya empieza con una deshonrosa, irrespetuosa, vergonzosa y humillante petición por parte del hijo menor. NO alude tanto a la iniciativa de un hijo perdido, duro, inmoral y arrepentido que regresa a casa, sino más bien a la iniciativa de gastarlo todo, de NO guardarse nada, de derrocharlo todo y sin medida.

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