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de que habla jeremias 4
Estos adviertieron al pueblo del juicio próximo con la esperanza de que quizá se arrepintieran y aprovecharan la misericordia de Dios. Los profetas comprendieron que la interacción de la justicia y la clemencia de Dios está diseñada para captar la gente de regreso a una relación de pacto con Él mismo. Jeremías advirtió a Judá con relación al futuro juicio de Dios con alegatos interesados, con cierta frecuencia bañados de lágrimas.
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Una Visión General Del Libro De Jeremías
La agilidad de los instrumentos del juicio de Dios indicaba que este sería incontenible. Tendrían éxito en conquistar y saquear al pueblo de Dios. Y es que mi pueblo es necio y no me conoce; son gente que no piensa ni entiende; son sabios para hacer el mal, pero no tienen idea realizar el bien.
Y esos que son jóvenes a veces se excusan o tienen temor de charlar pues piensan que aún son bastantes jóvenes para hablar y que no tienen bastante experiencia. Desgraciadamente, asimismo puede suceder que esos que tienen una trayectoria considerablemente más prolongada no estén prestos a escucharlos. Pero el Señor de la misma manera que con Jeremías nos llama a charlar, a hablar de nuestra fe. El Señor le afirma a Jeremías que no tenga temor, que va a estar con él. Yo creo que el Señor asimismo está con nosotros siempre y cuando estemos dispuestos a hablar de nuestra de fe. Pero eso solo va a ser posible si somos capaces de ponernos en sus manos.
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Pero sus pensamientos, su mayor agudeza mental, fueron dados para construir y lucrarse a sí mismos. I. LA REFERENCIA A LOS GRANDES PODERES DEL HOMBRE. Incluso en su vertiginoso descenso hacia la ruina, los gigantes poderes se manifiestan. Es precisamente la misma perversión y ruina de lo que es tan noble en su constitución original lo que asiste para ofrecer una idea, profunda más allá de que melancólica, de todo cuanto forma la nobleza.
de que charla jeremias 4
Oíd las expresiones de este pacto, y decidlas a los hombres de Judá y a los pobladores de Jerusalén. Y los cadáveres de este pueblo servirán de comida para las aves del cielo y para las bestias de la tierra, sin que absolutamente nadie las espante. Desde el día que vuestros progenitores salieron de la tierra de Egipto hasta hoy, os he enviado a mis siervos los profetas, madrugando cada día y enviándolos. “Ya que en mi pueblo se encuentran impíos que observan como cazadores al acecho; ponen trampa, capturan hombres.
La deshonra llevada a cabo a Dios siempre fué angustia y mal para sus siervos. “Pon tus cariños en las cosas de arriba, y no en las cosas de la tierra”. ¿Es tu paz interior, la tranquilidad y la indiferencia de tu vida, lo que se echa a perder?
decretos, como Jehová mi Dios me mandó, a fin de que hagáis de este modo en medio de la tierra donde entráis para tomar posesión de ella. 2) Un colosal propósito del pueblo de Dios siempre fué, llevar la gloria de Dios a otros pueblos, esto es bendicir a otros con el comprender del Dios verdadero. Y nosotros contamos personas bautizadas en alguna rama de la fe Cristiano que dicen “te lo juro por la tumba de mi madre” o “lo juro por la vida de mis hijos”. Algo que varios ignoran, es que aun José, el justo, estaba jurando en el nombre de Faraón, tras vivir bastante tiempo lejos del pueblo santurrón en Egipto.
Lo que hay que indicar aquí es que estos líderes que fueron arrojados hacia afuera fueron del mismo modo lanzados hacia adentro. El líder desposeído se vuelve tan abatido en el alma como lo está en la estación. ¡Qué advertencia para nosotros, entonces, es esta predicción melancólica!
Y si no ven y se reforman, entonces el profeta se hace mucho más fuerte en su lenguaje o comienza acciones creativas para poder enseñar su mensaje. Al leer Jeremías es ineludible tomar conciencia de los desenlaces catastróficos que causó la falta persistente de fe de los líderes de Judá —los reyes, los curas y los profetas. Su falta de visión y su predisposición para opinar las mentiras que se decían unos a otros los llevó a la completa destrucción de la nación y de su capital, Jerusalén. No seguir la palabra de Dios en nuestro trabajo puede causar un daño grave en nosotros y en la multitud a lo que nos circunda.
- Un credo que no interfiere la conducta ha de ser falso o no ser creído honestamente.
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Un templo en ruinas lo llena de pensamientos que jamás podrían excitarse viendo un cobertizo en ruinas. Jeremías mira a Jerusalén y a los hombres que son líderes allí (versículo 9), y sus enormes facultades humanas no tienen la oportunidad de ocultarse de él. En el momento en que el hombre se hunde en el pecado, esto no destroza los enormes poderes humanos; sencillamente distorsiona su operación. La inmundicia que hay que sacar del corazón es la maldad. Transporta un buen tiempo ingresar la convicción en las psiques de muchas personas de que la maldad es inmundicia. Estas personas detestan a los pequeños y los perdidos que no opínan en ser de manera regular molestados por la suciedad.
