La historia de Juan 13 34 35 al descubierto

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Precisamente, su hora había llegado. El ministerio público de Jesús había terminado. En precisamente 24 horas, Jesús colgaría en la cruz. Este era el principio del final, y Jesús empleó estas últimas horas en servir y preparar a sus discípulos.

Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, a fin de que el mundo piensa que tú me enviaste. Ella decía que la soledad, y el hecho de no sentirse querida ERA EL PEOR DOLOR. Y este tipo de mal, se siente por todo el planeta. Absorbiendo el daño de otros, sin lamentarte ni pelearte.

Cristo:

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Los cuentos del evangelio frecuentemente no nos dicen el motivo o el pensamiento tras lo que logró Jesús. Juan nos dijo exactamente por qué Jesús lavó sus pies y les charló con tanto amor en los próximos capítulos. Quizás le preguntó a Jesús, o Jesús le dijo.

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Antes de la celebración de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había venido para que pasara de este mundo al Padre, como había amado á los suyos que estaban en el mundo, amólos hasta el fin. Amar al estilo de Jesús, es sentirse amados por Él y esta es la única forma de testimoniar que hemos sentido su amor en nuestra vida. Jesús dice que si nuestro amor es semejante al suyo será una demostración de que somos sus seguidores. ¿Ve la gente disputar por pequeñeces, celos y división en su iglesia?

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Testimonio católico puede tomar muchas formas, desde predicar en las calles hasta una liturgia solemne, pero siempre incluye amor. En versículos 31-32, Jesús anunció lo que le va a pasar. En este momento les asegura a los acólitos como esto les afectará a ellos – el efecto primordial es que él próximamente les dejará. Si bien la glorificación de Jesús va a tomar sitio en su muerte, resurrección, y ascensión, charla de ella en el presente y el futuro. “Es glorificado,” en el presente, refleja su resolución, ahora tomada, de obedecer aún hasta morir en una cruz.

Mi amor propio ya no es la base. Ese había sido la manera más elevada de amor, que habíamos habitual, pero el amor abnegado de Jesús elevó el cariño a un nuevo nivel. Tal como Jesús los había amado, igualmente, ellos tenían que quererse los unos a los otros. El mandamiento nuevo era que se amaran unos a otros, COMO “ÉL” LOS HABIA AMADO. Este era un amor irrealizable… hasta el día de hoy en que Jesús vino.

Hasta el fin significa un amor que nunca terminará. Jesús nunca dejará de querer a los suyos. No es un amor que va y viene, que está aquí el día de hoy y se marcha mañana. Antes de la celebración de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado a fin de que pasara de este planeta al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el planeta, los amó hasta el fin. En esto van a conocer todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. Entonces puso agua en un lebrillo, y comenzó á lavar los pies de los discípulos, y á limpiarlos con la toalla con que estaba ceñido.

Se retiraba esporádicamente a la Cartuja Mayor para vivir, bajo la guía de san Bruno, como un espiritual mucho más. En cierta ocasión le tocó ser compañero de celda de un monje llamado Guillermo -es práctica, como se conoce, que los cartujos vivan de 2 en 2 en cada habitación-. Puesto que fray Guillermo se quejó amargamente del obispo frente san Bruno. Que, con enorme pesar de el, el santurrón obispo hacía las faenas mucho más humildes y penosas, y se portaba no como compañero, sino más bien como criado, prestándole los servicios mucho más bajos.

Consciente de mis fallas, confío en tu clemencia y en tu amor. Te ofrezco mi cabeza abierta y dispuesta a percibir lo que hoy me deseas decir, para que de esta manera se encienda en mí el fuego de tu amor divino y logre amar a el resto como Tú me has amado. Tal como yo los he amado, asimismo ustedes deben amarse los unos a los otros. 35 De esta manera todos van a saber que son mis discípulos, si se adoran los unos a los otros».

Jesús y sus seguidores en una última asamblea antes de su arresto. Y uno de sus discípulos, al que Jesús amaba, estaba acostado en el seno de Jesús. Entonces los acólitos mirábanse los unos á los otros, dudando de quién decía. Puesto que si yo, el Señor y el Instructor, he lavado nuestros pies, nosotros asimismo debéis lavar los pies los unos á los otros. Levántase de la cena, y quítase su ropa, y tomando una toalla, ciñóse. Si Dios fué glorificado en él, también lo glorificará en sí, y lo va a hacer muy pronto.

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