Justo Artículo Revela 5 problemas nuevos sobre Isaias 16-17 Siria

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Pero vamos a tomar las mayores ideas y probables interpretaciones, vamos a buscar una adecuada interpretación y el poderoso mensaje. ¿Es nuestra fe bastante fuerte para poder ver por medio de la crisis? Si no, a lo destacado no comprendemos totalmente la palabra de Dios o la confirmación de las señales que El dio. En este segundo poema del Servidor sufriente se tienen la posibilidad de distinguir tres partes.

Estas son promesas literales de un reino así sobre el cual Cristo reinará un día. Asiria se fortalecía poco a poco más y amenazaba a las otras naciones, tal es así que Israel y Siria unieron sus fuerzas para protegerse. Anhelaban que Judá se aliara a ellos, pero esta no deseó realizarlo. En realidad Acaz hacía arreglos en secreto con Asiria a fin de que lo protegiera (2 R 16.1–9). La nación se encontraba atemorizada pues Siria e Israel estaban a puntito de atacarla y daba la sensación de que no había vía de escape.

Una Advertencia A Judá

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_____ Dios prometió embellecer su santuario con la gloria del Líbano. _____ El pueblo de Dios recibiría alegría semejante a la pena que padeció. _____ El Señor vestiría a su pueblo tan bien como a una novia o un novio.

_____ Dios se complació de que Ezequías mostrase todo a los mensajeros de Babilonia. _____ Dios prometió que la cautividad babilónica ocurriría en los días de Ezequías. _____ El Señor castigaría al ejército de los cielos en lo sobresaliente y a los reyes sobre la tierra.

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Preparad sus hijos para el maVolver arribadero, por la maldad de sus padres; no se levanten, ni tengan la tierra, ni llenen de ciudades la faz del mundo. Toda la tierra está en reposo y en paz; se canVolver llegaron loas. Pues Jehová va a tener piedad de Jacob, y todavía elegirá a Israel, y lo hará descansar en su tierra; y a ellos se unirán extranjeros, y se junVolver arribarán a la familia de Jacob. Por visto que haré estremecer los cielos, y la tierra se va a mover de su sitio, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su furia. Hete aquí el día de Jehová viene, horrible, y de indignación y ardor de furia, para transformar la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. Vienen de lejana tierra, de lo postrero de los cielos, Jehová y los instrumentos de su furia, para eliminar toda la tierra.

Dios iría enfrente de ellos y les abriría el camino (vv. 3–5). En Mateo 3.3 esta promesa se aplica a Juan mejorando el camino para la llegada de Cristo. «No se miren a ustedes mismos», afirma el profeta en los versículos 9–17. ¿No es Él capaz de fortalecerlos y sostenerlos? » Nótese la bendita promesa en los versículos 28–31.

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_____ Rabsaces les advirtió que el Dios de Judá no podría salvarlos. _____ Jehová Dios mentó que los siervos del rey de Asiria le habían blasfemado. _____ Asiria había asolado ciudades fortificadas más allá de que Dios no lo había amado. _____ El remanente de Judá echaría raíces y daría fruto. _____ El pueblo de Dios es animado a ocultarse por un corto momento hasta el momento en que pase la divina indignación.

No coloque estas promesas a los cristianos de el día de hoy, espiritualizándolas o transformándolas en símbolos. Se cumplirán literalmente en la tierra de Israel en el momento en que Jesús vuelva. La palabra «gloria», en sus diversas formas, se halla veinticuatro veces en estos episodios. Indudablemente no había ninguna gloria en Israel ni en Judá en el momento en que terminó el cautiverio babilónico y el debilitado remanente volvió a su tierra. Qué desalentador debe existir sido regresar a una tierra agostada por la guerra, a la localidad con las murallas destrozadas y las puertas quemadas por el fuego, y a un templo dejado en ruinas.

• Israel era broma de las naciones gentiles, pero sería el centro de la tierra, exactamente el mismo trono de Dios; y los gentiles vendrían a Jerusalén y adorarían al verdadero Dios (véanse 60.3, 5, 11, 16; 61.6, 9; 62.2; 66.12, 19).
• Pero las expresiones de Isaías hallaron poco eco en el rey y sus consejeros.

Isaías es el gran “clásico” de la poesía bíblica. Pero él es, básicamente, el mucho mayor de los profetas mesiánicos. Su fe está intensamente arraigada en la tradición davídica. La dinastía de David fué establecida para toda la vida en Jerusalén, que no solo es el centro de Judá y de Israel, sino el punto hacia el que convergerán todas las naciones de la tierra (2. 1-6).

Durante esta crisis Isaías animaba al rey Acaz a confiarse en el Señor, y la invasión resultaría en balde (Isa. 7). Asiria vendría como diluvio llegando hasta el cuello de Judá, por poco tragándola. En todo caso, tras usar Asiria para castigar a su pueblo rebelde, Dios castigaría a Asiria. Ahora mismo, los capítulos forman una conexión histórica entre ámbas divisiones principales del libro Isaías.

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