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Mientras tanto, la corriente se seguidor en los ojos del espectador. Avanza pesada como un animal y «Sigilosa la bestia en los manglares», se confunde con la desaparición, con el vaho del miedo. «Se me acalló la lengua buscando calma en la turbulencia de tu piel…», confiesa en la mitad de un remolino liberado por la pasión de las mareas del viento de aquella tierra extensa y enigmática. Sobre el cuerpo ondulante de esas bestias fluviales, el poeta edifica el imaginario que el paisaje, anudado a la contemplación, dilata sobre el agua. Sosiega es la turbulencia, el carácter del río, de los ríos, igual al períodico devenir de quien poetiza y realiza, de quien niega y afirma, de quien se orilla en el barro y amasa las voces del pasado y el presente. Esos tiempos pasaron, murieron, hasta la memoria se agotó y los cuerpos desaparecieron.
La mudez volverá a los libros, extraños instrumentos de hechicería. Módulos de estancos, ficheros de mampostería, inventario de museos. Reflexión triste para aquellos que nos encontramos de este lado, persiguiendo fantasmas con Italo Calvino. A conocer si de algún lado emerge alguien y nos llama la atención con los fragancias virtuales de Don Quijote. Digo de la metáfora de un árbol que ambula en la localidad. Una fotografía, un hombre acostado de una viga de ahorcado, un borracho alucinado, un maniaco que se quiere comer la luna, un uniformado que hace el cariño con su pistola, un iletrado que lee la Ilíada y canta desde el disgusto de conocerse parte de las heces de todo el mundo.
Diccionario Enciclopedico De La Masoneria Con Un Suplemento Seguido De La Historia General De La Orden Masonica, Desde L .
Jamás empezaremos a comprender este relato salvo que nos demos cuenta de que, pensemos nosotros lo que pensemos, los diablos eran algo muy real para aquella gente de Gadara, y para exactamente el mismo hombre. Ahora mismo se afirmaría que era un caso de demencia beligerante. Era un riesgo para la multitud, de este modo es que vivía entre las tumbas, que se creía que eran la morada de los demonios. A todas y cada una de las vidas llega a veces la tempestad del dolor, ya que el mal es siempre y en todo momento el valor del amor, y el que quiere tiene que padecer. Ese día, en la presencia de Jesús, se nos enjugan las lágrimas y se nos suavizan las heridas del corazón.
En el teatro las ánimas tristes tienen ocasión de expresar su mal, y no a forma de protesta ni quejido, sino más bien como una manera de resignarse al taedium vitae, el hastío de la vida. Las melancólicas han comprendido que “la verdad es solo un instante de lamentable deseo” , que no somos mucho más que átomos y vacío (Demócrito), que somos fruto del azar, que solo hay simulacros y también instantes, que las multitudes son como las tormentas . Nada tienen la posibilidad de realizar contra ello, pero al percibirlo, sus corazón ensombrece.
Historiografía Y Visión: El Objeto De La Historia
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Se suspendieron las fórmulas divinas, la quietud se extendió por todas partes, el silencio se impuso, la brillantez del Santuario se desvaneció, el Padre Enlil enmudeció, los Dioses de la tierra se fueron reuniendo uno a la vez con las noticias, el tema era tan grave que aun se informó a Anu en su morada celestial. Anu examinó la situación y concluyó que Zu había de ser capturado para que devolviese las fórmulas, volviéndose a los Dioses, Anu preguntó, ¿cuál de los Dioses castigará a Zu? Múltiples Dioses, conocidos por su valor, fueron citados. Pero todos ellos apuntaron que, habiéndose hecho con la tablilla de los sitios, Zu tenía en este momento los mismo poderes que Enlil, tal es conque el que se le enfrente se transformará en arcilla.
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- Cuestiones que tienen, como es natural, respuestas que han servido para ofrecerle cuerpo a las páginas que en este instante tengo abiertas encima de la mesa.
En todos y cada espacio apunta el tiempo que transporta escondiendo y ofertando el lugar que ocupa en el interior de cada voz, de cada habitante. En poesía, como en los sueños, la vivienda es un habitante mucho más, un ser que nos otorga sus cambios, por visto que ella es testigo de todos los pasos, de los amagos de la vida y de la última piel de la muerte. El entrevistador ha deslizado cuestiones recurrentes a todos los protagonistas de estos grandes tomos. Cuestiones afines con el primer poema escrito o el primer libro, donde hace alusión a Vicente Aleixandre, así como los libros de poesía que impulsaron el trabajo poético en la primera juventud.
Mandaba enmudecer a los demonios pues la multitud no sabía todavía lo que era el carácter mesiánico, y si se lanzaban con sus ideas equivocadas próximamente se producirían la destrucción y la desaparición. Es falso que Jesús se criara en un desconocido rincón de la Tierra; considerablemente más bien debemos meditar que su pueblo estaba en entre las encrucijadas de la historia, y que el tráfico del mundo pasaba cerca de sus puertas. Es una tentación incesante la de procurar ganar hombres haciendo un deber con los principios de todo el mundo.
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Ámbas deidades agrícolas se emborrachan y comienzan a luchar, hasta el momento en que llegan Enlil y a Enki a solucionar su combate. Lahar, es la diosa del ganado, viviendo en un inicio en Duku . Emesh, Dios responsable de la agricultura y es creado por Enlil. Riña con su hermano Enten y hace una demanda a Enlil para ser el “granjero de los Dioses”, interponiendo esta tras Enten.
cuentan que fue una paloma la que entró en pleno concilio y les ha dicho al oído que libro iba a ser canónico y cual no, siendo esta contestación lo mucho más absurdo y pretencioso que ha podido ofrecer el concilio vaticano como pretexto. Los santuarios contaron asimismo con personal espiritual femenino, que acostumbraban a ser hijas de reyes. Los cultos y ceremonias estuvieron de manera especial regulados, en unas líneas uniformes para todo el país, estableciéndose sacrificios, cruentos y asimismo incruentos, libaciones de agua, cerveza, vino o aceite, ofrendas regulares, etc.
“Entonces me agradó la iniciativa de los altares mágico-religiosos de los chamanes y sus hermosos rituales. Allí el brujo se pinta la cara y el cuerpo, baila como un felino, brinca sobre el fuego y hace sus ofrendas a los dioses. En totumas va depositando el cacao, las semillas, las frutas y los collares. Yo trato de recoger un poco ese hermoso ritual”. Antes, allá en Sabaneta, en exactamente el mismo pueblo de El Consejo, estuvimos para radicalizar la creencia de que Jorge Chacón vivía en el rumor de los árboles, entre los camburales, en el murmullo envolvente de la naturaleza viva.
