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2 corintios
Por visto que en el momento en que se consigue lo que se quiere, no en todos los casos lo que se desea procede de Dios, frecuentemente procede del ego, o de nuestra naturaleza carnal, de modo que más allá de que parezca deseable y bueno a nuestros ojos, solo Dios conoce la verdadera intención del corazón ante una necesidad. Dios desea que el campo de mi vida sea fértil y que dé frutos rebosantes. Doy gracias por los tiempos de mi vida en los que he trabajado con Dios, y trataré de aceptar aquellos sitios que he dejado en barbecho, sin trabajarlos. Para que estéis enriquecidos en todo para toda amabilidad, la que obra por nosotros hacimiento de gracias á Dios.
No es sencillo ofrecer, ya que implica un negarse a sí mismo implícito al hacerlo, de ahí que quienes lo hacen forman parte de la sobreabundante gracia de Dios, por la que varios oran, y dan merced a Dios por nuestras vidas. La obediencia es únicamente una exhibe de que el poder de Dios mediante su Espíritu, está actuando en nosotros para renovar nuestra cabeza y entendimiento de conformidad con la palabra. Si bien el propósito de Dios al cultivar sea primero que esto ocurra en el corazón, Dios asimismo ha preparado los corazones de siervos, que enriquecidos en todo sentido, pero por más que nada en felicidad, puedan ser generosos en la contribución para la extensión de la obra redentora de nuestro Señor. Quien obra con un corazón nuevo en Cristo, se hace partícipe de la felicidad divina a fin de que siempre y en todo momento y en todo momento, en toda situación, haya lo exacto, no lo que se quiere, sino más bien lo que se precisa a fin de que todo lo bueno abunde en nosotros.
Corintios 9:diez
Ese tipo de respuestas va a hacer que el corazón de cualquier pastor se regocije. la ofrenda misionera “un don desprendido” en el versículo cinco. Es magnífico, un don gratis y espontáneo concedido. Constituye una bendición para el receptor, en tanto que es un espléndido obsequio. llegar en la alegría y ayudar a aquellos que están en necesidad.
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Absolutamente nadie Puede Dar Más Que Dios (2 Corintios
14 Y con su oración por vosotros, manifiestan su colosal aprecio hacia vosotros merced a la felicidad sobreabundante que en nosotros ha vertido Dios. Ellos, por su parte, a través de la oracio\\\’n en pos de ustedes, tambie\\\’n les prueban su anhelo gracias a la sobreabundante felicidad de Dios en ustedes. Asi\\\’ que crei\\\’ preciso exhortar a los hermanos a que se adelantaran en proceder a ustedes, y prepararan por adelantado su magnífica ofrenda (bendicio\\\’n), ahora prometida, a fin de que exactamente la misma estuviese lista como ofrenda desprendida, y no como por codicia. Por dado que Dios no es injusto para descuidarse de vuestra obra y del amor que habéis exhibido hacia su nombre, habiendo servido, y sirviendo a los santos. El impío gana salario engañoso, pero el que siembra justicia verdadera recompensa.
Si no te semeja bien la palabra diezmar, quítala de tu cabeza; quizá el Espíritu Santo ponga en ti, no sugerir el diezmo sino más bien considerablemente más. 12porque el ministerio de este sistema público no solo es satisfacer abundantemente las pretensiones de los santurrones,+ sino asimismo ser ricos con muchas expresiones de merced a Dios. 6Mas en lo que se refiere a esto, el que siembra parcamente,+ parcamente asimismo segará; y el que siembra liberalmente,+ liberalmente asimismo segará. Esta asistencia que es un servicio sagrado no sólo suple las pretensiones de los santurrones sino asimismo repercute en rebosantes acciones de merced a Dios.
2 corintios
Dieron por dado que primero se entregaron al Señor. Estos macedonios, Pablo asegura que son un caso de exhibe para nosotros de los que dan por el principio de la alegría. El ministerio de dar se enfoca en la hermosa palabra Gracia.
Metas es la única área que no tenemos la posibilidad de trabajar por nuestra cuenta. Le debemos todo lo que tenemos en nuestra vida espiritual a otra persona. Pablo ha podido retar a los Corintios en exactamente la misma forma por la felicidad grandiosa de Dios revelado en la persona de su Hijo Jesucristo. En el momento en que usted es el receptor de esta clase de felicidad no puede dejar de contestar con amabilidad.
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- Tenemos la posibilidad de rezar, animar, respaldar e incluso contribuir a nuestros rivales pues sabemos que la fuente de nuestra provisión es Dios, no nuestra virtud competitiva.
- En dependencia de la proporción de semilla, va a ser la proporción de cosecha.
Él nos ha bendecido en Su felicidad y de Su felicidad extendemos la mano y bendecimos a otros. Tiene una manera increíble de aclarar nuestras pretenciones y principios de dar. al paso que también ellos, a través de la oración a tu favor, demuestran su anhelo por nosotros gracias a la sobreabundante felicidad de Dios en vosotros. Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, pues Dios desea al dador alegre. Además por la oración de ellos á favor vuestro, los que les quieren á causa de la ilustre felicidad de Dios en nosotros.
No les dejéis mentir, de Dios absolutamente nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso asimismo segará. Así que creí exacto exhortar a los hermanos a que se adelantaran en seguir a nosotros, y prepararan de antemano vuestra desprendida ofrenda, ya prometida, para que precisamente exactamente la misma estuviese lista como ofrenda magnífica, y no como por codicia. Pues Dios no es injusto para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis exhibido hacia su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santurrones. El que se apiada del pobre presta al SEÑOR, y El lo recompensará por su buena obra.
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y para que mediante nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de merced a Dios. La alegría o el gozo solo pueden surgir cuando el corazón nuevo decide, si la cabeza escoge siempre habrán dudas, y en la duda es realmente difícil cultivar con abundancia, siempre y en todo momento se sembrara con escases pues la cabeza es escasa, limitada, al tiempo que el espíritu es ilimitado, y fluye en la abundancia del reino. de un corazón que rebosa de la gracia de Dios. Que venga de un corazón que rebosa de una felicidad excepcional de Dios y el cariño. Vivimos día a día en el principio de las promesas. Toda vez que enciendo un aparato eléctrico, tomo mi teléfono, o lavo el inodoro vivo mi vida en base a promesas.
