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Los adamitas celebraban su culto completamente desnudos. Únicamente es lícito reiterar en lengua vulgar lo que de estas últimas asociaciones dijo San Epifanio. Difícilmente lograron los edictos imperiales terminar con los nocturnos y tenebrosos secretos de cainitas, nicolaítas y carpocracianos. El valentinianismo tuvo innumerables discípulos en el mundo entero de la ciudad de roma, pero prontísimo se dividieron, formando sectas parciales, subdivididas hasta lo infinito.

Taan 9a.328 Se verifica por los textos que la asimilación del pozo y la roca que da agua y acompaña el pueblo en el desierto está en la tradición hebrea. Probablemente existiera una tradición oral que identificaba el pozo con la roca, uniendo los hechos vividos por el pueblo en el desierto desde Mará y que fué la base de los diferentes contenidos escritos. Esta tradición era seguramente conocida por Pablo y por los receptores de la carta, en tanto que el autor no enseña la referencia al hecho de la roca que prosigue al pueblo y de la que toman. importante que retomaremos el estudio de los versículos considerablemente más significativos de Nm para sacar nuestras conclusiones.” Una distinción necesaria, es la diferencia entre «alegoría» y «tipología».

Editorial Scintilla Scintilla, Curitiba, Vol 9, N. 1, P. 7

La redención de los primeros se corrobora por la unión con el Christos. No hay para qué insistir en el doketismo que Valentino aplicó a la narración evangélica, ni en la manera como explicaba la unión de sus tres principios en Jesucristo. En lo fundamental no difiere de otros nósticos. Basílides estableció en su escuela el silencio pitagórico; dividía en clases a sus sectarios, según los grados de iniciación, y reservaba las doctrinas mucho más excelentes para los y también)klektoi/ o elegidos.

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Este elemento podría haber causado una relación entre el Bautismo y la fiesta de Sukkot. R. Le Déaut, Targum, II, p. 94, n. La inserción de la haggadah de las nubes procede de la interpretación de R. Aqiba como observamos en MekhY Pisha\\\’ Bo\\\’ 14 a Ex- 12,37, donde para muchos Sucot es solo un nombre de sitio o sencillamente cabañas, R. Aqiba lo entiende como “nubes de Gloria”, a la luz de Is 4,5-6. Ginzberg también recuerda las siete nubes que preparan el sendero.

daderas pretenciones de éste y el riesgo de la doctrina de Orígenes. En las cartas 80, 81, 83 y 84 se ocupa directamente del tema. las acciones y también intrigas romanas en torno al renacido origenismo. una última vez en la carta de Jerónimo a Domnión, de Roma. rra Santa, escritos por este tiempo, como la Peregrinatio Egeriae. lacio en el Aventino haría un centro de vida religiosa y de estudio.

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Al llevar el dualismo a radical tan risible, ¿entendieron los priscilianistas salvar una sombra de libre albedrío y de responsabilidad, dando al hombre una menguada independencia de decisión entre 2 términos horriblemente impuestos? En 2 libros expuso Argirio la interpretación de este himno y de otros apócrifos priscilianistas. El obispo Cerecio remitió un ejemplar a San Agustín para que le examinase y refutase.

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Mt 22,44; Me 12,36; 16,19; Le 20,42; Hch 2,34; 5; Hb 1,13; Bam 12,diez; 1Clem 36,5. Dalton, Cbrist\\\’s Proclamation, p. 215;].N.D. Las referencias a las potencias, principados, poderes, etcétera, son múltiples en el NT, básicamente en la literatura paulina.

La cercanía de estos 2 términos hace que 1e confundan a veces. La alegoría se podría definir como el recurso dé ofrecer a entender una cosa expresada con otra diferente. Por esta razón hay que buscar el sentido profundo y espiritual de lo expresado tratándose de alegoría bíblica.219 Existen algunas diferencias que la distinguen de la tipología.

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Afirmaban de Osio que había sido convicto de tradición por los obispos españoles y absuelto por los de las Galias, y que él era el instigador de Constantino contra los de la facción de Donato. San Agustín (l. 1 c. 5, Contra epistolam Parmeniani) afirma calumniosas las dos acusaciones, y en verdad que riñen con todo cuanto entendemos de la persecución sufrida por Osio; siendo además de avisar que sus contrincantes los arrianos jamás repitieron el cargo elaborado por los donatistas. En punto a su proceder con estos sectarios, San Agustín advierte que Osio torció in leniorem partem el ánimo del emperador, enojado con las cabezas y fautores del cisma. Trataron, frente todo, nuestros obispos de separar precisamente el pueblo cristiano del gentil y eludir novedosas apostasías, caídas escandalosas y simuladas conversiones. No se encontraba bastante apagado el fuego de las persecuciones a fin de que pudiese juzgarse inútil una especialidad severa que fortificase contra el riesgo. Para condenar a los apóstatas, escribióse el canon 1, que excluye de la comunión, aun en la hora de la desaparición, al católico adulto que se acerque a los santuarios paganos y también idolatre .

En todo caso, lo que no debo realizar es redactar a nadie lo que deseo que continúe se­ creto. Pero si, por al azar o fuerza mayor, lo que Dios no quiera, él no escribiera, indudablemente la solicitud que le hemos enviado cualquier día llegará a conocerse. Y no será inútil a quienes la leyeren; porque más allá de que no hallen lo que buscan, al menos encontra­ rán el modo perfecto de buscarlo sin asegurar temerariamente lo que no tienen iniciativa, y intentarán ellos mismos, ateniéndose a lo que allí han leído, consultar a quienes consigan con ágil caridad y no con 5. Quod profecto, quantum in nobis est, cauere debemus.

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