Lo que Todo el mundo Debe saber Sobre Ana En La Biblia

ana en la biblia

Tras ser testigo de la angustia y la pena de Ana, y descubrir su causa, Elí, el supremo pontifice, le descubrió a Ana que Dios le concedería su deseo. Por causa de la gran fe de Ana, ella fue bendecida con un hijo a quien puso por nombre Samuel. Para cumplir la promesa que le logró a Jehová, Ana llevó a Samuel a Elí a fin de que sirviera a Jehová.

Ella comprendió que el único que podía resolverle su necesidad y aliviar su mal era Él. Ana sufría bastante por esta situación… Le dolía bastante no poder ser madre, y las vejaciones de la otra mujer. En el instante de comer Elcana le daba a Penina su porción de carne y además una porción por cada hijo que tenía. A Ana solo le daba una porción, más allá de que le daba la mejor parte porque la amaba, ella siempre recibía menos. “Después que lo hubo destetado, lo llevó consigo, con tres becerros, un efa de harina, y una vasija de vino, y lo trajo a la casa de Jehová en Silo; y el niño era pequeño.Y matando el becerro, trajeron el niño a Elí. De esa manera el sacerdote Elí comprendió que ella le había hecho una solicitud a Dios de una forma auténtica, por lo que él le dio su bendición.

Historia De Ana Y Samuel

Al no poder concebir, ella logró un voto frente Dios y le pidió que si le daba un hijo, ella se lo entregaría todos y cada uno de los días de su historia. 27Oré por este hijo, y el SEÑOR respondió mi oración, dándomelo. —Perdón, señor, yo soy precisamente exactamente la misma mujer que usted vio rezar al SEÑOR.

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Ana Solicita Un Hijo

En el instante en que consideramos la vida de Samuel como juez y profeta, siervo de Dios, vemos el efecto de una madre consagrada a Dios, y de qué forma Dios utiliza a semejantes personas. A fin de que ella pidiera de esta forma un hijo, haciendo voto, debió ir primero por sendero de angustia y lágrimas, pero después vemos el fruto apacible de justicia. Y visitó Jehová a Ana, y ella concibió, y dio a luz tres hijos y 2 hijas.

Mientras que Simeón, Ana fue al templo y comenzó a loar a Dios por mandarle a quien Él les había prometido. Ella no podía parar de charlar acerca de este niño particular a todos los que aguardaban la redención en Jerusalén. María y José estaban fascinados con lo que Simeón y Ana afirmaron. Reflexionaron acerca de esas expresiones interesantes al paso que retornaban a su hogar.

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Una curiosa tradición retransmitida por los cruzados hace nacer a San Joaquín en Séforis, pequeña localidad de Galilea. Otros dicen que fue Nazaret su localidad natal. San Juan Damasceno dice que su padre se llamaba Barpanther. Según el Protoevangelio de Santiago, apócrifo, que se remonta a las últimas décadas del siglo II en su núcleo primitivo, contrajo matrimonio con Santa Ana a la edad de veinte años. Próximamente se trasladaron a Jerusalén, viviendo, parece ser, en una casa situada cerca de la conocida piscina Probática.

Así que Ana se quedó en la vivienda para criar a su hijo hasta el momento en que tuviese la edad bastante para comer alimento sólido. 6Penina siempre y en todo momento y en todo momento fastidiaba a Ana y la hacía sentir mal pues el SEÑOR no le dejaba tener hijos. 5pero siempre y en todo momento le daba la misma cantidad a Ana pues era la mujer que él amaba, si bien el SEÑOR no le había dado hijos a Ana. Peniná, y el registro tampoco señala que Ana le haya hablado del tema. Quizás ella cree que realizarlo solo empeoraría las cosas.

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• Por ser profetisa, fue entre las primeras en dar testimonio de Jesús.
• Se levanto Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras que el sacerdote Eli estaba sentado en una silla al lado de un pilar del templo de Jehova.

Pero esas mujeres exactamente la misma nosotros también confrontaron enormes problemas en su tiempo. Mujeres que confrontaron con fe y valor sus inconvenientes y que salieron vencedoras por dado que tuvieron seguridad en el Señor. Esta promesa se cumplió parcialmente en Samuel, pues el sirvió como un sacerdote consagrado, sustituyendo con eficacia a los despiadados hijos de Elí. “Si alguno toma a la mujer de su hermano, es cosa despreciable; descubrió la desnudez de su hermano. “Si alguno se acuesta con la mujer de su tío, ha descubierto la desnudez de su tío; ellos van a llevar su pecado.

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El Señor había cerrado su matriz, y aunque su marido Elcana la amaba completamente, sintió un vacío al no poder concebir para él. No asistió que Penina, la segunda mujer de su esposo, pudiese tener múltiples hijos y asimismo hijas y provocaría a Ana hasta que llorara y no quisiese comer. Con el lapso del tiempo, Dios respondió la oración de Ana y ella dio a luz un hijo. Como ella se lo había pedido a Dios, le puso por nombre Samuel, que significa “pedido o escuchado por Dios” (Unger´s Bible Dictionary [Diccionario Bíblico de Unger], p.962). Ana sostuvo su palabra con arreglo al voto que había hecho. Tan pronto destetó a Samuel, se lo presentó al sacerdote Elí.

En este momento elevaba Cantos de alabanza a Dios por sus maravillas. Es simple meditar que las considerables mujeres de la Biblia no son iguales a nosotros. Deseo que tengamos la posibilidad valorar la persona de Ana y ver las enseñanzas que por medio de su historia tienen la posibilidad de ser de colosal ejemplo a la vida de nosotras el día de hoy. La lección fué acentuada a lo largo de este capítulo.

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