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En el momento en que Marcos dejó claro que el camino hacia el Reino es la renuncia y la entrega hasta la muerte, de momento no hay lugar para los malentendidos. Carece de sentido enviar silenciar ni rechazar el título de Mesías. Sale Jesús de Jericó, sendero de Jerusalén. El día de hoy no hay enseñanza añadida, exactamente el mismo relato supone la lección. Es la última día hacia Jerusalén (Jericó está a unos 30 kms. y era la última parada y fonda).
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El aparente desdeño de Jesús hacia tradición debe incomodarles. Indudablemente algunos se sostienen a los lados, tratando reunir el valor preciso para retar a Jesús en el instante en que pase por enfrente. Al contemplar tu misterio de amor y clemencia que tiene hacia nosotros, puedo percibir que tú me llamas a proseguirte desde mi acercamiento contigo. Que al contemplar tu rostro, me prosigas exponiendo tu inocencia en el hermano y yo deje mis egoísmos para lograr mirarlos como tú. Señor tu que tienes el poder de todo, ayúdanos a confiar en tu divinidad y abrir nuestros ojos ante tantas ocasiones que se escapan de nuestros ojos.
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Entonces vienen a Jericó; y saliendo él de Jericó y sus discípulos y una enorme multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, se encontraba sentado al lado del camino mendigando. Entonces vinieron a Jericó; y saliendo Él de Jericó, con sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado al lado del camino limosneando. Comunmente un espacio tranquilo a la vera de la carretera, este día sería ruidoso gracias a los peregrinos dirigiéndose a Jerusalén. Imagínate la dificultad de Bartimeo para entender lo que pasa con la confusión de la estruendosa multitud.
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La multitud salía de Jericó siguiendo a Jesús, eh iban adjuntado con él sus seguidores. El reconocimiento de Cristo en este momento era profunda, proseguir a Jesús significaba recibir empujones y pisadas, contar de oír sus expresiones o, algunos, de ser sanados físicamente. Un sujeto que no ve, se aproxima a Jesús para solicitarle que lo saque de la obscuridad donde habita. Jesús se lo concede ya que la fe de este hombre es franca.
- Quizá puedan presenciar un milagro – o recibir una bendición – o sentir unas expresiones de sabiduría – o hasta ver chispas volar entre Jesús y sus contrincantes.
- En frente de un planeta ciego, hedonista, la iglesia, los cristianos no alzamos nuestra voz para abrir los ojos de la humanidad, como Jesús hizo con el ciego Bartimeo, si no que nos dejamos apresar y arrastrar por la obscuridad.
Tengamos a la cabeza como un ciego nos enseña a nosotros a conocer. Como un ciego, de hace unos años atrás, nos enseña a como debemos seguir al Salvador y Redentor. ¿De qué forma reaccionó el ciego en frente de la crítica de la multitud?
Ten en cuenta que podéis comunicar vuestras medites en este ubicación con apariencia de comentarios, de esta forma más gente puede lucrarse de ellas. Encantado de que os sirvan mis medites. A lo largo de este curso voy a procurar poner las explicaciones del evangelio cada sábado, en vez del domingo, exactamente a fin de que os resulte útil antes de la Eucaristía. el siempre y en todo momento esta ahí cuando lo requerimos y cuando no y a veces nos volvemos ciegos y el nos devuelve la visión. Ahora el corazón se predispone distinto para rezar también la vida misma, y dejarse tocar por la Plabra. No es bastante con estar animado si uno se queda apoltronado en su miseria.
Hay que levantarse, y ayudar a que se levante. Hay que abandonar la posición del hombre fallecido o la del ocioso para pasar a la del hombre libre y activo, vivo y vigilante . «Levantarse» de entre los fallecidos va a ser el ademán definitivo de Jesús tras su distribución total, por amor, en la cruz.
Solo la adhesión total, la comunión con el Maestro hace posible proseguirlo y también implicar en ello todas las dimensiones de la presencia. Esta petición del hombre ciego se regresa el prototipo de petición correcta para un discípulo en su itinerario fiel. La fe nos pide dejar accionar a Jesús, acoger con total apertura la salvación que nos da y recorrer, pese a nuestras resistencias, el sendero que Él, nos apunta como Profesor y Mesías. Bartimeo es el símbolo de la marginación, está fuera del camino, tirado en la cuneta, sin poder desplazarse, observando como el resto pasan y dependiendo de ellos. El ciego tenía ahora asignado su papel, (la exclusión), pero no se resigna. Prosigue intentando sobrepasar su situación pese a la oposición de la multitud.
Marcos 10,46-52 Maestro, haz que logre ver. pic.twitter.com/Sx0UFAzbZA
— [email protected] (@padrerivas) May 26, 2016
Había comenzado «sentado extraño» en este momento está participando, siendo personaje principal de su camino, está siguiendo a Jesús en el sendero. Jesús le ha regalado la vida y él se la distribución como seguidor. No podemos eludir cuestionarnos como Bartimeo sobrellevará los tumultuosos hechos de la próxima semana. Por el vigor de su fe, es probable que lo realice mejor que el resto acólitos. Al final de cuenta, ahora Bartimeo puede ver, pero los seguidores siguen cegados. “que cobre la visión.” La petición del hombre ciego es muy distinta a la de Jacobo y Juan.
El tirar el manto y el salto de la cuneta al centro del sendero, marca el genuino milagro, que exactamente el mismo ciego efectúa. Es un relato que tiene poco que ver con los que Marcos ha utilizado hasta la actualidad. La curación no va acompañada de ningún ademán. No le manda almacenar silencio sobre lo sucedido. Lucas sitúa el relato antes de ingresar en Jericó y luego Jesús afirma a Zaqueo que debe hospedarse en su casa.