La simple realidad sobre Romanos que nadie está sugiriendo

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Este es un bello retrato de la “adopción espiritual” que Dios nos hace a nosotras. Y por propia idea, los hace Sus hijos e hijas cuando confían en Su Hijo, Jesucristo. Gracias a su adopción, los leales podrán compartir de la herencia del Hijo de Dios. Para seguir la publicación, intente suprimirla o subir otra.

Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, por visto que el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la intención de Dios. Sabemos que toda la creación todavía gime a una, tal y como si tuviese dolores de parto. Pues si vosotros vivís de conformidad con ella, moriréis; pero si por medio del Espíritu dais muerte a los pésimos hábitos del cuerpo, viviréis. Por consiguiente, hermanos, poseemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la forma de pensar que proviene del Espíritu es vida y paz. Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de similar naturaleza; en cambio, los que viven con arreglo al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu.

Día 27 Meditemos Hoy Un Instante En Romanos 8:15

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Pues la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. para que redimiera a los que estaban bajo ley, para que recibiésemos la adopción de hijos. Y no solo , sino además nosotros, que disponemos las primicias del Espíritu, aun nosotros gemimos en nuestro interior, esperando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo. a fin de que redimiera a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiéramos la adopción de hijos.

Romanos 8:11

Pero si esperamos lo que no observamos, con paciencia lo esperamos. C. La vida en el Espíritu nos habilita a entender y soportar el padecimiento. Pues los que son de la carne opínan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Por visto que el encargarse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; por el hecho de que no se sostienen a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no tienen la oportunidad de agradar a Dios. Andando en el Espíritu significa que el curso, la dirección, el progreso de la vida de uno es apuntada por el Espíritu Santo.

“con promesa, que asimismo exactamente las mismas criaturas serán libradas de la servidumbre de corrupción en la independencia gloriosa de los hijos de Dios” (vv. 20-21). No debemos olvidar estas dos palabras – “con promesa.” La última palabra de Dios no es “maldición” sino “promesa.” Dios maldijo al hombre y a la mujer pero, al mismo tiempo, diseñó un plan para restaurarlos. Tras la Caída, Dios preparó una habitación degradada, digna por una humanidad degradada. Sin embargo, Dios restaura el cosmos a su estado original de Edén para que, después de la redención, sea correcto a los hijos redimidos de Dios. 19Porque el continuo anhelar de las criaturas espera la manifestación de los hijos de Dios.

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El Espíritu Beato da testimonio a nuestro espíritu humano que somos hijos de Dios. Nuestro espíritu halló la paz con Dios y expone visto que somos sus hijos, pero la voz con la que se charla es la del Espíritu de Dios. Lo nuestro es un espíritu lleno de energía que el Espíritu da testimonio a nuestro ser un hijo de Dios. Hoy en dia no contamos considerablemente más que un anticipo de lo que será en el momento en que Cristo vuelva en su gloria, por el hecho de que la manifestación plena de nuestra filiación espera la resurrección de los santurrones. 2 cosas sucedieron en nuestra relación con la familia de Dios, en el instante en que creímos en Cristo como nuestro Salvador. El pecador fiel, que no es un hijo natural o una hija de Dios, se posiciona como un hijo adulto en la familia de Dios.

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Fue considerado como una única persona que tenía una exclusiva vida en una exclusiva familia. Y ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice al miedo. En cambio, han recibido el Espíritu de Dios en el instante en que él los adoptó como sus propios hijos. Bajo la adopción Romana, la vida y situación del hijo adoptado modificaba absolutamente.

• Pensad además de esto que nosotros no habéis recibido un espíritu que les mantenga sujetos a viejas condiciones de esclavitud y miedo, sino el Espíritu a través de el que, como hijos adoptados por Dios, tenemos la posibilidad de llamarle Padre.
• ni lo sobresaliente ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, va a poder separarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.

Pablo encarna la creación, imaginándola como una enternecedora espera y un anhelo por la revelación de los hijos de Dios. Con “criaturas,” Pablo tiene relación a la creación entera. No obstante, ni los buenos ni los pésimos ángeles aguardarían esta revelación con ansia, por visto que los ángeles buenos no han sufrido la frustración y los ángeles pésimos van a ser los perjudicados en la revelación. El continuo anhelar “no se puede referir a fieles, pues éstos se distinguen de la ‘creación entera’ (vv. 22-23), tampoco a los no creyentes, porque no procuran la revelación de los hijos de Dios. Esto puede representar que Pablo se refiera a la creación en su integridad” .

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Por visto que si alguien viene y predica a otro Jesús, a quien no hemos predicado, o recibís un espíritu diferente, que no habéis recibido, o aceptáis un evangelio distinto, que no habéis aceptado, bien lo toleráis. Y no solo ella , sino además nosotros, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros gemimos en nuestro interior, esperando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo. y librar a los que por el miedo a la muerte, estaban sujetos a esclavitud a lo largo de toda la vida. El Espíritu Santurrón libera al hombre de un espíritu horrible”. El espíritu de esclavitud” La esclavitud es el miedo. Hay un temor cósmico en toda la raza humana fuera de Cristo. El hombre no se libera de esta terrible esclavitud hasta el día de hoy en que pone su seguridad en Cristo.

Pues todos y cada uno de los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si padecemos juntamente con él, a fin de que juntamente con él seamos glorificados. Esto no significa que no son los que equivocadamente opínan o admiten que son hijos de Dios aparte del testimonio del Espíritu. Asimismo hay Cristianos que en su cabeza, en medio de una niebla de ataques espirituales permanentes, empiecen a creer la patraña de que en el desenlace de todo no son hijos de Dios. Sin embargo, el testimonio de el Espíritu aún esta allí.

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