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yo soy el buen pastor
12Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve al lobo que viene, y deja las ovejas, y escapa, y el lobo las quita, y prolonga las ovejas. Pero Dios afirma yo soy el gran pastor, en el momento en que estábamos perdidos por opción propia, pero te marchas a preguntar el porque te echan la culpa a ti si fue Adán y Eva quienes pecaron, si! , eso es verdad, pero si tú y yo hubiésemos estado ahí asimismo hubiésemos hecho lo mismo, porque las proseguimos realizando , todos los días seleccionamos cosas equivocadas. Jesús logró hincapié en un mutuo y también íntimo conocimiento y recíproca relación entre él y sus ovejas. ¿Le Has creído y reconocido como un hecho real que el Señor es mi buen pastor? Cuando le descubres y le admites, usted cuenta con el buen Pastor, que es todo lo que precisa.
Los ha nombrado El único Pastor, el Señor Jesucristo, tiene plena autoridad para venir a este mundo y para llamar a Sus ovejas. Él los guía desde el redil de todo el mundo a las bendiciones de la salvación en esta era, la era venidera y el reino eterno. Él va delante de ellos para darles todo cuanto precisan y para proporcionarles una protección completa.
Yo Soy El Buen Pastorrafael Moreno
Para el instante de la contemplación podemos repetir múltiples oportunidades este versículo del Evangelio a fin de que vaya accediendo a nuestra vida, a nuestro corazón. El profeta Ezequiel en el capítulo 34 afirma que Dios es el pastor de su pueblo y debía proporcionarles un pastor definitive. En el instante en que Jesús asegura que Él es el “buen pastor” está declarando que es el Mesías. Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros. Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre y las saca. Como buen pastor, Jesucristo conoce a todos los creyentes. Sabe cuáles son sus nombres, dónde viven, qué ocasiones los cubren, qué sentimientos los agitan, qué sufrimientos los inquietan.
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Ezequiel 34 pronosticó con relación al Mesías, quien, como un auténtico pastor, vendría para proteger al pueblo de Dios. Era un mensaje amoroso del Cristo venidero, el buen pastor. Como un pastor candela por su rebaño […] de esta forma velaré yo por mis ovejas […] la oveja perdida, la procuraré. así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y coloco mi avida por las ovejas. Y por la una parte de las ovejas, ellas “le siguen, por el hecho de que conocen su voz”. Este conocimiento implica una relación personal, no únicamente conocimiento teológico o intelectual, por el hecho de que es muy cierto que se puede comprender bastante sobre Dios sin conocerle a él.
yo soy el buen pastor
De este modo Jesús nos conoce y nos une íntimamente a su misterio. En esta segunda parte que hoy leemos, Jesús comienza diciendo “yo soy el buen pastor”. Que otros son farsantes y mentirosos y que no quieren a las ovejas. Entonces cuando ve algún peligro, deja a las ovejas. O sea un reclamo directo a los fariseos que se dicen estar atendiendo al pueblo, pero en verdad se han aprovechado de él.
Finalmente, la prueba de que alguien conoce a Dios es por dado que escucha su voz y le prosigue. Es imposible admitir que un genuino fiel no prosiga al Señor ni le obedezca. Eso es prueba inequívoca de que no le forma parte.
Además de esto, Jesús deja claro que no fue sólo para los judíos que Él dio su vida, sino más bien también para las «otras ovejas que debo no son de este pliegue; asimismo yo los voy a traer, y van a oír mi voz; Y habrá un rebaño y un pastor» . Las «otras ovejas» claramente es una referencia a los gentiles. Como resultado, Jesús es el Buen Pastor de todos, judíos y gentiles, los que llegan a opinar en Él . Manejando nieve en invierno, polvo cegador y arenas candentes en verano, largas y solitarias horas cada día, todo esto el pastor aguarda pacientemente por el bienestar del rebaño.
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De aquí sale una suerte de conjura mefistofélica de los indiferentes y de los egoístas. El Padre me quiere por dado que doy mi vida para volverla a tomar. Proseguimos adelante en nuestro estudio de los «Yo Soy» enunciados por Jesús en todo el evangelio de Juan. En un caso así, llegamos al cuarto, el cual está en el capítulo 10, pegadito al tercero.
En la escultura ha sido asimismo una imagen común, que empezó siendo cincelada en los flancos de los sarcófagos y recurrente en la música religiosa, como la pieza para órgano, El tríptico del buen pastor, de Jesús Guridi. C., correspondiente al periodo de tiempo de la Grecia Vieja, con una imagen del «buen pastor». Los cristianos proseguirán estos modelos para sus representaciones. Representación del «buen pastor» en las catacumbas de san Calixto. y yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni absolutamente nadie las arrebatará de mi mano.
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