El misterio no revelado de La Tentacion De Jesus

la tentacion de jesus

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el demonio. por cuarenta días, siendo tentado por el demonio. Y no comió nada a lo largo de esos días, pasados los que tuvo hambre.

Para la mayor parte de nosotros, las tentaciones en las que incurrimos son mucho más sutiles y furtivas. Sin embargo, el procedimiento que emplea Jesús nos irá a contribuir a exceder los trucos del demonio. En el momento en que sostenemos la tranquilidad, tenemos la posibilidad de preguntar las tentaciones con mayor claridad y evitarlas. Al nombrarlo, estamos mucho más siendo conscientes de la tentación. Se da cuenta que el diablo está intentando desviarlo de su curso, de la misma él trata de llevarlo a cabo con nosotros. Es esencial rememorar que al paso que tengamos pulso, vamos a tener tentaciones.

David Guzik :: Mateo 4

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Mas el Dios de toda felicidad, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido algo de tiempo, él mismo les perfeccione, afirme, refuerce y forme. Es en esta tentación que el Señor lo llama Satanás, que significa contrincante. Esta es la primera oportunidad que en Mateo hace aparición la palabra Satanás.

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Él podía demostrarlo poniéndose en riesgo para forzar a Dios a que le va a asistir. Jesús se encontraba ayunando con lo que el demonio lo tentó con pan. En el instante en que Adán fue tentado, contó con el apreciado apoyo de una compañera, una ayuda ideal que había sido desarrollada singularmente para él para animarle, para apoyarlo. Piensen en sus propias vidas y piensen qué fuerte es tu resistencia al pecado en el instante en que están solos o en el instante en que tienen personas que los tienen la posibilidad de apoyar. Ellos fueron atacados y embestidos por Satanás en la mitad de una experiencia donde les fue dado el privilegio de comer libremente de todo fruto de los árboles del jardín.

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Al paso que la apelación a la compasión es fuerte, la apelación para procurarse a sí mismo es considerablemente más fuerte. Los humanos (y Jesús fue humano) tienen una fuerte voluntad de supervivencia. Es viable enseñar un perfecto caso para la supervivencia personal.

En parte, puede que tengan algo de razón quienes defienden esa situación. Es cierto que, como afirma el apóstol Santiago (Cf., Stg 1, 2-4), el estar rodeado de “pruebas” (no siendo aquí siempre sinónimo de “tentaciones”), puede ser una ocasión para , salir fortalecidos en la fe, madurando en la paciencia ante el sufrimiento. La tentación siempre y en todo momento proviene del malvado, jamás de Dios. Por otro lado, no debemos olvidar que la santidad no radica formalmente en “no pecar” sino en sostenernos en la alegría de Dios; y, si en ocasiones caemos en la tentación levantarnos en el instante con el apoyo de Dios.

¡Quién sabe a dónde lo hubiese llevado el demonio desde ahí! Aun si no hubiera un mal inseparable en las tentaciones, Jesús precisaría evitarlas por su origen maligno. El primer domingo de cuaresma, se predica la tentación de Jesús en el desierto. Primero, ¿por qué el Mesías va al desierto a “ayunar” y a ser “tentado por el demonio,” y para ello, aparte de esto, es “movido” o “llevado” por el Espíritu Santurrón?

Podemos encontrar en la contestación de Jesús un método fundamental para la revisión de vida. ¿a qué ofrecemos nuestro tiempo, energía, vida y pensamiento? Si confiamos considerablemente más en el entender, en el poder, y en el tener que en Dios, si pretendemos que el planeta gire alrededor nuestro, es probable que hayamos olvidado que el culto de adoración solo es para Dios y que confundidos por el enemigo hayamos caído en sus redes. En este tiempo de Cuaresma abramos con cierta frecuencia el Evangelio, hagamos silencio de nuestras causas para percibir la Palabra de Dios. Invoquemos al Señor al lado de los enfermos, los que sufren, los que son golpeados por el mal, y descubriremos nuevamente la coalición de amor que el Señor ha establecido con nosotros.

El propósito positivo se contempla en el momento en que recordamos que Adam perdió su independencia, su propósito en la vida y su pureza en una tentación en el jardín según el libro de Génesis y Jesús como el segundo Adam vencería la tentación en un desierto. Primer propósito positivo fue recobrar en un desierto lo que el primer hombre al ceder a la tentación perdió en un jardín. Una tentación no es tan mala cuando se ve desde la visión de Dios.

El itinerario cuaresmal nos prepara a la celebración de la Pascua, de la que nosotros formamos parte por nuestro bautismo. La pedagogía de la Iglesia dedica este tiempo a la renovación de la vocación bautismal que de manera ritual se hace en la vigilia pascual diciendo ¡NO! Aprendemos del Señor que no conseguimos hallar en la satisfacción de las pretensiones básicas la justificación de la autosuficiencia. El itinerario cuaresmal nos prepara a la celebración de la Pascua, de la que formamos parte por nuestro bautismo. La pedagogía de la Iglesia dedica este tiempo a la renovación de la vocación bautismal que se hace en la vigilia pascual diciendo ¡NO!

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