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En el corto espacio de tiempo que queda entre la celebración de esta IV domingo y la Navidad intensifica tu vida de oración y prepárate para recibir a Jesús. Hay dos trazos en el cuadro de la Anunciación que nos tienen la posibilidad de ayudar también a nosotros a entender la obra de arte de nuestra vida en el momento en que dejamos que la pinte y la inmortalice el talento de Dios. Por todo lo visto se sabe que hablamos de una narración. En este caso, es una narración sobre el aviso del nacimiento de Jesús. Empieza el producto de forma clarísima, desde Dios.
35—El Espíritu Santurrón va a venir sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al beato niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. 30—No poseas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—.
Lucas
El tema de la Anunciación es muy recurrente en el arte católico. Se representa a la Virgen con el ángel Gabriel parado o volando frente ella. Solo debemos apuntar las acciones de determinado candidato presidencial y una supuesta nación cristiana que lo eligió presidente para rememorar la ofensa y dignidad con que se habla a la mujer en la sociedad presente. Probemos un poco además nosotros de este sobrecogimiento, de este estremecimiento frente al misterio, de verla tan pura y bendita, Ella, Nuestra Madre; y que sea Ella quien nos enseñe a estimar a su Hijo, como la mejor de las mamás. Dada esta escena uno no sabría qué meditar, ¿cuál de los 2 individuos se va a haber fascinado más? Penetremos atrevidamente en los pensamientos del arcángel Gabriel para comprender desde otro método la enorme felicidad concedida a la raza humana entera en este grandioso momento.
Evangelio del día: Lectura del beato evangelio según san Lucas (1,26-38): A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen casada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la… https://t.co/FZv6A9ez7a
— Ciudad Redonda (@ciudadredonda) March 25, 2021
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Lucas nos comunica que María es la que recibe la gracia. Ella no está dotada de un poder particular para prestar la alegría a absolutamente absolutamente nadie. Ella se ve favorecida por Dios para ser la madre del descendiente de David, el Hijo del Altísimo, el Mesías. Ya que grandes cosas me hizo el Poderoso; y beato es su nombre.
En consecuencia María es el sitio donde se cumple la acción vigorosa del Dios constructor, y Jesús es el nuevo comienzo, en quien se va a ofrecer esta vida plena que viene de Dios y se realiza en Dios. reinará sobre la vivienda de Jacob para toda la existencia y su reino no va a tener fin». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía representar ese saludo.
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¿Quién soy yo a fin de que la madre de mi Señor venga a verme? «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» Lc 1, 26-38. Homilía, “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.” Lc 1, Padre Juan Alarcón Cámara S.J. Homilía, “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” Lc 1, Padre Juan Alarcón Cámara, S,J. Alégrate, llena de felicidad, el Señor está contigo.
- Jesús es hijo de la vivienda de David, de esa casa de la que Yahvé prometió que enviaría un salvador a su pueblo.
Con cierta frecuencia tengo temor del vacío, de la obscuridad, del silencio en mí. Sin embargo, es ahí donde vive y trabaja el Espíritu, incluso en el instante en que mi oración semeja considerablemente más árida. Señor, ayúdame a entrar diariamente a la quietud de mi corazón, para encontrarte ahí, en amor y adoración. En nuestras vidas además hay puntos de inflexión, donde podemos admitir una invitación a hacernos cargo de algo bien difícil, en lugar de descartarlo; algo que destruye nuestros sueños o los de esos que amamos. El constructor del Evangelio procura hacer una aproximación de la temporada de María, en el instante en que ella da su aceptación al plan de Dios para ser la madre de Jesús. Ella recibe la seguridad, ante su duda, de que el Espíritu Santo vendrá a ella y el poder del Altísimo la cubrirá con su sombra.
El hombre no se encontraba implicado en forma alguna. La “descendencia santa, va a ser llamado Hijo de Dios” por dado que eso es lo que Él es. Esta es la única manera de hablar de Jesús. No hagas excusas para creer en la concepción y el nacimiento de Jesús. Ya que Jesús era un individuo muy particular, Emanuel, él debería tener una entrada muy especial en el mundo. “El Señor está contigo”, es una declaración de la grandeza de Dios que está que está en María.
#EvangelioDelDía Evangelio según San Lucas 1, 26-38. pic.twitter.com/WLZhtdsRrn
— Joaquin C Guardiolaﻥ (@ximetar) March 25, 2020
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Y porque hoy quieres venir y hablar conmigo en lo profundo de mi corazón. Que este tiempo de navidad sea un tiempo de repensar la vida en atención a la sublime distribución de María, prefacio de la distribución más plena y fantástica del Señor Jesús. Pensemos en todo cuanto encierra este acercamiento con Dios mediado por el ángel y observemos en él una manifestación plena de la vida cristiana. Pensemos en de qué manera Dios se hace pequeño y vulnerable y de qué manera opta por vivir entre los suyos en un ademán de amor supremo y de belleza poética además indescriptible. Que ese amor que no comprendemos pero que nos enciende cuando está cerca nos transforme la vida, nos ayude a perdonar a quienes nos hicieron daño y pedir misericordia por todos nuestros daños, nuestras mentiras, nuestros excesos.
como ha dicho a nuestros progenitores, a Abraham y a su descendencia para toda la existencia. Y hete aquí, tu parienta Elisabet en su vejez además ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. y reinará sobre la casa de Jacob para toda la vida, y su reino no va a tener fin. Pero ella se turbó bastante por estas expresiones, y se preguntaba qué clase de saludo sería este.
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