El Enigmático Secreto sobre Libro De Los Hechos al descubierto

libro de los hechos

Tenga presente que adondequiera que Dios desarrolla su programa y establece un nuevo centro, pone su sello de aprobación sobre el ministerio con milagros expepcionales. En el momento en que el evangelio pasó de Jerusalén a Samaria fue acompañado de milagros de confirmación, lenguas y la imposición de manos (Hch 8.5–17). Nótese que en Samaria Satanás trató de evitar la obra por medio de un mago. En Hechos 9, cuando Pablo fue ganado para Cristo, hubo una luz del cielo, una voz y la imposición de manos. En Hechos 10, cuando el evangelio llegó a los gentiles, hablaron en lenguas y glorificaron a Dios. En este momento, el evangelio pasa a la gran ciudad de Éfeso, una localidad dominada por Satanás, y de nuevo Dios testimonia a favor de su obra y sus obreros al darles «milagros expepcionales» (Véanse 19.11).

Sin duda que la iglesia no estaba lista para evangelizar con exactamente la misma autoridad y confirmación milagrosa que los apóstoles. No obstante, el Espíritu Santurrón asimismo se agradaba en trabajar por medio del auténtico testimonio de vida y palabra de la iglesia, y editar a muchos nuevos fieles por estos medios. Para resumir, los apóstoles no se limitaron a testificar solo de determinado modo o en determinados sitios. Al revisar el libro de los Hechos, los observamos aprovechando cada ocasión, y presentando el evangelio en formas apropiadas a cada audiencia.

Estudio Del Libro De Hechos De Los Apostoles

Samuel ministraba de esta manera (Véanse 1 S 12.23); y asimismo lo hacía Cristo (Mc 1.35–39) y Pablo (Col 1.9, 10). En Hechos 1, por medio de la oración y la Palabra los apóstoles hallaron la intención de Dios. Efesios 6.17–18 afirma que la oración y la Palabra vencerán al diablo. Segunda de Corintios 9.9–15 indica que el ministerio de la oración y de la Palabra proveerán los elementos financieros que una iglesia precisa. La oración y la Palabra edificarán siempre y en todo momento y en todo momento a una iglesia (Hch 20.32–36).

Esta iniciativa sobre la venida del reino enseña por qué Jesús les respondió así a los apóstoles. El Espíritu Beato estaba a puntito de ser vertido sobre la iglesia, pero eso no deseaba decir que la consumación de todas y cada una de las cosas estuviera cerca. Jesús sólo había estrenado el reino, y la bendición del Espíritu equiparía a su iglesia para que prosiguiese viviendo en un mundo pecaminoso antes de su venida. A la inversa, Jesús explicó que el reino de Dios se manifestaría en el curso del tiempo, expandiéndose a través de todas las naciones.

Hechos 14

Fue el ministerio, la dirrección, el control y la capacitación, del Espíritu lo que robusteció a la iglesia y la logró medrar en números, poder espiritual e influencia. 2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Contrastar la realidad de los hechos sucedidos, del cumplimiento de la promesa del Padre, una defensa de la verdad.

En el Prólogo al libro de los HECHOS DE LOS APÓSTOLES, su creador remite de manera expresa a un «primer Libro» escrito por él mismo, donde se cuenta lo que logró y enseñó Jesús desde el comienzo hasta el día de hoy de su Ascensión al cielo (1. 1-2). El Libro a que menciona es el tercer Evangelio, y el creador es el evangelista san Lucas, que concibió y compuso estos dos Libros como partes integrantes de una sola obra. Sólo hacia el año 150, cuando los cristianos juntaron los 4 Evangelios en un mismo volumen, estas 2 partes quedaron separadas. Coalición por el Evangelio contribuye a la iglesia a entender la Palabra de Dios con la cabeza, amar a Dios con el corazón, y proclamar la felicidad y la verdad del evangelio de Jesús. Esta lección examina la composición y el contenido del libro de Hechos, observando la manera en que Lucas organizó su material y el mensaje que deseaba enseñar. Esta lección inspecciona el constructor, el marco histórico y el trasfondo teológico del libro de Hechos.

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Comprendía con claridad el concepto de la felicidad de Dios y no se encontraba reculando al legalismo de las prácticas ceremoniales. Resulta evidente que finalizar este voto en Jerusalén era algo de suma importancia para él, tanto así que no se quedó en Éfeso más allá de que los judíos se lo solicitaron. Es realmente posible que Silas y Timoteo (v. 5) eran los que mucho más bautizaban, en tanto que la misión primordial de Pablo era evangelizar. Dios le dio una promesa particular de éxito y él permaneció dieciocho meses en la ciudad. Un cambio en los mandatarios políticos provocó novedosa oposición, pero Pablo todavía se quedó (v. 18) para predicar y instruir.

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Pablo llegó a Atenas como un turista ¡y se convirtió en un ganador de ánimas! Esta conocida ciudad era un centro de la religión y la civilización, pero todo lo que Pablo pudo ver fue pecado y superstición; un escritor antiguo mencionó que era mucho más simple hallar un dios en Atenas que a un hombre. Pablo discutía con los judíos en la sinagoga, pero tuvo poquísimo o ningún éxito. Entonces, prosiguió el modelo de los profesores griegos y llevó su mensaje a la plaza pública (ágora) donde los hombres se reunían para discutir filosofía o transar negocios. Pablo y sus compañeros se han quedado en casa de Lidia y fueron a las asambleas de oración con ella. Satanás siempre y en todo momento y en todo instante está disponible para ponerse en contra a la obra del Señor y en este casó usó una chavala esclava.

Nótese que sus expresiones parecían amables para los apóstoles, como si promoviera la obra del Señor. Satanás vino como ángel de luz, utilizando elogios (2 Co 11.13–15); pero Cristo jamás necesita su asistencia para fomentar el evangelio. Este testimonio era un obstáculo, no una asistencia; y Pablo lo detuvo.

• Afín situación no solo es importante con relación a hechos sino más bien asimismo con el evangelio de Lucas que fue escrito antes.

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Dios no logró este pacto con los gentiles, ni tampoco se aplica a la Iglesia. «Espiritualizar» estas promesas y aplicarlas a la Iglesia es entender mal y tergiversar las Escrituras. Dios les prometió a los judíos una tierra y un reino; gracias a su desobediencia perdieron la posesión de la tierra y no han recibido su reino.

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