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1 de juan 4
Él te quiere, CUANDO TÚ SIENTES SU AMOR, y te ama CUANDO TÚ NO PARECES SENTIRLO. Él te quiere sin importar lo más mínimo si consideras que te mereces Su amor. Dios te creó a ti para que fueses el objeto de Su amor, y a su vez, para que tú lo amaras a Él. Si tú no tienes iniciativa de qué forma expresar tu amor de manera importante, DIOS TE ENSEÑARÁ A HACERLO.
Un Tiempo Con Dios
Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios prosigue en él, y él en Dios. El Católico maduro va a ser habitual por el cariño.
- Siendo nacidos de Dios y permanecer en Él, contamos la aptitud de querer; pero es una decisión de nuestra intención el aproximarnos a esa fuente y dársela a otros.
- Dios es amor; y el que vive en amor, vive en Dios, y Dios en él.
El cariño es la naturaleza misma de Dios; el cariño empapa lo que Él es. O, como escribió John Stott, “Dios es amor en lo más íntimo de su ser”. Stott llama a la declaración del apóstol de que Dios es amor “la mucho más completa y sublime de todas las declaraciones bíblicas sobre el ser de Dios”. Segundo, este versículo de ninguna manera identifica a Dios con todo cuanto nuestra sociedad etiqueta como amor.
La Biblia Reina
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Cualquier persona que ama, es nacido de Dios, y conoce á Dios. Por supuesto, este amor no es perfeccionado en la vida del Católico de este lado de la eternidad. Pero más allá de que no sea especial, ha de estar presente – y debe ir medrando. No puedes realmente medrar en tu experiencia con Dios sin medrar, también, en amor unos por otros.
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Sin embargo, en todo eso se puede ser como Caín, quien ofreció a Dios el fruto de sus manos y no el fruto del Espíritu. Si bien Juan estuvo escribiendo bastante sobre el amor, no ignora el tema de la verdad. Juan no piensa que es “suficiente” que una persona tenga cierto género de amor en su historia si no confiesan que Jesús es el Hijo de Dios.
El término hacer se utiliza para concretar algo que viene de alguien, pero que no es de exactamente la misma esencia o naturaleza. Un hombre puede hacer una estatua igual a él, pero que jamás será humana. No obstante, usamos el término engendrar para describir algo que es precisamente igual a nosotros en esencia y naturaleza. Somos hijos e hijas adoptados de Dios, pero no somos de exactamente la misma esencia y naturaleza que Dios – nosotros somos humanos. Pero Jesús es el único Hijounigénito engendrado, lo que quiere decir que su título de Hijo es diferente al nuestro; Él era y es de exactamente la misma esencia y naturaleza que Dios el Padre. Nosotros somos seres humanos; Él es un “ser-Dios” – quien añadió humanidad a Su deidad.
Es ya inconcebible lo que el Señor hizo por nosotros entregando a su hijo, pero no solo en esto consistió su enorme amor, sino que Él tomó la iniciativa en acercarse a nosotros. No es que nosotros arrepentidos le hayamos buscado y Él nos disculpó. Solo el amor puede lograr que vivamos en un paraíso como en un comienzo lo tenía predeterminado Dios con Adán y Eva. No te congregues solo por práctica deja que Jesucristo llene tu corazón y transforme tu vida. El cariño es la bese de la superación y del éxito. Solo cuando amamos lo que deseamos podemos luchar por lograrlo.
Pero está ahí, y su presencia se revela por nuestro amor unos por otros y nuestro estar de acuerdo con la verdad de Dios – y todo eso nos se utiliza para darnos seguridad. Él es glorificado, justificado, por siempre y en todo momento justo y sentado a la derecha de Dios el Padre. Espiritualmente tenemos la posibilidad de tener esa situación en este momento, mientras que estamos en el planeta, por visto que como él es, así somos nosotros en este mundo.
A veces Jesús parecía enclenque y falto de poder, pero Él siempre y en todo momento estaba lleno de amor. A veces Jesús no era popular en absoluto, pero Él siempre y en todo momento y en todo momento se encontraba lleno de amor. A veces Jesús no inspiraba en la multitud sentimientos interesados, pero Él siempre y en todo momento y en todo momento estaba lleno de amor.
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Pero gran parte del “amor del que charlan”, no es nada menos que lujuria disfrazada de amor. Nosotros tenemos que reconocer a todos, pero no debemos aprobar todo cuanto ellos hagan. Conque da igual lo que la persona realice, o con quién lo realice, o por cuanto tiempo lo haga, tú debes quererla.
