Detalles sobre Lepra En La Biblia

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Este kalow de Rama fué reconocido con una planta de la familia de las Flacurtiáceas, el Taraktogenes kurzii. En la vieja China se usó la acupuntura, tal como distintas substancias minerales entre ellas el arsénico, para curar la lepra. En el siglo XIX se pensó que el caldo de culebra, de forma particular la majá o boa de Cuba era increíble antídoto para la lepra, como el caldo de tortuga. Comprendemos que tanto en Asia como entre los hebreos mismos, la aparición de un caso de lepra iba rápidamente seguida del decreto de separación y expulsión del enfermo fuera de los límites del poblado, campamento o ciudad.

38el sacerdote va a salir de la vivienda a la puerta de ella, y cerrará la vivienda por siete días. 32Esta es la ley para el que hubiere tenido plaga de lepra, y no tuviere mucho más para su purificación. 31Uno en sacrificio de expiación por el pecado, y el otro en holocausto, además de la ofrenda; y hará el sacerdote expiación por el que se debe de purificar, enfrente de Jehová.

Cristo En Toda La Biblia: Purificación De Los Leprosos

En los USA, se diagnostican precisamente 100 casos de año en año. La mayor parte de casos se detallan en el sur, California, Hawaii y las islas de ese país, y Guam. Lepra no es muy infecciosa y tiene un largo periodo de tiempo de incubación (tiempo antes que aparezcan los síntomas), lo que dificulta entender dónde y cuándo alguien contrajo la patología. La gente que tuvieron contacto con un cadáver (Nm 19.11–22); con algún fluído del cuerpo humano (sangre, semen, flujos de regla y parto, Lv 12.1–5); con personas leprosas o sus pertenencias ; o que han comido carne o alimentos prohibidos.

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Además solicitó perdón por dado que como oficial del rey de Damasco, debería acompañar a su soberano en la adoración del dios Rimmón. Según el relato, Naamán era un general distinguido que habitualmente había llevado a los arameos a la victoria. Enfermo de lepra, una doncella israelita cautiva notificó a su mujer que un profeta de Samaria podía sanarlo. Consecuentemente, Naamán solicitó permiso al rey Ben-Adad II para ir Israel. El soberano estuvo en concordancia y le dio una carta donde le pedía a Joram, rey de Israel, que curase a io Naamán de su lepra. Joram se preocupó por esta misiva, suponiendo que era una trampa para delarale la guerra.

50Y el sacerdote mirará la plaga, y encerrará la cosa infestada por siete días. 44leproso es, es inmundo, y el sacerdote lo declarará entonces inmundo; en su cabeza tiene la llaga. 40Y el hombre, en el instante en que se le cayere el cabello, es calvo, pero limpio. 37Mas si le pareciere que la tiña está detenida, y que ha salido en ella el pelo negro, la tiña está sanada; él está limpio, y limpio lo declarará el sacerdote. 23Pero si la mancha blanca se estuviere en su rincón, y no se hubiere extendido, es la cicatriz del divieso, y el sacerdote lo declarará limpio. 22y si se fuere propagando por la piel, entonces el sacerdote lo declarará inmundo; es llaga.

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“Zarath”, en el Viejo Testamento, no se refiere a la nosología que la ciencia médica actualizada ha identificado como lepra, sino a una afección de la piel visiblemente desagradable que tenía implicaciones rituales y religiosas muy importantes. La lepra, famosa por la ciencia médica actualizada como “la patología de Hansen”, es una infección crónica en la piel causada por la “Mycobacterium leprae” (“Hansen Bacillus”). Probablemente se originó en la India (c. 600 a.C.), y de ahí pasó a Egipto y a Europa (c. 400 a.C.). Los capítulos 13 y 14 de Levítico nos detallan el protocolo a continuar por los curas cuando un Israelita contraía lepra o en el momento en que había la sospecha.

Llame a su distribuidor de atención médica si tiene síntomas de lepra, singularmente si usted ha estado en contacto con alguien que tenga la enfermedad. En los USA, los casos de lepra se reportan a los Centros de Control y Prevención de Anomalías de la salud. La gente con lepra perdurable tienen la posibilidad de perder el uso de sus manos o pies debido a lesiones repetidas porque no tienen sensibilidad en esas zonas.

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Caiga su sangre sobre la cabeza de Joab y sobre toda la vivienda de su padre, y jamás falte en la casa de Joab quien padezca fluído, ni quien sea leproso, ni quien se sostenga con báculo, ni quien muera a espada, ni quien carezca de pan. Y habitó en una vivienda separada, mientras Jotam, hijo del rey, estaba al frente de la vivienda, gobernando al pueblo de la tierra. La voz gafo y su derivado gafe, se usó como término despectivo y equivalente a persona que trae mala suerte. En España tiene por nombre a los enfermos del mal de San Lázaro, lazrados, y asimismo malatos, de donde lacería y malatería, nombres aplicados a los centros de salud de leprosos o lazaretos. Este párrafo hace una clara alusión a la contagiosidad de la lepra y a la heredabilidad, aunque no se intente lepra verdadera, cosa siempre y en todo momento incierta en estos pasajes bíblicos en los que diríase que la piel se pone blanca, cosa que hace meditar en un psoriasis por servirnos de un ejemplo.

Sobra por lo tanto decir que las ideas medievales sobre la lepra afloró de los impresionantemente equivocados preceptos bíblicos. La Biblia es, sin duda alguna, el libro en el que la lepra adquiere una mayor importancia histórica y habitual. Aunque, como ahora se mencionó, probablemente la mayor parte de los casos de lepra que mencionan en la Biblia no sean la lepra como la conocemos el día de hoy, sino otras muchas anomalías de la salud dermatológicas, esto no afectó la repercusión de los escritos bíblicos en lo que a la lepra respecta.

• El mal de Hansen -confundido con la “lepra”- fué considerado como un rastro del juicio de Dios contra la persona que la padece, aumentando desmedidamente su dolor y las implicaciones sentimentales y espirituales de su patología.
• 51Y al séptimo día mirará la plaga; y si se hubiere extendido la plaga en el vestido, en la urdimbre o en la trama, en el cuero, o en alguno obra que se hace de cuero, lepra maligna es la plaga; asquerosa será.

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Si Dios amnistiase el pecado, ignoraría el mal, o lo tomaría a la rápida, o le reconocería el derecho a existir. En el evangelio hemos oído a Jesús condenar el mal y le oímos que al que escandaliza, “considerablemente más le valiese que le ataran una rueda de molino y lo echasen al mar” . Por eso Jesús se ha hecho leproso, ha cargado él con todos los errores de la humanidad para pagarlos con satisfacción vicaria. Esta es la cólera de Dios que aguanta el Hijo de Dios en su Pasión, donde la cruz del Hijo revela el cariño del Padre.

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