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lucas 16 19-31
¿Quizá aquel pobre fue transportado por los ángeles retribuyendo su pobreza y por el contrario, el rico fue enviado al tormento por el pecado de sus riquezas? En el pobre se patentiza glorificada la humildad, y en el rico condenada la soberbia. Podemos ofrecer por hecho que estos hombres han estudiado las escrituras desde su niñez. Si no escuchan la palabra de Dios, no van a escuchar la palabra de un hombre que solo conocen como indigente – aún si regresa de la desaparición para avisarles. En pensamiento judío, el infierno es la vivienda de los muertos.
«Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni si bien resucite un fallecido». Lucas (16,19-31).
Fotografía: @FerreroGalan pic.twitter.com/2zs7745thr— Sagrada Cena Córdoba (@LaSagradaCena) September 29, 2019
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Evangelio De El Día De El día de hoy Martes
Dios se servirá de todo en tu vida, de tus mejores y de tus debilidades no queridas, para bien. En el transcurso de un par de años terminados esto fue de este modo todos los días, naturalmente la vasija especial se encontraba muy orgullosa de sus logros, puesto que se sabía idónea para los objetivos para los que fue construída. Pero la pobre vasija agrietada se encontraba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable ya que solo podía llevar a cabo la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación. Servimos en Caritas como Lázaro, o sea desde la experiencia de nuestras heridas, pero en este momento sanadas por Jesús, o sea servir desde la cicatriz. Mi experiencia me transporta a entender al otro y desde ahí tender una mano para levantarlo, siendo testigo del Jesús que me ha sanado, dejando en el testimonio personal, el espacio a fin de que Él obre en su crónica.
Esta parábola no es un cuento de pequeños, sino más bien un aviso. Debemos cuestionarnos si nos encontramos prestos a ver Lázaro a lo que nos rodea. Debemos preguntarnos qué es lo que hicimos recientemente para proveer comida, ropa, hosting, y caridad humana a los Lazaros que nos cubren.
Es un ser que se mantiene “Alegre en la Promesa y perseverante en al adversidad” (Rom. 12,12). Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino fino y hacía cada día banquete con esplendidez. Resumidamente pruebo que no fue atormentada en el rico la riqueza, sino más bien la soberbia. Sin duda que el pobre fue llevado al seno de Abraham; pero del mismo Abraham dice la Escritura que poseyó en este planeta abundante oro y plata y que fue rico en la tierra. Si el rico es llevado a los tormentos ¿de qué forma Abraham había antecedido al pobre a fin de recibirlo en su seno?
El hombre rico también murió, pero fue al infierno. En el infierno, levantó la vista y vio a Lázaro en el cielo con Abraham. Pero todos y cada uno de los días el hombre rico no prestaba atención a Lázaro, simplemente no le importaba. Él no tenía el amor de Jesús, era egoísta y se preocupaba solo acerca de sus bienestares. Jesús contó una narración acerca de un hombre rico que llevaba las ropas mucho más finas y vivía en el lujo y solo pensaba en sí. Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino, celebrando cada día fiestas con esplendidez.
lucas 16 19-31
Nos recuerda al hijo pródigo, que deseaba comer los desperdicios que se les daba a los cerdos. Al paso que el cuerpo del hombre rico está cubierto de púrpura y lino fino, el cuerpo de Lázaro está cubierto de llagas. En el folio 78 de este manuscrito ilustrado, se observa esta imagen de la parábola del hombre rico y Lázaro.
Son esos inmigrantes estimados hermanos, que vienen de países pobres en pos de un salario que les deje vivir dignamente. El Evangelio que el día de hoy nos ofrece la liturgia, puede ser una herramienta que nos ayude a proyectar un poco considerablemente más nuestra mirada y a realizar una reflexión más gran de de qué manera nos comportamos en la vida diaria. El evangelio de Lucas cierra el famoso capítulo social que el domingo pasado proponía cuestiones específicas para los cristianos, como el cariño al dinero o a las riquezas y la actitud que los cristianos debemos sostener. ¡Qué fuerte lo que has contado, Andrómeda! Yo no sabía nada de esa señora hasta el momento en que lo has comentado tú (será por el hecho de que no veo prácticamente nunca la tele).
Con lo que tiran las primeras podrían saciarse las segundas. habría querido llenarse el estómago con lo que caía de la mesa del rico; por el contrario, aun se le aproximaban los perros para lamerle las llagas. La indiferenciadel rico en el texto evangélico es la indiferencia del ego, la indiferencia del que se siente apartado del otro y de todo el mundo.
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Representación del rico y Lázaro, en el cuadro de Jacopo da Ponte. “Tómate tiempo para hacer caridad, es la puerta del cielo”. Dame fuerzas y una mirada espiritual para descubrirte en mis familiares, en mi vecino, en mi compañero de trabajo, en todas la gente que me rodean; tanto con las que me llevo bien, como con las que me caen pesado. Que te vea tanto en el indigente como en mi patrón, y que consigua transmitirte a ellos. Que mi gran ilusión sea servir y ayudar a mi hermano en todas sus pretensiones que me resulte posible, para realizar su yugo considerablemente más suave.
En la Biblia el número siete representa la plenitud, y el seis, que desea ser siete pero no llega, la imperfección. El rico de la parábola afirma tener cinco hermanos, formando entre todos un grupo de seis ricos ególatras. Si hubieran recibido a Lázaro como hermano, se hubieran transformado con su ademán de generosidad y clemencia en una familia inigualable. Hay que fijarse en el apunte –evidente, si bien no explícito–, del egoísmo del abundante en contraste con la sencillez que tenía para darle algo al pobre. Si banqueteaba cada día y el pobre se encontraba en su portal, no le costaba nada dejarle la migajas. El evangelio de Lucas nos agasaja varias parábolas de gran riqueza.
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