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los que aguardan en jehova
Es por este motivo que la lectura para hoy nos llama al arrepentimiento, a una vida donde nuestra promesa y confianza son puestas solo en Dios. Isaías no solo nos anima a aguardar de manera segura y obediencia por fe como pueblo de Dios, sino que verdaderamente une las expresiones “esperar y confiar”. Mas los que esperan á Jehová tendrán novedosas fuerzas; van a levantar las alas como águilas; van a correr, y no se fatigarán; caminarán, y no se fatigarán. Mas los que esperan á Jehová tendrán recientes fuerzas; van a levantar las alas como águilas, van a correr, y no se fatigarán, caminarán, y no se fatigarán. recuperan, en cambio, su fuerza, los que esperan en el Señor, levantan su vuelo como las águilas; corren pero no se cansan, andan y no se fatigan. Pero los que tienen su promesa puesta en el SEÑOR renovarán sus fuerzas.
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Los Que Esperan A Jehová
con la que siento que puedo volar, que corro y no me canso, que camino y no me fatigo. Pero para recibirle debí esperar y hacer primeramente de Dios mi fortaleza. Aguardar en Jehová es saber que su fuerza prometida nos asiste a levantarnos por encima de las confusiones y dificultades de la vida. Esto nos asiste a estar dispuestos para en el instante en que El nos hable. Entonces vamos a ser pacientes en el momento en que nos solicite que aguardemos el cumplimiento de las promesas que están en su Palabra.
Esperar consume, esperar irrita, aguardar gasta, esperar desespera, esperar angustia nuestra vida. Pero, esperando es la forma en que Dios nos va a dar sus promesas. A lo largo de esta etapa de mi vida aguardé novedosas fuerzas, en estos momento me sentía frágil, daba la sensación de que la fortaleza que Dios había prometido no llegaría a mi vida.
Pero los que esperan a Jehová van a tener novedosas fuerzas; van a levantar alas como las águilas; van a correr, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. pero los que esperan en Jehová van a tener novedosas fuerzas; van a levantar las alas como águilas, van a correr, y no se fatigarán, caminarán, y no se fatigarán. “Los que esperan en Jehová tendrán novedosas fuerzas, van a levantar alas como las águilas, van a correr y no se fatigarán, caminarán y no se fatigarán”. pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; van a alzar alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
- A mí no me gusta oír del juicio porque me amedrenta pero la verdad es que Dios tiene que castigar el pecado pues Dios es santo ¿amén?
- van a levantar alas como las águilas, van a correr y no se fatigarán, caminarán y no se fatigarán”.
Pienso que no nos atrae aguardar por visto que no tenemos mucha seguridad en lo que nos traerá el mañana. No nos atrae estar en la “salón de espera” del hospital, ya que no estamos seguros del resultado de nuestra visita. No disponemos ganas “tomarnos el tiempo de entender a alguien”, por el hecho de que tenemos la posibilidad de ser heridos. En el momento en que nos ofrecemos cuenta de que no nos encontramos volando como volábamos antes, es en el momento en que perdemos el primer amor, que es Jesús, también se pierde el cariño a la palabra, el cariño por congregarnos, es allí en el momento en que perdemos la visión. Esto es un caso de muestra absolutamente edificador para nosotros en tanto que el águila que no tome resoluciones, desgraciadamente termina muriendo, del mismo modo pasa con el fiel que no toma resoluciones acaba muriéndose espiritualmente.
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“Nosotros habéis visto lo que he hecho a los egipcios, y de qué manera les he tomado sobre alas de águilas y les he traído a mí. El “beso de bendición” de Dios es brindado en Cristo a todo el que cree en él. En nuestra lectura para hoy, Isaías charla de la bendición de Dios, de sus novedosas fuerzas, de su don de vida para todos los que han perdido todo. El Dios que cumplió sus promesas al viejo Israel, cumple todas sus promesas al mundo enviando a su Hijo para traer el enorme tesoro de vida y salvación para todos.
Debemos esperar en el Señor y poner nuestra fe y confianza en Él y Él dejará que nuestro espíritu se eleve sobre este planeta. Él va a levantar nuestro espíritu en alas de águila y nos fortaleceremos para lo que nos espera. Únicamente aguardando pacientemente y poniendo nuestro fe en Dios y confiando en Él totalmente tendremos nuestras fuerzas renovadas.
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Si bien las Escrituras Griegas Cristianas de manera recurrente aplican el término esperanza a la recompensa celestial de los cristianos ungidos, este producto trata de la promesa en sentido general. Muy edificante estas palabras con verdades eternas. Dios les bendiga y les prosiga fortaleciendo para seguir expandiendo el Reino con mensajes como estos. Exactamente exactamente la misma el águila madre no se olvida a regresar a su nido, Jesús tampoco nos olvida. Como el águila madre está siempre recolectando y progresando de una manera para sus pequeños aguiluchos, de la misma manera Jesús, el Buen Pastor está cuidando de Su rebaño. Vea lo que pasa en el instante en que esperamos en el Señor.
Y la corriente de aire ardiente elabora el resto, el águila sin ningún esfuerzo comienza a volar y a planear. Las águilas están al filo del peñasco y aguardan que las corrientes térmicas de aire pasen. Y no es que en la iglesia seas un santurrón y a lo largo de la semana vivas una vida de pecado. El águila es un ave que esta amoldado a vivir apartado del resto. En el momento en que el Espíritu de Dios mora en nosotros y quiere guiarnos a las cosas de Dios, no debemos apagar esa voz, si lo hacemos empezaremos a vivir como un pollo, logrando ser águilas.
En el momento en que un individuo es joven, ya sea en edad o en su caminar católico, son más proclives a tratar de arreglar todo dentro de su aptitud. Entonces, después de muchos años de pruebas y inconvenientes, comienzan a echar una ojeada de lo que verdaderamente significa vivir por fe y confiar en Dios. y opinar que El va a cuidar de nosotros mejor de lo que nosotros pudiéramos hacerlo. Deberíamos estar dispuestos a aguardar con paciencia, para que El realice lo que es preferible para nosotros.
