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jesus camina sobre las aguas
La fe es una actitud mental que nos hace esperar que Dios se manifieste. Cuando actuamos según esta expectativa tenemos la posibilidad de vencer los temores. La lección más fundamental que aprendemos es que hay que poner completa atención a sus enseñanzas. Tengamos en cuenta que justo después del milagro sobre el mar, Juan prosigue con el discurso de Jesús como el pan de vida.
— Mamá, puedo caminar sobre las aguas.
— Jesús, ¿te drogas?
— Yo no soy el que tuvo un hijo con una paloma.
— ¡A tu cuarto!
— Jean Carlo Beas (@JCBeasP) September 8, 2014
Después de un enorme milagro que consistió en dar de comer a una multitud, Jesús elige que precisa rezar, con lo que manda a sus discípulos delante de Él en la barca. La acción, lo vieron, se reitera todos le vieron y se amedrentaron. La versión de Kindle Eunsa usa el pretérito pluscuamperfecto, le habían visto y se habían asustado, que semeja mas bien una explicación, y no es así.
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El Salvador tomó la mano de Pedro y le preguntó por qué razón no tenía más fe. Como el viento soplaba realmente fuerte, a Pedro le dio miedo. Empezó a hundirse en el agua y le chilló a Jesús que lo salvara. Pedro también deseó caminar sobre el agua, y Jesús le mencionó que fuera hacia Él. Pedro salió del barco y empezó a caminar sobre el agua hacia el Salvador. Esa noche, muy tarde, Jesús llegó para reunirse con Sus acólitos.
Lo segundo que nos enseña el Señor en este pasaje de Jesús anda sobre las aguas, es que si caemos siempre su mano nos irá a alzar. De manera, que no debemos tener temor como el resto de los seguidores, que se quedaron pasmados. Ante todo debemos enfocar nuestra mirada en Jesús constructor y consumador de la fe; y no desviar nuestra mirada hacia el fondo del mar en el instante en que decidamos salir de la barca.
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De lo contrario, sabrían que, mucho más que un acto de taumaturgia , como podría llevarlo a cabo un mago, lo que ocurrió allí fue producto del Amor de Dios. Si lo hubiesen comprendido, estarían ahogados del Amor de Dios, estarían siendo conscientes de la divinidad de Jesús, y no habrían sentido miedo cuando lo vieron caminar sobre las aguas. Aquí se hace mucho más evidente que los seguidores no habían comprendido en tu integridad el verdadero concepto y alcance del milagro de la multiplicación de los panes. Resulta visible que los discípulos no habían comprendido en su totalidad el auténtico significado y alcance del milagro de la multiplicación de los panes y los peces.
jesus camina sobre las aguas
Sin embargo, en medio de esa consternación y tristeza, ellas recibieron consuelo a través de muchas manos que brindaron asistencia. Son muchas las ocasiones de servicio que tenemos frente nosotros pues varios son los hijos de Dios que atraviesan problemas o pesares. Es simple dudar y vivir triste cuando se está solo, pero en el instante en que alguien se acerca con caridad para ofrecer asistencia es más simple opinar, tener promesa y ser feliz si bien las aguas se vean turbulentas. “¿Por qué dudaste de mí?” Pedro caminó hacia la barca con Jesús a su lado y se preguntó por qué se había asustado.
- 22Después de esto, Jesús hizo que sus acólitos subiesen a la barca, a fin de que cruzaran el lago antes que él y llegaran del otro lado mientras que él despedía a la gente.
- 26Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el agua, han quedado aterrorizados.
Todos y cada uno de los acólitos adoraron al Salvador por el hecho de que sabían que era el Hijo de Dios. 28—Señor, si eres tú —respondió Pedro—, mándame que vaya a ti sobre el agua. 25En la madrugada, Jesús se aproximó a ellos caminando sobre el lago. —Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua.
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Para una biografia completa y un vídeo, visita la pagina web del Dr. Italy. Fe significa caminar aun cuando nuestras rodillas tremen. La oración que mucho más se reitera en los evangelios es “¡No tengan miedo! El Señor no está hablándole a nuestras conmuevas, en tanto que que no se puede enviar a las conmuevas. Debemos tomar la resolución siendo consciente de no permitir que el miedo nos paralice.
Frecuentemente en nuestras vidas asistimos a la celebración eucarística dominical y al salir nos encaramos a la aventura de la vida, a “andar” el mar de situaciones y también indecisión que nos muestra la cotidianidad. Y las “cosas pequeñas” del períodico vivir consumen toda nuestra atención. Nos olvidamos que recibimos a Jesús-Eucaristía con su cuerpo, sangre, alma y divinidad, y que esa presencia continúa con nosotros.
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Pedro contesto que si de hecho él era Jesús que entonces llamara su nombre para que Pedro pudiera caminar hacia él sobre las aguas. Jesús le dijo que viniese a él, y caminando por las aguas hacia Jesús, Pedro empezó a dudar al notar el viento tan feroz y empezó a hundirse pero Jesús le tomó la mano y al subir ambos a la barca la tormenta paró. Al notar lo que había pasado los acólitos adoraron a Jesús y creyeron que el es el hijo de Dios. Los discípulos observaban al paso que Pedro salió esmeradamente de la barca y empezó a caminar sobre el agua dirigiéndose hacia Jesús. Pedro observó a Jesús al comienzo, pero después empezó a notar el viento y las pequeñas olas sobre el agua y miró a su alrededor con preocupación. De cuando en cuando se experimenta la llamada fuerte a caminar sobre las aguas.