Una visión ecuánime sobre Profetas De La Biblia

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Contexto histórico Cae el reino del norte en el 722 a.C. El rey de Judá, Ezequías, acoge a los predicadores deuteronomistas y Y también, y el mensaje de Amós y Oseas. Sus sucesores, Manasés y Amón, no impulsan su reforma. La obra Sus seguidores recogieron sus enseñanzas. Escaparon de Samaria tras la caída del reino y fueron acogidos por el rey Ezequías, de Judá. PARTE CONTENIDO CITAS PRIMERA Juicio contra las naciones y contra Israel.

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La Biblia Y Los Primeros Profetas

Nosotros resumiremos y vamos a comentar aquí las ideas mucho más esenciales. Voy a romper también vuestros velos mágicos, y libraré a mi pueblo de vuestra mano, y no van a estar considerablemente más como presa en vuestra mano; y vais a saber que yo soy Jehová. Ya que tanto el profeta como el sacerdote son impíos; aun en mi casa hallé su maldad, dice Jehová. La Biblia nos comunica que la profecía nada vale sin el cariño, y que las premoniciones se acabaran pero el amor permanecerá.

José Smith asimismo tradujo el Libro de Mormón siendo aún muy joven. Los profetas acostumbran a presentar sus alegatos con las expresiones “El Señor afirma”. Estas expresiones especifican que los profetas no fomentaban sus mensajes, sino más bien se consideraron a sí mismos los mensajeros de Dios con la autoridad de charlar por Dios a la multitud. Los libros de los “Viejos Profetas” (Josué, Jueces, 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes) forman parte a los Libros Históricos el antiguo Testamento. Los “Profetas Menores” son en ocasiones referidos como profetas inferiores pues sus discursos y sermones son considerablemente mucho más cortos que los de los profetas mayores.

11 “Pero con respecto a los apóstoles y profetas, obrad con ellos en conformidad con el evangelio. Que todo apóstol , en el momento en que venga a nosotros sea recibido como el Señor; pero no se quedará considerablemente más de un solo día, o, si es requisito, un segundo día; pero si se queda tres días, es un falso profeta. Y en el instante en que se marche, que el apóstol no reciba otra cosa que pan, hasta el día de hoy en que halle cobijo; pero si pide dinero, es un falso profeta. A este género se la llama “haggádico”, es decir, narrativo, relato inventado, con escasa base histórica, narrado para hacer llegar una lección ética. Este género es similar al género literario llamado Midrash, que consiste en ir haciendo una reflexión religiosa acerca de hechos que la tradición cuenta, para sacar de ellos lecciones de santidad.

Los libros proféticos se reúnen en dos gigantes divisiones. La primera división está en la Biblia hebrea, entre los profetas precedentes, que para las Biblias cristianas se clasifican en los libros históricos al lado del Pentateuco y otros escritos, y los profetas siguientes. La segunda enorme división es en los profetas siguientes, simplemente profetas en las tradiciones cristianas, entre profetas mayores y menores. Sería, como decíamos mucho más arriba, erróneo, considerar a los profetas solo como portadores de predicciones referentes a lo por venir; fueron en primer lugar misioneros de su propio pueblo.

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Profetas, sino en los Escritos, gracias a que no ejercitó el trabajo de profeta en el seno de la nación, aunque sí fue receptor de revelaciones proféticas que proceden de Dios. Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo terminado y unos 400 asistentes (escritores, cronistas, traductores, fotógrafos…). Casi 4 miles de individuos siguen las páginas de Aleteia en las comunidades. Además los individuos bíblicos comían de la caza y de la pesca, como se desprende de los rebaños de cabritos, corderos y ovejas, vacas, y la caza de los corzos. Y en la pesca, es elocuente el libro de Tobías, protegido por el arcángel San Rafael, que agarró un pez grande en el río Tigris (Tobías, 6, 1-5).

Pero durante los tiempos, además de efectuar visible su existencia mediante la creación, Dios asimismo ha designado profetas para revelarnos su carácter, intención y fabuloso plan para la humanidad. El mensaje dado por los profetas de Dios en la Biblia merece nuestro respeto. Un profeta era quien, llamado por Dios y lleno de Su Espíritu, les transmitía la palabra del Señor a quienes de una u otra forma se habían distanciado de Dios.

Un caso de muestra de esta clase de libro es Daniel, que pudo haber sido escrita en de una manera en el siglo IV A. C., pero no fue puesto en su forma actual hasta el día de hoy en que la dinastía seléucida rigió Palestina (cerca de 165 A.C). Los mensajes de Isaías semejan emprender todos estos períodos de la narración de Israel y contemplar los hechos que llevaron al regreso del exilio en Babilonia. Otros, como Haggai, Zacarías y Malaquías, predicaron a las personas que habían regresado del exilio y trabajaban para reconstruir el templo en Jerusalén y comenzar de nuevo a venerar a Dios. Otros, como Jeremías y Ezequiel, advirtieron al pueblo sobre la venida de la derrota de Jerusalén y el exilio de su pueblo a Babilonia y prometieron un tiempo futuro en que el pueblo de Dios va a ser liberado y retornará a Jerusalén. Oseas utiliza la imagen del matrimonio del profeta con una prostituta para cotejar la relación de Israel con Dios, que disculpa de forma continua a una mujer infiel . Múltiples de los mensajes son de juicio y observación, al paso que otros se centran en el perdón y la renovación.

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Por tanto he despedazado a través de los profetas, los he matado con las expresiones de mi boca; los juicios sobre ti son la luz que sale. Hablamos de resoluciones de profesores articulo-exílicos a los problemas religiosos y políticos de su momento histórico de la restauración. Por eso se incluyeron en la sección de los Escritos.

18Pues comentando expresiones infladas y vanas, cautivan con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que realmente habían huido de los que viven en fallo. 3y por avaricia van a hacer mercadería de nosotros con expresiones fingidas. Sobre los semejantes en este momento de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme. Esta perspectiva era la considerablemente más corriente, si bien no única, en tiempos de Jesús.

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