Una visión ecuánime sobre 1 Juan 4 16

1 juan 4 16

Dios es amor, y el que sigue en el cariño, sigue en Dios y Dios en él. Y nosotros hemos conocido y creído en el cariño que Dios tiene hacia° nosotros. Y nosotros conocimos y creído el cariño que tiene Dios para con nosotros. Dios amor es; y el que continúa en el amor, en Dios prosigue; y Dios en él sigue.

Todo lo que Dios hace, de una forma u otra, expresa Su amor. Juan deja claro que fallo tiene una dinámica espiritual; no tiene que ver con ser sencillamente educado o inteligente. Alguien que sea muy educado, alguien que sea muy inteligente puede ser influenciado grandemente por el espíritu de error. En tanto que el fallo tiene una activa espiritual, mantenerse en el espíritu de verdad es un tema espiritual.

Páginasotrocomunidaddios Es Amor, 1 Juan 4:16

Ciertamente esta gloria está en nosotros con fachada de “semilla”; no fué construída completamente en lo que llegará a ser. Él es glorificado, justificado, por siempre justo y sentado a la derecha de Dios el Padre. Espiritualmente podemos tener esa situación ahora mismo, mientras que estamos en el planeta, por dado que como él es, así somos nosotros en este planeta. Podemos saber, y tenemos la posibilidad de entender ahora, en este lado de la eternidad. En esto conocemos que continuamos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.

Entre las historias amorosas mucho más emocionantes de la Biblia está en el Libro de Oseas. Aquí Dios equipara el cariño del profeta Oseas, por su prostituta-mujer Gomer… con el amor de Dios por Su infiel mujer, Israel. Una de las considerables verdades presentadas en el Viejo Testamento es el cariño eterno de Dios por Israel.

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Si nos amamos unos a otros, Dios continúa en nosotros y su amor se optimización en nosotros. 17En esto se ha perfeccionado el cariño en nosotros, a fin de que tengamos seguridad en el día del juicio; ya que como él es, así mismo somos nosotros en este mundo. Andas que se encuentra en mi vida, fusionada en mi alma, grabada en mi corazón, fuente que sacia mi sed, eternamente siempre y en todo momento y en todo momento ¡Tú!. Sueño perderme en el fondo de tus pupilas, cobijarme en la calidez de tu amor y deslizarme en el caudal de tu alma.

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Dios es amor, y el que vive en el cariño, vive en Dios y Dios en él. Pero, desgraciadamente, no entiende el concepto de la palabra AMOR. La que vive en amor, VIVE EN DIOS, y DIOS EN ELLA. No hay vuelta que darle. La vida cristiana es una vida amorosa. Una vida fría y asimismo indiferente, no es una vida cristiana.

• Es dependiente de nosotros que respondamos a Su mandamiento con nuestra intención y todo nuestro ser.
• La vida cristiana es una vida cariñosa.

Y nosotros conocimos y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Y el que continúa en el cariño continúa en Dios, y Dios continúa en él. 14 Nosotros vimos y ofrecemos testimonio de que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. 15 Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, sigue en Dios, y Dios en Él. 16 Y nosotros conocimos y creído el cariño que Dios tiene para con nosotros. DIOS ES AMOR; y el que permanece en amor, continúa en Dios, y Dios en Él.

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Padre, gracias por brindarnos tu Palabra. Tu Palabra es cierto, y por medio de ella, Tú nos enseñas y nos motivas a ser más como Jesús. Gracias que Tu amor es incondicional y verdadero. En el instante en que necesitamos una exhibe de su presencia en nuestra vida, siempre y en todo momento se la ingenia para hacernos sentir la cercania de su amor. y al vivir en Dios, nuestro amor crece hasta hacerse especial. Por lo tanto, no vamos a tener temor en el día del juicio, sino más bien vamos a poder estar frente Dios con seguridad, pues vivimos como vivió Jesús en este planeta.

Por el contrario, piensan en un amor soso, pásala-bien tipo de amor que valora ser “amable” más que verdaderamente deducir lo señalado para la otra persona. Una vez más, Juan insiste que hay algo concedido al creyente en el momento en que es nacidode Dios; un amor, que antes no tenía, es puesto en su vida. Los Cristianos no son “solamente perdonados” – son nacidos de nuevo por el Espíritu de Dios. Ellos son de todo el mundo; de ahí que charlan del mundo, y el planeta los oye. Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu enserio y el espíritu de fallo.

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Naturalmente, este amor no es perfeccionado en la vida del Católico de este lado de la eternidad. Pero más allá de que no sea especial, debe estar presente – y debe ir medrando. No puedes verdaderamente crecer en tu experiencia con Dios sin crecer, también, en amor unos por otros.

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