Técnicas Para La Fe De La Mujer Cananea Que Solo ciertos Conocen

la fe de la mujer cananea

Qué vigorosa es la plegaria de intercesión. Tal como la mujer en el Evangelio, vengo frente Jesús trayendo a otros/as en mi oración. Al paso que rezo por quienes amo, crezco en la apreciación de su amabilidad y solicito bendiciones para ellos/as. Pienso nuevamente en que ellos/as son bendiciones para mí y doy las gracias. Y Jesús fue el primero en ir rompiendo esas barreras, como lo que le pasó con esta mujer cananea. “Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas”.

Tu fe prepara el milagro para tus hijos, vrs. Nuestros hijos son simiente de Dios, aunque el enemigo intente dañarles, el auxilio de Dios llegara, levantémonos en oración por nuestra familia, y creamos en la obra robusta de Dios. Jesús exaltó la fe de esta mujer… la fe grande reside en confiar y querer a Dios, aún en los momentos mucho más difíciles y asimismo inciertos. “Ahora mismo solo debo cuidar a los judíos”, le dijo Jesús a la mujer. “No está bien tomar el pan de los hijos de Dios y dárselo a los perros”.

Soy Una Mujer De Dios

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Una fe que sea con la capacidad de dejar atrás todos los prejuicios y todas y cada una de las inquietudes. Dios nos solicita opinar con una fe estable y profunda, desprendida y valeroso. No es sencillo opinar, pero en el instante en que creemos, paradójicamente, la vida se nos hace mucho más fácil y todo lo que nos pasa, bueno o malo, tiene sentido y valor.

En El Corazón De Dios Cabemos Todos

Como la mujer cananea nos hemos acercado al Señor clamando por un bien que él nos lo conceda y no fuimos contestadas por él, aparenteme ya que no oramos bien. podemos ver la visible indiferencia del Señor Jesús hacia la mujer cananea. La mujer tenía fe en que Jesús podía sanar a su hija.

Vemos aquí que Dios manda a Elías a Sarepta de Sidón, y al llegar allí halla como en este momento el Señor se lo había dicho una viuda. Jesús cumple cada promesa, precisamente por su carácter santurrón él no engaña, jamás engaña, él nunca queda mal, en ningún instante crea falsos anhelos o esperanzas, puedes confiar de forma plena en su poder. Dios es leal y por consiguiente cumple su vigorosa palabra. “Hágase contigo como deseas. Y su hija fue sanada desde aquella hora”. La verdad es que en frente de las crisis y ante los óbices la opción opción alternativa más simple en el instante en que todo empeora es renunciar, pero ella insistió… Los óbices precedentes, ni lo presente la hicieron desfallecer, ella siguió luchando.

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Su fe es poca pues se acobardan en frente de los óbices. La fe de esta mujer es grande por el hecho de que superó cada obstáculo que encaró. Ella reitera la solicitud unos cuantos ocasiones considerablemente más, el afirma que no. Jesucristo reduce el término perro por perrillo, no cierra totalmente la puerta por las expresiones, deja que primero se sacien los hijos. Se imaginan hermanos la gran humildad de esta mujer al aceptar ese estatus. Bendito padre celestial tú que estas en los cielos y conoces nuestra necesidad.

• En Mateo, la historia se cuenta como la curación de la hija de una cananea.​ Según los dos cuentos, Jesús curó a la hija de la mujer al tiempo que viajaba por la zona de Tiro y Sidón, a causa de la fe mostrada por la mujer.

“Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, compone a la palabra que Jehová había dicho por Elías”. “Entonces ella fue y también logró como le ha dicho Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días”. La fe es la seguridad de que el Señor va a hacer un milagro, en contraste el temor es la seguridad de la desgracia que va a llegar. El temor desgasta, y derruye el ánimo y la fe. Ella sólo miraba lo poco que tenía en su casa. Es escencial entender las buenas y capaces palabras de Dios, puesto que estas son fieles tal como él lo es.

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Que se cumpla lo que deseas.” En ese mismo momento su hija fue sanada. Realmente nuestra fe debe ser según la intención de él. Al señor Jesús conseguimos hallar en estos pasajes realizando su intención y una mujer sometiéndose a ella.

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Jesús sana la hija de la mujer cananea ya que su fe era muy grande. El amonestó a sus discípulos ya que su fe era pequeñísima. El evangelio de Mateo nos enseña aquí algo fundamental sobre la naturaleza de la fe que se precisa para mover montañas. Como nos enseña la palabra de Dios nuestros hijos son simiente de Dios, si bien el enemigo intente dañarles, el consejo de Dios prevalecerá, levantémonos en oración por nuestra familia, y creamos en la obra vigorosa de Dios. Agradece al Señor las frases de tus progenitores.

De cierta forma esta mujer pagana nos puede sugerir una lección de oración. No en todos los casos nos encontramos contentos con lo que nos toca, o con lo que les toca a otros, y deberíamos expresar nuestros reales sentimientos a Cristo, no únicamente los que podrían no incordiarle. En la tradición preservada por nosotros en las Escrituras, Jesús nos es anunciado como un orador formidable, pero en esta instancia la mujer Cananea gana confortablemente su punto de debate. Jesús alaba a la mujer por su fe, pero ¿cuál era su fe? Uno desearía entender su crónica posterior.

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