Señales de advertencia sobre Mis Ovejas Oyen Mi Voz que Debe saber

mis ovejas oyen mi voz

Él se pone en contacto con los “antropoides” que no tienen ningún conocimiento o discernimiento, pero expresa palabras que son considerablemente más altas que el entender y que están sobre los gigantes hombres. Vive entre un conjunto de individuos torpes y también indiferentes que no tienen humanidad y que no comprenden las convenciones y las vidas humanas, pero le puede pedir a la raza humana que viva una humanidad habitual al tiempo que muestra la raza humana vil y baja del ser humano. Todo lo mencionado es Su ser, mucho más alto que el ser de cualquier persona de carne y hueso. Para Él no es requisito presenciar una vida habitual dificultosa, complicada y sórdida para llevar a cabo la obra que tiene que realizar y conocer intensamente la sustancia de la raza humana corrupta. Su obra y expresiones solo revelan la desobediencia del hombre y no le dan al hombre la experiencia y las enseñanzas para tratar con el planeta.

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ingresar en la vida eterna, en una intimidad que da alegría sin fin y la capacidad de capturar el sentido profundo de cada día. El Señor también nos deja libres de rechazarla, precisamente la misma los Judios en el producto de los Hechos oímos. Pero si respondemos positivamente, Ahora mismo podemos entender cómo llegar a la vida eterna.

Él les mencionó que se encontraba pegando a las puertas de sus corazones, pidiendo que le dejaran entrar y permitirles tener comunión, compañerismo, con Él. Algunos incrédulos, que vacilan del interés de Dios por la multitud, afirman que es verdaderamente bien difícil que Dios verdaderamente pueda charlar, afirman que Él si es que hay, es un ser sutil, que no se inmiscuye en la vida de la gente. Pero hay que oír su voz también en los hechos y en las vicisitudes por las que nos encontramos pasando, o por las que tenemos que vivir.

Nosotros además podemos perdernos de forma fácil, pero en el instante en que oímos su voz obedecemos y volvemos a él. En el momento en que saca todas las suyas, va enfrente de ellas, y las ovejas lo prosiguen por dado que conocen su voz. `He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo. 28y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

El haberlo hecho, me hizo percatarme de que siempre y en todo momento deseo admitir la voz que el Señor usa para estar comunicado con Sus hijos, alén del medio. Pensé que era la voz del presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008), quien era el Presidente de la Iglesia en ese entonces. Un domingo durante la noche se encontraba mudando las estaciones de radio intentando de encontrar buena música de domingo. Hacía tres meses que había venido a estudiar a USA, desde mi tierra natal, México.

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Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28y yo les doy vida eterna; y no perecerán nunca, ni absolutamente nadie las quitará de mi mano. Mis ovejas oyen mi voz y me siguenEl contexto está en Juan diez. “Ellos van a oír mi voz” o sea algo primordial a tener en consideración en este versículo.

Realmente, las “ovejas” de Jesús están reconociendo su voz y están respondiendo al comunicar con otros las cosas buenas que aprenden. Unos dos meses después asistió a una asamblea de los presentes de Jehová con su familia y, feliz en lo concerniente a haber hallado la realidad, participó por vez primera en la actividad de predicación. Nos encontramos llamados, en todas y cada una nuestras relaciones, a inspirar seguridad y seguridad. La protección del buen Pastor nos da seguridad; en sus manos, nuestra vida está segura; su protección es considerablemente más fuerte que todas y cada una de las fuerzas del mal.

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• De esta manera que el Hijo forma parte al Padre y el Padre forma parte al Hijo, en la unidad del amor que es el Espíritu Santurrón.
• Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son puros.

Cualquier persona que sea la razón, si intentan alcanzar el propósito de la vida de cualquier otra forma, por medio de cualquier otra puerta, fracasarán. Están tratando de conseguir algo de una forma ilegal; tratan de dar sentido a la vida sin el Creador de la vida. El pueblo de Dios escucha la voz de Jesús y la reconoce, pero se mantiene alejado de otras voces. En esta parábola, las ovejas son el pueblo de Dios, y están accediendo en un espacio seguro, un corral de ovejas, representando la salvación.

Como maduramos como personas, el acólito está llamado a madurar en su historia de fe; estos procesos no se comprometen, pero si se fortalecen. Absolutamente nadie que entre en una relación de privacidad con Jesús, irá a la perdición ni será arrebatado por medio de Jesús, por visto que Él es el Buen Pastor. Quien ama no quiere que el cariño concluya, el cariño pide eternidad, en esta visión, la relación de intimidad con Jesús en la activa del amor, nunca expoine nuestra vida, por el contrario, da vida y seguridad. Jesús está siempre y en todo instante cercano a sus ovejas, con premura, con atención, con paciencia, sutilmente, con dedicación hasta el don total de sí desde la Cruz, para que los suyos, los que el Padre le dió, tengan vida. El rebaño del Pastor, no está formado por una masa de individuos; Jesús nos identifica, conoce nuestra historia, nuestras adversidades, nuestros defectos y nuestra personalidad. Nos conoce y nos admite como somos, y así, desde la realidad de nuestro ser establece con nosotros una relación de intimidad, como la que el Hijo tiene con el Padre, relación que nos da la vida eterna.

Él puede darnos poder para responder apropiadamente, vivir completamente y gozar de la vida abundante que Jesús prometió a los que lo siguen. Este libro se sumerge en la gran aventura de sentir la voz de Dios, conocer lo que significa continuar la intención de Dios, y experimentar de primera mano la alegría de vivir una vida con propósito. Quizás hay algunos defectos en la manera en que observamos a Dios, nos enlazamos con Él y vivimos la vida cristiana.

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