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Mas buscad en primer lugar el reino de Dios y su justicia, y todas y cada una estas cosas os van a ser añadidas. Este es Jesús, como mejor lo recordamos; viviendo cada instante, confiado en la Providencia de su Padre Celestial, valorizando la vida y el cuerpo, considerablemente más que el alimento y la ropa. Percibo un destello del Reino de Dios en la tierra, y me siento bendecida.
- Los instantes de crisis, de escases, de restricciones económicas son ocasión en que, como un torrente incontrolable, aparece la ansiedad humana, el afán de localizar una seguridad aparente en los elementos materiales.
- Jesús termina de evaluar exactamente el estándar justo de Dios; quizás anticipó el pensamiento “¿No estaría todo el planeta impresionado si yo fuera de esta manera?
Dan testimonio de los valores y misiones que rigen la vida de millones de hombres y mujeres cerca de todo el mundo. La comida, la bebida y el vestido son el día de hoy, como ayer, razón de afán y ansiedad. Dios es quien creó la vida y es el quien la va a sustentar hasta en el instante en que el mismo haya preciso y debemos confiar que eso se va a hacer.
Seguridad En Dios (mateo 6:25
Y en esto quisiera que viéramos múltiples prioridades en nuestra vida relacionada con el reino de Dios y su prioridad en nuestras vidas. Buscad en primer lugar el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. en Buscad en primer lugar el reino de Dios – En el instante en que Dios utiliza aves para proveer sustento. Y que no tenemos la posibilidad de ser útil a Dios y a las riquezas (mamón), cualquier persona que estas se llamen. Nuestra forma de ver la vida (cosmovisión) ha de ser centrada en Dios, y no en nosotros, en las cosas de Dios y no en las de la tierra.
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Por ejemplo, el único hecho de ser pastor, o misionero, no garantiza que nuestra prioridad está en el buen ubicación. Nosotros también tenemos la posibilidad de ser responsables de profesionalismo, y olvidar de buscarel reino de Dios por nosotros. Sería bueno poner, por un acto de fe, tu mañana entre las manos de Dios. Jesús sigue con el Sermón del Monte — Enseña a los acólitos la forma de rezar — Se les manda buscar primeramente el reino de Dios y Su justicia. La segunda preocupación humana es la preocupación por la vida.
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Y la ansiedad conduce al dominio idolátrico de la riqueza y al ojo malo que solo busca el beneficio personal. No te enfoques en tu persona, más bien, pon tu enfoque en ser útil a Dios y a el resto. La ansiedad, el miedo y la preocupación son esencialmente secuelas de enfocar la atención en uno mismo. ¿Qué haré si esto no ocurre?
El preocuparnos no puede cambiar en nada, ni el pasado, ni el futuro, y en el presente solo sirve para enfermarnos. Jesús dice que absolutamente nadie puede agregar a su estatura un codo mucho más por afanarse. Un codo era una unidad de medida de longitud que los judíos empleaban y que equivale precisamente a 45 centímetros. Por lo tal la ansiedad es totalmente inútil y no nos asiste a nada. Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las nutre.
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“En el heleno viejo, un hypocrites (‘hipócrita’) era un actor, pero en el primer siglo el término llegó a ser usado para esos que desempeñan papeles y ven el planeta como su escenario”. Jesús termina de probar claramente el estándar justo de Dios; quizás anticipó el pensamiento “¿No estaría todo el planeta impresionado si yo fuera de este modo? ” Conque aquí Jesús se dirigió al peligro de cultivar una imagen de justicia. Es casi imposible llevar a cabo cosas espirituales enfrente de otros sin meditar cuál va a ser su opinión de nosotros mientras que hacemos esas cosas, y si van a estar pensando mejor o peor de nosotros al paso que hacemos lo que hacemos. Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra forma no vais a tener recompensa de tu Padre que está en los cielos.
sino más bien haceos atesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. aY no nos bmetas en ctentación, dmas líbranos del mal; pues tuyo es el reino, y el poder y la egloria, por todos y cada uno de los siglos. Hágase tu bvoluntad, como en el cielo, así asimismo en la tierra. aMirad que no deis vuestra blimosna enfrente de los hombres para ser vistos por ellos; de otro modo, no vais a tener recompensa de tu Padre que está en los cielos. En tercer lugar, no debemos angustiarnos pues no somos como los paganos que no tienen promesa. Seguidamente, nuestro Señor Jesucristo nos da otra razón por la que no debemos entrar en ansiedad, y es por el hecho de que la tal es inútil.
Por dado que nuestra esperanza esté depositada en Dios y no en el mundo. La medicina para el afán de la vida es la CONFIANZA EN DIOS. 20Más bien, amontonen para ustedes bienes en el cielo,+ donde ni las polillas ni el óxido los echan a perder+ y donde los ladrones no entran a robar. La gloria de Salomón era deslumbrante pero Jesús dice que no él y su gloria se puede equiparar a una hermosa flor a la que Dios ha vestido. En el verso 27 la idea cambia tenuemente en el momento en que habla de de qué forma estas preciosas flores que el día de hoy están en el campo y que mañana son echadas al horno.
