Rumores y mentiras sobre Sirach 6 5-17

sirach 6 5-17

En la primera lectura de este día, Dios disculpa el “reproche” de las generaciones que murmuraron contra Él después del Éxodo. En el umbral de la tierra prometida Israel, con un corazón limpio, puede ahora festejar la Pascua, la celebración del hijo primogénito de Dios (cfr. Jos 5,6-7; Ex 4,22; 12,12-13). Nosotros, hijos de Adán premeditados al pecado y a la desaparición, fuimos liberados para la santidad y la vida mediante la obediencia impecable de Cristo a la intención del Padre (cfr. Rm 5,12-14.17.19; Ef 2,2; 5,6). Es por ello que seguimos congregándonos temprano, en la mañana del primer día de la semana, para celebrar esta celebración de la tumba vacía y dar gracias por “Cristo vida nuestra”, como le llama la epístola de hoy.

, en el seno familiar, es escencial para el avance del adolescente. Todo el futuro se configura en esos años de la infancia. La mayoría de las desviaciones y traumas que condicionan la conducta del hombre se han amasado en la dejadez, impotencia y también ignorancia del hogar. Los sabios exhortan de manera continua a los progenitores a ser duros y enérgicos en la educación no ahorrando ni nuestro castigo corporal (Si 30,1-13) y a los hijos a admitir la reprensión . El \\\’non scholae sed vitae discimus\\\’ es un hecho prácticamente natural para los sabios bíblicos. En la lectura de el día de hoy del Evangelio según san Mateo, Jesús nos recuerda que somos libres y causantes de nuestra vida.

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En la primera lectura de hoy, el profeta Jeremías guía nuestra atención hacia la promesa que Dios le logró a David, unos 1000 años antes de Cristo. Dios dice a través del profeta que cumplirá esta promesa provocando un descendiente santurrón, un descendiente recto, que gobernará a Israel en justicia (cfr. 2Sam 7, 16; Jr 33, 17; Sal 89, 4-5; 27-38). Cada Adviento, la liturgia de la Palabra nos reorienta respecto a nuestro sentido del tiempo. Con toda intención, en las lecturas de las próximas 4 semanas, nos presentará tensión entre promesa y cumplimiento; expectación y liberación; futuro y pasado. Juan cita a Isaías (cfr. 40, 3) para decirnos que vino a construirnos un camino a casa; una senda que nos saca del desierto del pecado y de la alineación. Un sendero por el cual vamos a seguir a Jesús y peregrinaremos felizmente, sabiendo que Dios nos recuerda, como afirma la primera lectura de el día de hoy.

La Sabiduría bíblica es también, y más que nada, virtudque transciende la vida práctica y encauza las tendencias morales; es la suma de todas virtudes. Especificarlas aquí, todas y cada una de las que los sabios atribuyen al hombre ideal, es largo y prolijo. Vamos a indicar, aparte de las tratadas, las que asemejan mucho más destacadas en la opinión de los autores sagrados. Palabras dulces multiplican los amigos y la lengua afable multiplica las buenas relaciones (Si 4,23.29; 6,5).

Jesús vino en primer lugar para regresar a poner el reino de Israel (cf. Hch 1,6; 13,46). Pero su misión última era la reconciliación de todo el planeta, como San Pablo afirma en la epístola de este domingo. En este drama familiar observamos cumplida la profecía de Isaías y la promesa de la que cantamos en el salmo de este domingo. En Jesús, Dios da a saber a todas las naciones su camino y su salvación (cf. Jn 14,6). Después le dice que su misión está destinada solo a los israelitas.

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Usted se podrá charlar de sus intereses al sentarse con sus niños y conocer los sitios favoritos de ellos. Reconocimientos Por la mayor parte de este programa, nosotros nos encontramos muy reconocidos a y agradecemos a la Diócesis de Manchester por el permiso de usar su programa. El software Círculos de Precaución fue escrito por Mary Ellen Mahon, Directiva para Capacitación Catequética de la Diócesis de Manchester, y Mary Jane Silvia, Directora para el Ministerio Juvenil de la Diócesis de Manchester. Porciones auxiliares del programa son tomadas de Netsmartz, un portal de internet amigable y educacional creado por el Centro Nacional de Menores Desaparecidos y Explotados y los Boys and Girls Clubs of America. La Hoja de Información sobre el Internet, Especificar Contactos Sociales y Uso del Teléfono fue adaptada de materiales de la Diócesis de Joliet. y son usadas con permiso del dueño de los derechos de reproducción.

Él nos enseña a Aquel sobre quien sigue el Espíritu (cf. Jn 1,32); Aquel que cumple la promesa que oímos en la primera lectura del domingo (cf. Lc 4,16-21). Eso es lo que observamos en el Evangelio del domingo. Es conocido que José y María no son determinados por su nombre, pero son llamados “sus progenitores” y también se tiene relación a ellos por separado como su “madre” y su “padre”.

Como cantamos en el salmo de este domingo, esperamos felizmente el día en que bendeciremos su Nombre para toda la vida, en el reino que perdura por los siglos. Este es el reposo sabático prometido por Jesús, anticipado primero por Moisés (cf. Ex- 20,8–11), pero que aún queda para el pueblo de Dios . En la epístola de este domingo, San Pablo nos exhorta a vivir por el Espíritu que nos llega en el bautismo (cf. Ga 5,16), sepultando nuestros viejos modos de pensar y accionar. Nuestro “yugo” es cumplir Su novedosa ley de amor (cf. Jn 13,34), por la cual entramos en el “resto” de su reino. Como San Pablo nos recuerda en la epístola de esta semana (cf. Rm 5,5; 8,15–16) la primicia de la Palabra es el Espíritu de amor y adopción derramado en nuestros corazones en el bautismo, que nos logró hijos de Dios.

La liturgia nos invita a ver, en este pasaje del libro de Sabiduría, una profecía de la Pasión del Señor. Oímos a sus contrincantes quejarse de que “el Justo” ha desafiado su autoridad, y les ha reprendido por violar la Ley de Moisés y por traicionar lo que aprendieron como líderes y profesores del pueblo. La primera lectura de hoy puede asistirnos a imaginar que escuchamos, tras la pared, las murmuraciones homicidas de los jubilados, los jefes de los sacerdotes y los redactes. De ellos hablaba Jesús en el Evangelio de la semana previo, diciendo que lo harían sufrir y le matarían (cfr. Mc 8, 31; 10, 33-34). Como Josué en la primera lectura, Juan se equivoca al suponer que solo unos pocos distinguidos van a ser inspirados y encargados de llevar a cabo los proyectos de Dios. El Espíritu sopla donde quiere (cfr. Jn 3, 8) y Dios desea otorgarlo a su pueblo, en todas y cada una la naciones que hay bajo el cielo (cfr. Hch 2, 5.38).

• de todas formas, el padre de Jesús se llamaba Eleazar 6; pero, en el instante en que el padre era menos popular que el abuelo, se agregaba el nombre de este al del hijo en vez del nombre del padre.

Pero también nosotros debemos avanzar por la senda del arrepentimiento, esforzándonos cada día por dar forma nuestra vida siguiendo el modelo de Cristo. Deberíamos sentirnos consolados por el arrepentimiento de Nínive, contado en la primera lectura de esta semana. Aun los despiadados ninivitas se consiguieron arrepentir ante la predicación de Jonás. Y en Jesús disponemos alguien mayor que Jonás (cf. Mt 12,41). Desde este instante, aun nuestras considerablemente más esenciales intranquilidades mundanas—relaciones familiares, menesteres y posesiones—deben ser juzgadas a la luz del Evangelio, como dice San Pablo en la epístola del domingo.

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