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juan
Cristo habla de nuestra posición en él. “Todo pámpano que en mí” charla de nuestra situación incesante en Cristo. El mandamiento de “no permanecéis en mí” se da a esos que ya son las ramas.
La Vida Con Cristo: Devocional Sobre Efesios 2:1
Cuanto mucho más le amas mucho más desea permanecer en él. Cuanto considerablemente más permanezcas en el mucho más le obedecerás. Dos cosas se destacan en estos 2 versículos. Hay una actividad que se hará, y hay una pasividad que debe ser famosa. Asimismo estamos a fin de que él habite en nosotros, que es pasivo.
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David Guzik :: Juan 15
Considerablemente más bien prediquemos el mensaje que nos confió, y hagamos lo que exactamente el mismo nos ordenó, así exponemos que le amamos, lo que dará como resultado que seamos perseguidos no solo por el mundo, sino más bien asimismo por las tinieblas. Nadie tiene amor mucho mayor que el ofrecer la vida por sus amigos. Al tiempo que guardamos sus mandamientos, los frutos del Espíritu se harán más evidentes y el gozo que proviene de Dios, va a ser nuestra alegría, completando nuestro gozo en el cariño de Dios. Mi Padre es glorificado en el instante en que ustedes dan bastante fruto y especifican así que son mis acólitos.
Yo soy la vid, nosotros los pámpanos; el que sigue en mí, y yo en él, este transporta bastante fruto, por el hecho de que sin amí nada podéis efectuar. Yo soy la vid, nosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva bastante fruto; porque sin mí nada podéis realizar. Yo soy la vid, nosotros los sarmientos; el que prosigue en mí y yo en él, ese da mucho fruto, pues separados de mí nada podéis hacer.
juan
Dios va a ser glorificado en la semejanza de Cristo. Va a ser una experiencia considerablemente más profunda con el cariño de Cristo. “Como el Padre me ha amado, asimismo yo os he amado; permaneced en mi amor.” Es bien simple de obedecerle en el momento en que nuestro corazón se desplaza por su amor. Cuando no le obedecemos, obviamente no le amamos. En el momento en que le obedecemos nuestro amor crece poco a poco más profundo.
- El fruto del espíritu solo puede manifestarse en mí por el poder del Espíritu.
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En este pasaje de la Escritura es primordial para nosotros para tomar en consideración que estuvimos describiendo la vida cristiana. Se empieza con un nacimiento espiritual. Si usted no da sus frutos puede ser puesto que jamás han nacido de nuevo. Ahí es donde este tipo de vida comienza. Estamos siempre y en todo instante listos para asistirle a poner su fe y seguridad en Jesucristo como su Salvador personal.
No podemos marchar espiritualmente al estar desconectados de Jesús igual que no podemos marchar físicamente en el instante en que se nos corta el aire que respiramos. Estar desconectado de Jesús es ser cortado de la fuente de vida. Sin nuestra conexión con Jesús, nos quedamos solos y dependemos solo en nuestros recursos. Esto resulta “en una perfeccionada infructuosidad o en un desarrollo salvaje que no es amoldado por su palabra, en activismo o idealismo que no es derivado de él ni dirigido hacia él” . En el momento en que se nos pide medir nuestros frutos, miramos los bautizos, la asistencia a alabanza, los fondos colectados para un nuevo edificio – u otras estadísticas.
Se produce la imagen de Cristo al tiempo que nos rendimos a él. “En el momento en que le das a Cristo, los deseos de tu corazón, entonces todo lo que hacen es tocado y controlado por su amor. ubicarnos en el para que Él consigua hablar con nosotros mediante Su Palabra. Entonces tenemos que contar con que Él nos provee y nos capacita para vivir su crónica. “Cristo en nosotros es la promesa de gloria”. Judas no permaneció en Cristo, y Cristo no continuó en él.
Él no dijo, si alguien no da fruto es echado fuera. Él dijo, el que en mí no permanece, será echado fuera. Él sabe quién continúa y quién no, y esto no puede ser discernido de forma perfecta por nuestra estimación externa de fruto. El término de permanecer no está limitado a nuestro sostenerse en Jesús; además incluye su permanencia en nosotros (y yo en él). Es una activa recíproca que espera que nuestra vida sea espiritual y práctica en conexión primordial con Jesús, y que espera que él more en nosotros de una manera activa y real.
La viña se ha utilizado de forma simbólica en las Escrituras. En el libro de Juan, el Salvador empleó la vid como una metáfora para argumentar la naturaleza de Su relación con quienes deseasen ser Sus discípulos. La uva era una fruta importante en la vieja cultura hebrea, y tanto las mesetas como las lomas de la Tierra Santa formaban el sitio ideal para el cultivo de la vid. Se preparaba la tierra, se plantaban las parras a lo largo de las lomas y se resguardaban de forma cuidadosa de los animales y de la multitud a través de unos cercos.
