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salmo 140 biblia catolica
Por tal razón esta plegaria nos ayudara a sostener distanciada toda energía negativa de nuestras vidas. Podemos enmarcar esta oración y ponerla cerca del lugar donde descansamos de forma de poder repetirla de forma continua a lo largo de todas y cada una de las noches. Asimismo es conveniente aprender alguna candela encendida para complementar esta pequeña plegaria que le hacemos al Creador pidiendo protección. Es la luz el camino al conocimiento que nos conduce hacia la divinidad. Eso se hace como una forma de materializar el concepto que la luz tiene en la creación. Cada corriente espiritual ha creado sus métodos, para brindarles tranquilidad a sus leales, en oposición a los influjos negativos.
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¿De Qué Forma Emplear El Salmo 140?
16 Yo, en cambio, voy a cantar tu fuerza, aclamaré tu amor por la mañana; puesto que tú has sido para mí una ciudadela, un cobijo en el día de mi angustia. diez el Dios de mi amor viene a mi acercamiento.Dios me va a hacer retar a los que me asechan. 2 No. que de corazón cometéis injusticias, con vuestras manos pesáis la violencia en la tierra. diez por dado que tu amor es grande hasta los cielos, tu verdad hasta las nubes.
- 5 Que el justo me hiera por amor, y me corrija, pero el ungüento del impío nunca lustre mi cabeza, en tanto que me comprometería aún mucho más en sus maldades.
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20 y a Og, rey de Basán, ya que es eterno su amor. 14 Por visto que Yahveh a su pueblo hace justicia, y se compadece de sus siervos. 3 Alabad a Yahveh, ya que es bueno Yahveh, salmodiad a su nombre, que es amable.
El “Ungido” del Señor es el rey (18. 51; 20. 7) por el hecho de que el ritual de su coronación incluía, como una de sus partes fundamentales, la unción con el óleo sagrado. Esta unción -aparte de consagrarlo- le daba un carisma particular para el ejercicio de sus funciones (1 Sam. 16. 13). y los hijos de Sión se regocijen por su Rey. El estilo del Salmo resulta monótono, por dado que reitera incansablemente exactamente las mismas ideas y exactamente las mismas expresiones. Con todo, esa insistencia es un elocuente testimonio de auténtica religiosidad, centrada en el cariño a la Palabra de Dios, que es fuente de alegría y promesa. Salmo de los hijos de Coré.
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Te pido Señor, que me protejas de mis contendientes, que son mis miedos y mis inseguridades, que no me dejan accionar y hacer las cosas que deseo. Que la luz de tu corazón ilumine su patraña para que sean expuestos frente todo el planeta y sus malas pretenciones se revelen exactamente. Protégeme, Señor, distancia el enemigo de mi camino; rodéame de gente de buen corazón. Que tu justicia divina llegue próximamente Señor, que la maldad sea vencida y que los justos sean reivindicados.
46 De tus dictámenes hablaré en frente de los reyes, y no deberé abochornarme. 36 Inclina mi corazón hacia tus dictámenes, y no a ganancia injusta. 34 Hazme comprender, para almacenar tu ley y observarla de todo corazón.
17 Si Yahveh no viniera en mi asistencia, bien presto mi alma moraría en el silencio. 11 Yahveh, conoce los pensamientos del hombre, que no son más que un soplo. 9 Mira de qué forma tus contrincantes mueren, se desperdigan todos y cada uno de los agentes de mal.
La actitud de Dios hacia los pecadores no es la de un Juez irrevocable, sino la de un padre bondadoso (vs. 8-13), que conoce intensamente la pobreza del hombre (vs. 14-16). El poema concluye con una convidación a bendecir a Dios, dirigida a todo el cosmos. Esta manifestación del Señor como Rey signifca el triunfo definitivo de la justicia (v. 6) y es un motivo de júbilo para su Pueblo (vs. 8, 11). La exhortación final (v. 12) parece estar dirigida a la comunidad congregada en el Templo, que actualizaba cultualmente la victoria del Señor sobre sus contrincantes y el lugar de su Reino. El tema central de este himno se regresa a hallar en un conjunto de cánticos cultuales, llamados muchas veces “Himnos a la realeza del Señor” (Sal. 47; ). Todos estos poemas proclaman al Señor como Rey universal, destacando los diferentes fundamentos en que se funda su realeza.
8 Los preceptos de Yahveh son rectos, gozo del corazón; claro el mandamiento de Yahveh, luz de los ojos. 7 La ley de Yahveh es especial, consolación del alma, el dictamen de Yahveh, veraz, sabiduría del sencillo. 45 los hijos de extranjeros desmayan, y dejan tremiendo sus refugios. 40 a mis contendientes haces ofrecer la espalda, extermino a los que me detestan. 27 tú que salvas al pueblo humilde, y abates los ojos altaneros.
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18 Te voy a dar gracias en la gran asamblea, te alabaré entre un pueblo copioso. 17 ¿Cuánto tiempo, Señor, te quedarás viendo? Recobra mi alma de sus garras, de los leones mi vida. 21 en él se alegra nuestro corazón, y en su santo nombre confiamos.
